Pocos de los casi 100 mil hinchas del Barcelona presentes el 1 de mayo de 2005 en el Camp Nou sabían que estaban viendo historia. En un partido sin mayor relevancia ante Albacete, una joven figura argentina marcó su primer gol con la camiseta blaugrana. Su nombre: Lionel Messi.
La Pulga venía de despuntar en La Masía y hacía sus primeras armas en el primer equipo, que por entonces dirigía Frank Rijkaard. Y su bautizo goleador llegó, simbólicamente, gracias al gran ídolo de la época, Ronaldinho. El gaúcho habilitó al argentino, que todavía no cumplía 18 años, y procedió a batir al portero rival con un espectacular globito.
Fue el primero de sus 672 goles con el Barcelona, el equipo al que siempre estará unido.