El mundo del tenis se conmocionó esta semana con la sorpresiva decisión de Carlos Alcaraz, quien avisó que no seguirá trabajando con Juan Carlos Ferrero, el entrenador que lo llevó a la cima del deporte.
El actual número uno del mundo lo dio a conocer con un sentido mensaje en sus redes sociales. “Es muy difícil para mí escribir este post… Tras más de siete años juntos, Juanki y yo hemos decidido poner fin a nuestra etapa juntos como entrenador y jugador”, fue parte del comunicado.
Sorpresa total considerando todo lo que ganaron juntos, pero tal vez lo que más llamó la atención fue la respuesta del Mosquito, por la misma vía: “Me hubiera gustado seguir”.
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En los últimos días, han surgido una serie de rumores, que apuntan a diferencias en cuanto las pretensiones económicas de Ferrero de cara a la temporada 2026. Además, extrañó que Alcaraz ahora vaya a trabajar con Samuel López, el asesor del extenista.
Pero en las últimas horas surgió un nuevo testimonio, y que apunta a un personaje clave en esta teleserie: el padre homónimo de Alcaraz.
Esa es al menos la visión del exentrenador de Carlitos, Carlos Santos.
“Me pasó a mí también: yo quería una serie de condiciones, el padre no las vio así. Y Juan Carlos habrá pedido otras condiciones que el padre tampoco habrá querido y no ha cedido”, señaló el descubridor del español, a quien dejó hace siete años, justamente para irse a la academia de Ferrero en Valencia.
“Una vez que entró Samuel (López) como segundo entrenador, se apreciaba que podía haber un cambio. Al final, con Carlitos siempre se han hecho así las cosas, muy poco a poco para que no sea nada drástico de un día para otro”, agregó.
Apoyando esta teoría, en España ya se habla de una mayor influencia del círculo familiar de Alcaraz. Su hermano y mejor amigo, Álvaro, quien ya trabajaba en el cuerpo técnico como sparring, asumiría un rol más importante en las próximas semanas
Resta por verse por cuánto tiempo se mantendrá esta estructura, considerando que queda menos de un mes para el primer gran desafío de la próxima temporada: el Australian Open, el único Grand Slam que todavía no puede ganar y que comienza en Melbourne el próximo 18 de enero.
