Luto en el mundo del entretenimiento deportivo. Este jueves, a los 71 años, falleció el mítico Hulk Hogan, ícono de la lucha libre y uno de los personas más importantes en la historia de la WWE.
El hecho fue confirmado por la cadena TMZ, reportando que se produjo por un paro cardíaco que sufrió en su hogar en Florida.

De ícono en WWE a la polémica
El primer gran ícono de la por entonces WWF en los años ‘80, Hulk Hogan fue el pilar en el que la compañía de lucha libre se transformó en un fenómeno global.
12 veces campeón mundial, su fama llegó al cine (sin mucho éxito de taquilla) y generó conmoción en la industria cuando, en 1996, cruzó la vereda para firmar por los rivales de WCW, donde reinventó su personaje y se convirtió en villano como parte de la facción NWO.
Tras volver a la WWE, en 2005 fue inducido al Salón de la Fama, aunque una década después fue removido tras conocerse dichos racistas que había proferido. Su popularidad entre los fanáticos nunca se recuperó tras ese golpe mediático, de hecho, su última aparición a comienzos de este año fue recibida por pifias.
Varios luchadores actuales, que crecieron admirándolo, le hicieron la cruz y se le consideraba un “paria”, quedando relegado en todos los recuentos históricos, pese a su innegable rol en el crecimiento de la compañía.
Terrence Gene Bollea, su nombre real, también estaba fuertemente ligado a Donald Trump, participando incluso en su última campaña que lo llevó de vuelta a la Casa Blanca.

Un cierre polémico para una carrera legendaria, que ahora habrá que ver cómo será recordada. También quedará por verse cómo reaccionará la WWE, que lo reintrodujo a su Salón de la Fama hace cinco años, pero donde ya no tenía amigos y se le veía en el camarín como “persona non grata”.