Nicolás Jarry continúa su semana de ensueño en el ATP 500 de Río. El tenista chileno superó la clasificación y dos rondas del cuadro principal para instalarse entre los ocho mejores de la competencia. Su desafío en cuartos de final no era fácil, ya que del otro lado de la red estaba el argentino Sebastián Báez, especialista en polvo de ladrillo.
El nivel del nacional, al igual que en las rondas anteriores, fue excepcional. El “Príncipe” tuvo un gran inicio, ya que quebró en el segundo juego, situación que le permitió quedar rápidamente 3-0 arriba en el marcador. La diferencia le bastó para sacar réditos a su buen servicio y cerrar por 6-3.
En el segundo set, ambos jugadores quebraron en el primer game, pero el chileno nuevamente se quedó con el servicio de su rival en el tercer juego. No obstante, Báez no se dio por vencido, ya que sacó lo mejor de su tenis para recuperar la ventaja en el octavo juego, dejando el marcador 4-4.
Jarry sostuvo una complicada situación en el estando 5-4 abajo en el marcador. El chileno logró superar un deuce ante un trasandino que atacaba. En el juego siguiente, sacó todo su repertorio, estuvo 15-40, pero el argentino resistió.
La manga finalmente se definió en el tiebreak. Allí, el ganador del ATP de Bastad 2019 fue más sólido que su rival para vencer por 7-3 y quedarse con el partido.
Un difícil panorama para Nicolás Jarry
Este triunfo le permite a Nicolás Jarry llegar a las semifinales del ATP 500 de Río, instancia donde enfrentará un difícil escollo: chocará con el español Carlos Alcaraz, ex número 1 del ránking, quien ganó el Abierto de Estados Unidos 2022.
El chileno se metió de lleno al top 100, ya que su buena semana le permitirá escalar cerca del puesto 85 de la clasificación. Además, podrá disputar de forma directa el cuadro principal del Chile Open vía Special Exempt, debido a que no alcanzará a llegar a la qualy.
