En Santiago del Estero se escribió una página dorada para Platense. El club de Vicente López, con 120 años de historia a cuestas, conquistó el primer título de su historia en el fútbol argentino al vencer por 1-0 a Huracán en la final del Torneo Apertura.
El equipo dirigido por Favio Orsi llegó a la definición tras eliminar sucesivamente a Racing, River Plate y San Lorenzo, mostrando una solidez admirable: sólo recibió un gol en cuatro partidos, y fue de penal. Ante el Globo, volvió a dar una muestra de carácter y juego asociado, sellando el triunfo con una volea espectacular de Facundo Mainero a los 63 minutos.
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Presencia chilena en la final
En medio del festejo calamar, hubo presencia chilena, aunque con realidades dispares. Maximiliano Rodríguez, atacante nacional de 25 años, forma parte del plantel campeón, aunque no sumó minutos en la final ni tuvo mayor participación durante la campaña.
En la vereda opuesta, Leonardo Gil sí fue protagonista desde el arranque en Huracán. El mediocampista nacionalizado chileno fue titular en el equipo de Frank Kudelka y disputó los 90 minutos, pero no logró ser factor en un partido cerrado, de escasas emociones y con poco margen para desequilibrios individuales.

Un título histórico en Argentina
Lo de Platense se entiende como una verdadera hazaña. No sólo por los rivales que dejó en el camino, sino también por cómo supo competir con firmeza, incluso en una final que exigía carácter y precisión. Huracán, en cambio, mostró intentos aislados en el tramo final, pero careció de claridad e ideas para empatar.
El Calamar no se desordenó, defendió con oficio y resistió con temple hasta el pitazo final. En el horizonte aparece la Copa Libertadores por primera vez, un escenario inédito que ilusiona a toda su hinchada. Y entre los nombres que podrán contar este logro histórico, estará también un chileno.