La Copa América de Ecuador 2025 ya está archivada para la Selección Chilena. Un decepcionante sexto lugar, que no le permitió siquiera clasificar a los Juegos Panamericanos de Lima y que deja más de alguna duda de cara al próximo gran objetivo: en octubre arrancan las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa Mundial Femenina de la FIFA – Brasil 2027.
Es urgente que La Roja olvide lo sucedido en Ecuador. Ahora, el foco debe estar en el camino clasificatorio. Lecciones aprendidas, calendario definido y el objetivo primordial es conseguir uno de los dos cupos directos en el próximo Mundial o, en su defecto, uno de los dos lugares en el repechaje intercontinental.
La Liga de Naciones Femenina es una instancia inédita creada por la Conmebol. Por primera vez en la historia, todas las Selecciones miembro de la Confederación (salvo Brasil, ya clasificada como anfitriona) jugarán en un formato todos contra todos, en un rueda, en busca de los puestos clasificatorios. Hasta el Mundial de Australia/Nueva Zelandia 2023, eso se determinaba a través de la Copa América.
El sorteo se realizó el jueves pasado y allí se determinó a qué equipos enfrentará cada participante, tanto de local como de visita. Una rueda: no hay posibilidades de revancha. Sin antecedente alguno que permitiera definir algún tipo de cabeza de serie o emparejamiento pre acordado, fue el mero azar el que definió contra quién y dónde se disputará cada fecha.
Así, a Chile le tocó enfrentar como visitante, en orden, a Venezuela, Perú, Colombia y Uruguay; mientras que actuará en calidad de local ante Bolivia, Paraguay, Argentina y Ecuador. La novena y última fecha La Roja la tendrá libre, por lo que a esas alturas la suerte ya estará echada (o estaremos con la calculadora en la mano).
¿Bueno o malo?
Cada vez que se realiza un sorteo de este tipo, para el evento que sea, aparecen las discusiones. ¿Convino? ¿Perjudicial? ¿Fácil? ¿Difícil? Aunque la realidad de la Selección en la última Copa América levanta ciertas dudas sobre la capacidad de competir del equipo ante el resto de selecciones sudamericanas, hay algunas situaciones que, en específico, podrían considerarse beneficiosas para la escuadra nacional. Otras, no tanto.
Por una parte, el primer partido del calendario es una visita a Venezuela. Es obvio que ante las Llaneras, una escuadra complicada, hubiera sido más favorable jugar en casa; sobre todo debido a las inmensas dificultades logísticas que acarrea siempre un viaje a Venezuela. ¿La parte positiva? Apenas cuatro días más tarde, el rival será Bolivia, en casa, y Chile no podría haber deseado un rival más abordable para enfrentar, luego de una travesía larga y agotadora. Distinto habría sido, por ejemplo, tener que jugar ante Colombia o Argentina, después de un viaje tan complicado como el de Venezuela.

Luego vendrá una doble fecha ante Perú de visita y Paraguay de local. Excelente noticia tener que jugar ante La Albirroja en casa, ya que esa ha sido una Selección que ha resultado infranqueable para Chile en las últimas Copas América (2-3 en Ecuador 2014, 1-1 en Chile 2018, 2-3 en Colombia 2022 y 0-1 en Ecuador 2014). La localía puede ser un factor clave en ese enfrentamiento.
Pasará entonces la Selección a un punto crítico en el camino eliminatorio. En la ventana internacional de abril de 2026 habrá tres días de partidos (será una Fecha FIFA tipo II para todas las Confederaciones, es decir, una que permite ese tipo de carga de compromisos) y entonces Chile enfrentará cotejos claves: Argentina en calidad de local (muy buena cosa) y salidas a Colombia y Uruguay.
Respecto del duelo ante las colombianas, es de máxima complejidad. Es la segunda potencia del continente después de Brasil, y agregarle la dificultad de enfrentarlas en su feudo resulta aún más exigente. Sin duda, el partido más complicado de toda la eliminatoria. Después, Uruguay en Montevideo. Un partido que hasta hace algún tiempo hubiera dado un poco lo mismo en qué calidad se jugaba, hoy adquiere preponderancia, luego de lo sucedido en la Copa América. La Celeste era un cuadro al que Chile dominaba; ya no es así, y de los últimos tres partidos, Uruguay ha ganado dos, el último en pleno Grupo A de la Copa América y que significó privar a La Roja de avanzar a semifinales.
El camino termina con Ecuador en casa y la última fecha de descanso. Panorama complicado, por cierto, pero que tiene sus bemoles favorables para la Selección. Si es que gana lo que tiene que ganar; eso es de Perogrullo.

Venezuela como visita: un partido fundamental
¿Cómo recibió La Roja el calendario de partidos para clasificar al Mundial de Brasil? En Cancha Prime conversó con algunas figuras del equipo, en busca de opiniones y pronósticos.
Antes de integrarse a la disciplina de Colo Colo para retomar el Campeonato Nacional de Primera División, la arquera Ryann Torrero viajó a su natal California (EE.UU.), para unos días de descanso y para cumplir, también, con otros compromisos profesionales en Los Angeles y San Diego.
“Será un proceso difícil, pero no imposible; se puede clasificar al Mundial. Arrancamos con un partido muy complicado en Venezuela, y ahí tenemos que aplicar las lecciones que nos dejó la Copa América, porque es crucial obtener un buen resultado en ese partido. La primera mitad de esta clasificación es importante, porque son duelos de los que es posible sacar buenos resultados”, comenta la guardavallas desde Estados Unidos.
Para la arquera de las Albas, “las partes más duras del cuadro serán, obviamente, el primer partido, ya que hay muchos nervios por el debut, estás yendo a una nueva competición, en que hay mucho peso y presión. Ahí tenemos que tener la cabeza fría, mantenernos calmadas y apoyarnos en los trabajos y la preparación que hemos tenido. Y, luego, vendrán partidos muy difíciles, como ante Colombia y Argentina; por eso es tan importante que nos centremos en los partidos que podemos controlar, en la primera parte del cuadro, porque si se nos van dando los resultados habrá menos presión mientras el torneo va avanzando”.
-¿Qué le parece que sea a partido único con cada rival y no duelos de ida y vuelta?
Todos los equipos van a ser más duros cuando jueguen en casa. Nosotras, en Chile, tendremos el apoyo de los hinchas, pero además la tranquilidad de un lugar donde nos sentimos cómodas, con familia y amigos, con comidas a las que estamos acostumbradas, entrenando en Juan Pinto Durán, al que estamos habituadas. Son muchas ventajas estando en casa, por lo que los partidos que juguemos como locales ante Paraguay y Argentina son obligatorios ganarlos. Ahí tenemos que asegurar, porque jugar fuera siempre será más complicado.
-Los rivales que tocaron fuera de Chile se ven especialmente difíciles…
Venezuela, Uruguay y Colombia como visitantes será muy complicado, pero también experiencias maravillosas y muy exigentes. Habrá muchísima presión, pero bienvenidos al deporte profesional. Para eso es que estamos diseñadas… Además, el fútbol encuentra la manera de darte nuevas oportunidades y acá tenemos chances para reivindicarnos de partidos como el de Argentina en Copa América, en que perdimos en el minuto final; lo mismo con Paraguay, que se nos escapó en los últimos segundos…

“La primera fecha será particularmente dura”
La mediocampista Nayadet López Opazo vivió una Copa América de dulce y agraz. Marcó el gol del triunfo para Chile en el partido ante Ecuador, en el que significó su primer gol con la camiseta de la Selección. Sin embargo, no pudo estar en el decisivo encuentro ante Uruguay por la clasificación a semifinales por suspensión y eso el equipo lo sintió.
Hoy de regreso en España, la futbolista atiende a En Cancha Prime para analizar el sorteo y, en líneas generales, coincide con Torrero sobre los momentos esenciales en el camino. “La primera fecha que tenemos, Venezuela, será particularmente dura. Fuera de casa, de visita, y viajar a allá siempre será complicado. Es verdad que luego nos toca Bolivia, que en principio debería ser un rival abordable, pero todos los países que competirán en esta Eliminatoria están preparándose para competir a un solo partido, así que tampoco podemos relajarnos”, dice.
La nacida en Manises (Valencia, España) augura también que la dificultad máxima será en la fecha de abril del próximo año. “También está la fecha triple de abril, con partidos seguidos y ante rivales muy duros a priori. Hemos aprendido mucho de la Copa América y tenemos que darle valor a ese aprendizaje y ponerlo en práctica en los partidos que vienen. Estamos mentalizadas y queremos llevar a Chile a otro Mundial”, cerró la volante de contención.

El próximo 24 de octubre comienza el camino eliminatorio para Chile rumbo a Brasil 2027, en una batalla que se extenderá hasta el 9 de junio del año que viene. Ocho partidos, 24 puntos en juego, en un torneo inédito y que, singularmente, no contará con la presencia de Brasil, el uno indiscutido del continente. Chile tiene ahí, al alcance de la mano, la opción de meterse a su segunda Copa del Mundo femenina adulta. Eso sí, para lograrlo, tendrá que demostrar que los pasos en falso de la Copa América están superados y que las lecciones fueron aprendidas.