La Selección Chilena anda en estos momentos en España, con deberes de fecha FIFA. El elenco dirigido por Luis Mena prepara un segundo semestre del año que viene cargadísimo de compromisos claves, por los puntos, y que determinarán la participación nacional en los próximos torneos de primer orden que contempla el calendario internacional.
Por una parte, se avecina la Copa América de Ecuador (12 de julio al 2 de agosto), el clásico certamen continental que, en esta ocasión, entregará los cupos sudamericanos para los Juegos Olímpicos de Los Angeles 2028 y para los Panamericanos de Lima 2027.
Por otra, la Roja será parte del revolucionario sistema implementado por la Confederación para determinar a los asistentes a la próxima Copa Mundial Femenina de la FIFA: aunque aún no tienen fecha de inicio confirmada, las ventanas FIFA posteriores a la Copa América serán para las primeras eliminatorias mundialistas sudamericanas femeninas de la historia. La carrera será por llegar a Brasil 2027.
Por fin, luego de más de tres décadas (el primer Mundial Femenino fue en 1991), el ente rector del fútbol en esta parte del mundo decide realizar un torneo exclusivo para determinar clasificados y no jugarse todos los premios disponibles en la Copa América, como sucedió hasta Colombia 2022.
Sin el gigante: Sudamérica busca a los clasificados al Mundial
¿Cómo le irá a Chile en las Eliminatorias? Es la pregunta que más se repetirá de aquí al arranque del proceso clasificatorio. En juego estarán dos cupos directos al Mundial y dos más para el repechaje intercontinental y bien conviene un análisis sobre qué piso tiene la Roja femenina de cara a tan importante desafío.
El primer factor a considerar es uno que afectará a todas las selecciones participantes: por primera vez, desde que se instauró el Mundial Femenino, Brasil no participará de la carrera por clasificar. Como es anfitrión, el país de la samba queda al margen, y eso es un detalle que modifica considerablemente el panorama.
Históricamente, en Sudamérica los cupos mundialistas se peleaban como “Brasil y el resto”. Y era evidente, ya que el dominio de la Canarinha en el fútbol practicado por mujeres está muy por sobre el resto de las competidoras. Así de poderoso es en esta parte del orbe: se han jugado hasta la fecha nueve copas América (el sistema antiguo para clasificar al Mundial) y Brasil las ha ganado todas, salvo la de Argentina 2006, conquistada por las locales y en que las brasileñas fueron vicecampeonas.
Es decir, la Verdeamarelha fue, sin traspirar demasiado, a todas las Copas del Mundo. Una potencia del primer mundo del Futfem y que ahora no estará en la discusión, por lo que el panorama general tiende a equilibrarse entre todas las contendoras.

¿Da para ilusión la realidad futbolística de la Selección Chilena?
En una contienda en que no estará el cuco de todas las oportunidades anteriores, evidentemente que a Chile se le abren las puertas. Pero lo mismo ocurre para todo el resto de selecciones participantes. Es, entonces, cuando entra al ruedo el análisis futbolístico actual de los equipos en conflicto.
Si se tiene como parámetro el ranking FIFA, este expone que la Roja está en el cuarto lugar de la Conmebol. Brasil encabeza, en el octavo lugar (insistimos, no estará en la clasificatoria), seguida por Colombia (21), Argentina (33), Chile (39) y Paraguay (46). Hasta ahí estarían los que ganarían boletos directos al Mundial y los que entrarían al repechaje.
Y esas posiciones en el escalafón continental se condicen bastante con la realidad que, hoy por hoy, enfrentan las selecciones sudamericanas. Colombia es el equipo que más ha crecido en los últimos años. En el periodo de clasificación a Francia 2019, la paridad con la Selección Chilena era prácticamente total. De hecho, ambos conjuntos se enfrentaron en cuatro ocasiones entre 2018 y 2019 y solo se registraron empates.
Sin embargo, desde 2020 en adelante, las cafeteras establecieron una evidente superioridad sobre Chile, con dos victorias contundentes (2-0 y 4-0) en igual número de encuentros. Es indesmentible que, en estos momentos, Colombia es la segunda potencia a nivel continental.
Con Argentina ocurre algo similar. Chile dominó a la Albiceleste, durante ocho años consecutivos entre 2014 y 2022, con cuatro victorias seguidas, sin siquiera recibir un gol. ¿Qué ha pasado en los últimos años? Las trasandinas desequilibraron la balanza y la Roja no le gana a ese rival hace cuatro partidos.
Respecto de Paraguay, siempre ha sido una ruleta. Las guaraníes parecen un rival abordable, pero complican en demasía. De hecho, la última vez que Chile enfrentó a la Albirroja en Copa América, en Colombia 2022, el triunfo fue paraguayo por 3-2.
De todas maneras, la lógica invita a que entre Colombia, Argentina, Chile y Paraguay (en ese orden de favoritismo), salgan las clasificadas. Por el lado de Venezuela, Ecuador y Uruguay, alguna sorpresa podría haber, mientras que Bolivia y Perú suelen cerrar las llaves y en esta ocasión no hay argumentos para pensar en que será distinto.

El sorteo será clave…
La Conmebol decidió, entonces, hacer una eliminatoria todos contra todos, pero en una medida que cuesta mucho entender, cada equipo jugará solamente una vez contra cada rival y no en duelos de ida y vuelta. Ocho partidos, no 16. No se ha determinado aún un criterio para determinar localía, pero evidentemente quién te toque en casa y quién como forastero será decisivo a la hora de los cálculos finales.
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Muy distinto será enfrentar a Colombia en Santiago que en Bogotá o Calí. Mientras que jugar ante Perú como local o como visitante no hará mayor diferencia, ya que Chile, si todo sale de acuerdo a la razón, debería ganar en ambos escenarios.
Un sorteo ideal: local ante Colombia, Argentina, Paraguay y Venezuela; visita ante Ecuador, Uruguay, Bolivia y Perú. Uno del terror: exactamente el inverso.
Quedan algunos meses para que arranque tan inédita fiesta. ¿Tiene Chile con qué pelear? De todas maneras, aunque el panorama no es tan auspicioso como lo fue, por ejemplo, para la Copa América de 2018, en que la Selección llegaba en un peak de rendimiento.
Las cartas están echadas. Después de la Copa América, las selecciones del continente buscarán en una Eliminatoria Sudamericana el pase al Mundial Femenino de Brasil 2027. Chile intentará clasificar por segunda vez en la historia a la máxima cita, en una competencia inédita, y que tiene expectante a todo el Mundo Futfem.