Corazón, sacrificio, gestión y disciplina táctica son las virtudes de Marruecos para llegar por primera vez a una semifinal en una Copa del Mundo. Con una generación extraordinaria, el equipo africano se convirtió en uno de los rivales menos deseados y que lo digan España y Portugal.
Este miércoles será Francia el rival de turno para acceder a la final del Mundial de Qatar, donde Argentina espera tras dejar en el camino a Croacia de Luka Modric. Más allá de las figuras dentro del campo de juego, está uno de los artífices de este exitoso proceso de los marroquíes. Se trata de su entrenador, Walid Regragui, quien se encargó de convencer a Hakimi, Bono y compañía para reescribir la historia.
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Regragui asumió en agosto pasado como entrenador de la selección de Marruecos. Su debut fue precisamente en Barcelona cuando vencieron a la Selección chilena de Eduardo Berizzo. Desde entonces son cinco los triunfos y tres empates que registra al mando del equipo marroquí, que juega su paso a la final.
Con 47 años, Walid nació en Corbeil-Essones, a unos 40 kilómetros de Paris. Antes de ser futbolista se tituló en la universidad en Ciencias Económicas y Sociales y adoptó la nacionalidad marroquí. Jugó 44 partidos para los africanos, entre eliminatorias mundialistas, Copa Africana de Naciones y amistosos.
Se desempeñó como lateral derecho y defendió a Racing Club de París, Toulouse, Ajaccio, Dijon y Grenoble en Francia. También defendió la camiseta del Racing de Santander, donde fue compañero de Mauricio Pinilla, del argentino Ezequiel Garay y del brasileño Felipe Melo en la temporada 2005- 2006. En el mismo club compartió, al año siguiente, con Lionel Scaloni, actual entrenador de Argentina.
Finalizada la carrera como jugador, que se extendió durante casi 13 temporadas, Regragui prácticamente inició el recorrido como entrenador: su primera experiencia fue como asistente de Rachid Taoussi en la selección de Marruecos. Fueron 14 juegos, pero también una señal de lo que le preparaba el destino.
El PF de Marruecos y su vínculo con otros chilenos
Seis años como entrenador en FUS Rabat, con el que se consagró en 2016; Al Duhail (Qatar) fue el siguiente desafío: sumó un título. Regresó a Marruecos para dirigir a Wydad Casablanca y los éxitos se acumularon con la Champions League Africana y el título de la Liga marroquí 2021/22.
"Cuando ves Rocky, quieres apoyar a Rocky Balboa por su trabajo duro y su compromiso: creo que somos el Rocky Balboa de este Mundial", fue la comparación que ensayó Regragui, rememorando la saga que protagonizó Sylvester Stallone, que encarnaba la historia de un boxeador que se destacaba por la fiereza y el espíritu para afrontar los combates por el cetro frente a rivales que enseñaban mejores estadísticas y una técnica más depurada. El actual DT fue convocado de urgencia tres meses antes del Mundial, para reemplazar al bosnio Valil Halilhodzic, quien clasificó a Marruecos para la Copa del Mundo, pero que desató un conflicto interno, al no convocar a Hakim Ziyech y a Noussair Mazraoui.
Pero no solamente el entrenador de Marruecos tiene un vínculo con algún chileno. Curiosamente, el PF Eduardo Domínguez también compartió con Mauricio Pinilla. Fue en el Celta de Vigo, donde también estaban el ex defensa Pablo Contreras y el actual entrenador de La Roja, el Toto Berizzo. Años después coincidió, en la temporada 2006-2007, con Claudio Bravo en la Real
Sociedad.
Esta tarde, ante Francia, los conocidos de Pinilla, Bravo, Berizzo y Contreras se la jugarán por estar en su primera final en una Copa del Mundo con los Leones del Atlas.