Carlos Reinoso, figura imprescindible en la historia del fútbol chileno, admite que aprendió muy joven algunas cosas que debió aplicar con disciplina. Una de ellas es que “en la cancha no hay papá, no hay hijo”. Otra más: “El que no corre, no gana”.
Carlos Reinoso, figura imprescindible en la historia del fútbol chileno, admite que aprendió muy joven algunas cosas que debió aplicar con disciplina. Una de ellas es que “en la cancha no hay papá, no hay hijo”. Otra más: “El que no corre, no gana”.