Bayern Munich y Sevilla chocarán en la final de la Supercopa de Europa en el Puskas Arena de Hungría. En ese contexto, la UEFA y la Federación de ese país hicieron un llamado a los hinchas para que respeten los protocolos sanitarios.
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Dentro de las medidas implementadas está el uso de mascarillas y la toma de temperatura en la entrada del establecimiento. El ente rector del fútbol europeo confirmó que se vendieron 15.500 entradas, es decir, un poco más de un cuarto de la máxima capacidad del estadio que es de 60.000 personas, para que se respeten las normas sanitarias.
El presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, aseguró que la organización trabajó "estrechamente con la Federación de Fútbol de Hungría y su gobierno para implementar medidas que garanticen la salud de todos los que asistan y participen en el juego. No asumiremos riesgos con la seguridad de las personas".
Las entradas fueron distribuidas de forma electrónica y los hinchas deberán mantener una distancia social de 1,5 metros. Se aplicarán medidas de desinfección regularmente de los espacios de uso frecuente, como pasamanos o tiradores de puertas. Aquellos fanáticos que presenten una temperatura de 37,8 grados serán sometidos a una segunda medición.
La UEFA confirmó que se establecieron centros de ayuda médica en el perímetro exterior del estadio. También implementaron salas de primeros auxilios en cada nivel del estadio para ayudar a los espectadores que puedan mostrar síntomas del virus COVID-19 o que no se sientan bien.
Bayern Munich y Sevilla se enfrentarán en el Puskas Arena por la Supercopa de Europa. El duelo será este jueves, desde las 16:00 horas.
