Los Juegos Olímpicos de Tokyo 2021 siguen en pie en medio de la tercer y peor ola de COVID 19 que recae sobre Japón. El primer ministro, Yoshihide Suga, ha declarado nuevamente este lunes que su país sigue comprometido con realizar la justa a partir del próximo 23 de julio.

"Vamos a preparar los JJ.OO. como prueba de que la humanidad ha superado al nuevo coronavirus", dijo Suga durante un discurso con motivo de la apertura hoy de la sesión ordinaria del parlamento japonés. Sin embargo, la capital nipona amaneció hoy con su segunda cifra más alta de contagios en un lunes: 1,204 positivos. Según autoridades locales, el 40% de los contagios totales a nivel nacional se han contabilizado únicamente en el último mes.

En medio de la polémica por el inminente inicio de los juegos y la nula probabilidad de que el virus se haya ido para entonces, el Comité Olímpico y los organizadores locales están trabajando en una serie de medidas que deberán implementarse en Tokyo 2021. Según Marca, estas medidas incluyen la reducción de asistentes a las ceremonias de inauguración y clausura, la creación de una burbuja para que los atletas solo puedan transitar entre la villa y los recintos deportivos, toma de temperatura en todas las zonas comunes y una realización constante de pruebas PCR a todas las delegaciones.

La posibilidad de que no se realicen sigue latente

El crecimiento de los casos positivos por COVID 19 en todo el mundo pone en duda la viabilidad de la justa deportiva. Una encuesta reciente realizada por el canal japonés NHK, arrojó que el 80% de la población japonesa está de acuerdo en posponer o cancelar definitivamente los Juegos Olímpicos.

El ministro de Administración y Reforma en Japón, Taro Kono, declaró hace unos días que si bien es necesario hacer todo lo posible para preparar los Juegos, “puede pasar cualquier cosa”, siendo el único funcionario japonés hasta el momento que se ha salido del discurso oficial de realizar el evento a toda costa.

De no realizarse, serían los primeros Juegos Olímpicos cancelados desde la Segunda Guerra Mundial y tendría un fuerte impacto en la economía japonesa que hasta el momento ha invertido más de $12 billones de dólares en los preparativos.

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