El Mundial Sub 20 que se disputa en Chile sigue entregando sorpresas, y una de ellas llegó con la victoria de Nueva Zelanda ante Egipto en el Estadio Nacional.
En medio de la algarabía, uno de los protagonistas fue Luke Brooke-Smith, la joven promesa del Wellington Phoenix que ya suma minutos en la A-League y que, con apenas 16 años (hoy tiene 17), se transformó en el jugador más jóven en ser convocado a la selección oceánica.
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Nueva Zelanda quiere dar la sorpresa
Tras el triunfo de los All Whites, el atacante conversó en zona mixta con En Cancha y no dudó en remarcar la importancia del resultado:
“Sé que nos consideran los más débiles en este torneo. Ya sabes, la pequeña Nueva Zelanda, pero ganar contra un equipo como Egipto, un gran equipo de África, es importante para nosotros. Uno sabe y conoce la calidad de los jugadores que vienen de allí”, apuntó.
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El delantero, que hizo historia en Oceanía, proyecta a este grupo como el futuro del fútbol neozelandés. “Esta es la próxima generación. Estoy seguro de que estaremos a la altura. Es genial haber ganado. Y sí, estoy orgulloso del equipo, espero que podamos seguir consiguiendo cosas”, detalló.
Brooke-Smith también enfatizó el carácter del plantel que sorprendió con su intensidad en Santiago.
“Somos un equipo de guerreros. Lo hemos estado predicando desde, digamos, el inicio del Mundial. Creo que realmente lo demostramos contra Egipto. Creo que ese espíritu guerrero nos llevó al triunfo”, admitió.
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Neozelandés por adopción
Brooke-Smith nació en Inglaterra, país de su padre. Su madre, en tanto, es oriunda de Malawi.
En ese contexto, el joven atacante se refirió a sus raíces y al vínculo con Nueva Zelanda, país al que representa con orgullo en el certamen que se juega en Chile.
“Me mudé a Nueva Zelanda cuando tenía tres años, así que he pasado la mayor parte de mi vida allí. Es un gran país, que básicamente me ha adoptado, me lo ha dado todo”, reconoció.
“Creo que lo mínimo que puedo hacer para corresponderles es representarlos dentro de la cancha. No me arrepiento, ha sido una gran decisión”, concluyó.
Con apenas 17 años y un presente prometedor en el Wellington Phoenix, Brooke-Smith es una de las grandes cartas del fútbol neozelandés en este Mundial Sub-20, donde los oceánicos buscan demostrar que también puede ser protagonista en tierras chilenas.