
El Mundial de Hockey Césped Femenino Junior es una de las grandes citas deportivas de este año en nuestro año en nuestro país. Con gran éxito de público, hoy sigue la actividad en el Centro Deportivo Claudio Schuler del Estadio Nacional, con la disputa de las semifinales.
Sin embargo, en los últimos días se había instalado una sombra negra sobre el evento, por las razones más inesperadas. Y el “culpable” fue un festival de música metalera, Loserville.
La edición 2025 del encuentro de rock, que tendrá a Limp Bizkit como plato principal, se iba a desarrollar este sábado en el Estadio Monumental, pero el recinto de Colo Colo, al ser centro de votaciones, tuvo que ceder la sede por la segunda vuelta presidencial del día domingo.
Buscando una nueva casa, Loserville se interesó en el Estadio Nacional, petición que fue aceptada por el IND, ente administrador del Parque Deportivo ñuñoíno.
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¿El problema? El mismo sábado está pactada la definición del Mundial Juvenil, lo que suponía un problema logístico y de “convivencia”: con miles de metaleros en las inmediaciones, y un espectáculo con altos decibeles durante todo el día, se corría el riesgo de trastocar el normal funcionamiento de los partidos de hockey que se desarrollarían a pocos metros de distancia, en el mismo recinto.
Por esto, la organización tomó la medida casi desesperada de reprogramar su jornada, cambiando la final de la noche (sería a las 20:15) a la mañana (11:15 horas del mismo domingo).
Una mala imagen país ante el mundo, que incluso la Selección Chilena -que pese a quedar fuera de la pelea por el título sigue disputando partidos para tratar de terminar el torneo en la mejor posición- consideró como vergonzosa.
“Exigimos que se respete al deporte. Nuestro evento fue organizado hace más de un año. La final merece respeto. ¡Es el rostro de Chile!“, escribió en redes Florencia Barrios, la capitana de Las Diablas Junior.. ”Todo este problema nos desprestigia a nivel internacional. Así será difícil que nos den otros eventos".
El mensaje fue replicado por la cuenta oficial del combinado nacional, y generó una ola de reacciones, sobre todo contra el IND por autorizar el festival rockero en paralelo a una cita deportiva de carácter mundial.
El “arrepentimiento” del IND
“La decisión de la administración es inentendible. Primero, porque socava nuestro evento: pérdida de concentración de los jugadores; alteración de los flujos de circulación; seguridad de jugadores; e incluso daña la transmisión internacional, que llega a más de 100 países. Segundo, porque demuestra un alarmante desinterés por el principal ‘giro’ del parque: el deporte”, señaló también el presidente de Chile Hockey, Andrés de Witt, mediante un comunicado este martes.
“La decisión de arriendo se tomó cuando nuestro Campeonato ya estaba en desarrollo, lo que nos parece más grave e irrespetuoso aún”, agregó el dirigente.
Y la presión, a todas luces, funcionó. Pocas horas después, el IND dio pie atrás con Loserville. ¿Nuevo escenario? No, seguirá en el Estadio Nacional, pero en fecha todavía a confirmarse.
“Esta medida busca priorizar la actividad deportiva y garantizar que la final mundialista se lleve a cabo en las condiciones operativas que un evento de esta relevancia requiere”, apuntó el Instituto, tratando de apagar el incendio.
De esta forma, la final del Mundial Juvenil se mantendrá en su horario estelar original (20:15), como debe ser para un evento de esta magnitud.
“La decisión refleja una preocupación genuina por priorizar la actividad deportiva y asegurar que un evento de la magnitud de una final mundialista cuente con las condiciones operativas y de seguridad que requiere”, indicó la Federación, agradeciendo el gesto del IND y su directora subrogante, Lorena Castillo.
“Con esta decisión, la labor de los deportistas retoma el sitial que se merece y sigue formando parte del enorme legado de los Juegos Panamericanos.

“Esta situación debió ser prevista”
Todo bien, ¿cierto? Para nada, porque el mundo musical fue el que quedó herido por la suspensión del festival, y lo hicieron saber con claridad.
“Acto de autoridad, inesperado y sin procedentes”, disparó Lotus, la productora a cargo de Loserville.
“Esta situación debió haber sido prevista y comunicada antes del 5 de noviembre, fecha en que nuestra solicitud de arriendo fue aceptada formalmente y sin observaciones”, agregaron, dejando claro que los dejaron sin margen de maniobra pese a cumplir con todos los requisitos y procedimientos.
Resurge nuevamente el debate sobre la convivencia entre eventos deportivos y espectáculos en el principal recinto del país. Y ojo, que el Estadio Nacional tiene muchos shows ya agendados para 2026, lo que volverá a poner sobre la mesa un tema que a veces parece que no tiene solución.






