Muchos lo daban ya retirado, pero a los 36 años el croata Marin Cilic demostró que sigue vigente y que en un buen día es un jugador muy peligroso, sobre todo en el pasto de Wimbledon, donde fue finalista en 2017.
Y así lo demostró hoy dándole un golpe al público británico, derrotando en cuatro sets al gran crédito local Jack Draper, N° 4 del mundo, por 6-4, 6-3, 1-6 y 6-4.
En octavos de final, Cilic (83°) se medirá al español Jaume Munar (55°), duelo donde proabablemente será favorito.