Daniil Medvedev hizo historia y derrotó de forma sorpresiva a Novak Djokovic en la final del US Open. El ruso jugó un partido casi perfecto para imponerse por un triple 6-4 y así evitarle al serbio lograr su sueño de conseguir el mítico "Grand Slam": ganar los cuatro Majors en un mismo año.
Con todos los pronósticos en contra, Medvedev dio muestras de nerviosismo al momento de cerrar el juego y dejó escapar un par de match points, pero al final logró controlar la tensión para levantar su primer Grand Slam.
¿Y qué hizo? Tal vez sin saber cómo reaccionar ante su hazaña, el ruso no atinó a nada más que tirarse al suelo, como si fuera un robot que ya cumplió con su misión: amargar al número uno del mundo.