El Masters de Augusta del año pasado estuvo apunto de suspenderse, pero finalmente logró realizarse tras una postergación de siete meses producto de la pandemia mundial. Este 2021 se suponía que todo sería más normal, con las medidas sanitarias de rigor para poder realizarlo en su fecha habitual, abril.
Sin embargo, Joaquín Niemann y los mejores golfistas del planeta empiezan a ver una vez más como el "Major" más tradicional y prestigioso del año otra vez está en la palestra. Y esta vez no por razones relacionados con el Covid, sino que políticas.
Es que Estados Unidos de nuevo está convulsionado socialmente, y el epicentro esta vez es Georgia, justamente el Estado donde se ubica Augusta National, la sede del Masters. La razón: la promulgación el jueves pasado de una polémica reforma electoral local que pone una serie de trabas a los votantes más humildes de la zona.
El presidente Joe Biden incluso la tildó de "antidemocrática" y la Coalición Nacional de la Justicia Negra (NBJC, por sus siglas en inglés) pidió que el evento se cancele en señal de protesta. Incluso hizo un llamado a los propios jugadores que boicoteen el campeonato, que se debe disputar entre el jueves 8 y el domingo 11 de abril.
Hasta ahora, ninguna estrella mundial ha respondido a la petición, y pocos esperan que la organización del Masters se muestre muy proclive a aceptar el llamado, ya que históricamente no se ha caracterizado necesariamente por su espíritu inclusivo; vale recordar que recién en 1990 se aceptó a socios de color y, pese a los éxitos de Tiger Woods, siempre han existido acusaciones de racismo.
El PGA tampoco ha recogido el guante que lanzó la Coalición Nacional de la Justicia Negra, pero desde ya no se descarta que puedan existir manifestaciones durante el transcurso del torneo.
El Masters se desarrollará con un aforo limitado de público y no será necesario presentar un PCR negativo para ingresar a los míticos campos de Augusta National.