Barcelona vuelve a estar en el centro de la tormenta. En medio de una racha de malos resultados y tensiones internas, una oferta millonaria desde Arabia Saudita amenaza con alterar por completo el presente y el futuro del club.

El protagonista es Lamine Yamal, la máxima figura del equipo culé y finalista del último Balón de Oro. El español de 18 años es el presente y futuro del club catalán, sin embargo, su futuro podría alejarse de la península ibérica.

Desde Arabia se interesan en Lamine

En las últimas horas apareció el interés del Al-Hilal de Arabia Saudita, dispuesto a pagar una cifra cercana a los 400 millones de euros por la carta del jugador, según informó el sitio especializado Fichajes.net.

Una propuesta que rompería cualquier precedente histórico y que confirma la ambición de la liga saudí por incorporar figuras jóvenes, más allá de las estrellas consagradas que ya fueron seducidas por los petrodólares como Cristiano Ronaldo.

El cuadro árabe incluso habría preparado un contrato de larga duración, proyectando a Yamal como el rostro de su proyecto a futuro. Desde el Camp Nou llaman a la calma: no hay intención de vender y, según medios catalanes, la directiva considera al extremo como “intransferible”.

El joven atacante, que renovó hasta 2031 con una cláusula de 1.000 millones de euros, es visto como la piedra angular del futuro azulgrana. Sin embargo, de acuerdo a la Gazzeta Dello Sport, Yamal al menos escucharía una oferta de ese calibre.

En ese sentido en España también apuntan a un factor importante: la delicada situación económica que vive el club. Una venta de Lamine bajo esos montos terminaría de una vez con los problemas de caja que tiene en Cataluña.

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Lamine Yamal.Es pretendido por el fútbol de Arabia Saudita. EFE

Arabia Saudita va por todo

Lo cierto es que la ofensiva de Arabia Saudita confirma una tendencia que ya no es casualidad. En Medio Oriente ya no apuntan a ser una liga de “jugadores retirados” y ahora van por el jugador con más futuro del orbe.

En el Barcelona, mientras tanto, la preocupación va más allá del dinero. El club se debate entre la urgencia económica y la necesidad de sostener un proyecto deportivo que vuelve a ilusionar con Lamine como principal símbolo.

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