Nicolás Jarry estuvo cerca de una remontada épica, pero finalmente se quedó a las puertas de la hazaña ante Cameron Norrie, cayendo por 6-3, 7-6, 6-7, 6-7 y 6-3 en más de cuatro horas y media de batalla en el Court 1 de La Catedral.
Más allá de lo tenístico, el partido quedó marcado por una cierta tensión entre ambos jugadores. Tras el segundo set, Jarry le reclamó a la jueza de silla por las “tácticas” del británico, quien a su juicio se demoraba más de la cuenta entre saque y saque.
Y luego se reactivó al cruzar manos en la red, donde el chileno aprovechó de recalcarle algo. Si bien tras unos segundos de tensión -y las pifias del público- todo se resolvió sin problemas y terminaron tomados de la mano, Norrie explicó luego lo ocurrido.
¿Qué le reclamó Jarry? Que él y su banco estuvieron excesivamente vocales durante el match, algo que lo incomodó sobremanera. Eso sí, Norrie aclaró que ambos quedaron en buenos términos.