Jorge Sampaoli sorprende: “Hace rato que no veo fútbol”

Con tanta avidez por consumir fútbol que hay en el mundo por estos días, principalmente porque en Estados Unidos se realiza el Mundial de Clubes 2025, es evidente que aparecerán las opiniones de los más diversos expertos analizando la actualidad del deporte más popular del mundo.

Hay que adornar el frenesí futbolero y, para ello, qué mejor que un entrenador que hable largo y tendido sobre distintos temas relacionados con la pelotita. Nada con mucha actualidad ni profundidad, sino más bien conceptos generales que ayuden a darle más bombo al periodo entre ligas europeas.

Es así como el Diario El País de España llega hasta el ex DT de la Selección Chilena, O’Higgins y Universidad de Chile, entre otros equipos, Jorge Sampaoli, para “hablar de fútbol” o, más bien, complicar tan adorada disciplina hasta niveles que pocos humanos puedan entenderla, porque entre las respuestas enredadas de Sampaoli y el afán del entrevistador por hablar en difícil, lo que queda es un mamotreto de conceptos difíciles de digerir y que son, lisa y llanamente, chino para un hincha promedio del fútbol.

En Chile se les dice chamulleros; o buenos para el toyo. En un concepto importado desde el otro lado de la Cordillera, también se les nombra como los vendehumo... Dícese de ese personaje con una verborrea inacabable para verter conceptos y que, en muchos casos, no son más que palabras que suenan bonito, pero que poco y nada dicen. Algo simple, como el fútbol, complejizado hasta el absurdo.

Y así se ve Sampaoli, ante preguntas tan rebuscadas como las que se le hacen. Por ejemplo, si es que “nota la diferencia entre el técnico intervencionista y el gestor”.

La respuesta del DT argentino es igual de críptica: “Es real la diferencia. El ser humano también ha modificado sus conductas, se ha vuelto demasiado hermético, demasiado individualista. Y el futbolista no es ajeno a eso. Están sometidos a las redes sociales, que son sus críticos diarios. Es muy difícil conmoverlos detrás de una idea futbolística cuando hay tanta gente a la que solo le importa ganar”.

Luego, el campeón con La Roja en 2015 reflexiona sobre lo que es un “futbolista obrero” (¿?): “Es el que recibe un montón de indicaciones y pierde naturalidad. Si al jugador le das mil datos, pierde su esencia. Con el tiempo, por más intervencionista que seas, entiendes que hay que simplificarles el mensaje. Si lo complicas, el jugador se aleja del entrenador. Puede pensar que eres un profesor, cuando en realidad eres su entrenador. Y como entrenador, tienes que potenciar lo que hay”.

Luego de analizar someramente a protagonistas de la actualidad futbolística, como Lamine Yamal (delantero del Barcelona), Luis Enrique (DT del PSG) o Xabi Alonso (actual técnico del Real Madrid), Sampaoli finalmente sorprende con un concepto: que hace mucho tiempo no ve fútbol.

A no engañarse, eso sí. No quiere decir que el argentino haya abandonado la costumbre de consumir partidos de fútbol, sino que asegura que en todos los encuentros que observa, no halla el fútbol como él lo concibe.

Dándole un estatus casi metafísico a un deporte, Sampaoli entra en este terreno mientras habla de la nueva joya del fútbol sudamericano, el argentino Franco Mastantuono. “Es un muchacho de 17 años que comprende el juego como uno de 27. A estos jugadores hay que dejarlos libres. Cuando les pides automatismos, se les va la libertad. Hoy, cuando aparece un futbolista argentino de esa calidad, se lo percibe al toque. El fútbol argentino, como el brasileño, se volvió una constante pelea: con el árbitro, con el rival, con todo… Eso me aburre hasta incluso verlo. Hace rato que no veo fútbol. Veo muchos partidos, pero poco fútbol”, reflexionó.

El DT dice que todavía ve “fútbol” en equipos como el PSG, el Arsenal, el Manchester City, el Liverpool o el Barcelona, pero que no hay mucho más a nivel mundial.

Algunas de las respuestas restantes de Sampaoli, como “la seducción tiene que ver con un intervencionismo moderado”, “El entorno no soporta el error” o “Cuando a los jugadores les pides automatismos, se les va la libertad”, son más para que una convención de antropólogos, sociólogos y hasta filósofos las desmenucen.

Habrá a quienes les seduzca este tipo de reflexiones profundas, intrincadas y cabezonas sobre el fútbol. Otros preferirán ir al estadio, comprarse un café y un paquete de maní, y disfrutar de un partido de fútbol, mientras se le dedican un par de rosarios al juez de línea. Cada uno verá; para gustos, los colores.