Oleado y sacramentado. El seleccionado chileno Brayan Cortés continuará su carrera en Peñarol de Montevideo, luego de que el Directorio de B&N diera el visto bueno para traspasar al futbolista al laureado elenco uruguayo.
Será la tercera camiseta que defienda el iquiqueño en su carrera deportiva, aparte de La Roja. El guardavallas arrancó en el profesionalismo en 2013, con los colores de Deportes Iquique, su club formador, para luego, en 2018, pasar a Colo Colo, cuadro con el que ha ganado dos campeonatos nacionales (2022 y 2024), además de tres copas Chile y otras tantas Supercopas. Con los Dragones Celestes, además, cosechó también el torneo de Copa, en la temporada 2013-2014.
El fútbol uruguayo no es un destino muy común para los chilenos. A lo largo de la historia sí ha habido representantes que dejaron huellas indelebles allí, pero por lo general, el futbolista nacional no va con frecuencia a ese medio.
Un año especialmente prolífico en esas tierras fue 2020, ya que hasta cuatro compatriotas jugaron allí (Marcelo Allende, Gonzalo Jara González -hoy en Deportes La Serena-, Christian Bravo y Gonzalo Reyes). El último en desempañarse por esos lares fue Eduardo Vargas, quien tuvo un fugaz paso por Nacional el semestre pasado.
La norma general es que Uruguay es un destino raro. Cortés, de todos modos, no llegará a un cuadro cualquiera en el concierto futbolístico oriental. Es Peñarol, una institución gigante y que cuenta con un palmarés que muy pocos en Sudamérica –y el mundo, en ese respecto- es capaz de exhibir.
¿Cómo está en estos momentos el poderoso conjunto Carbonero? ¿Con qué se encontrará Brayan Cortés en Uruguay? Interrogantes que se contestan con una actualidad relativamente auspiciosa y un peso histórico imposible de soslayar.

Peñarol 2025: el gigante de siempre del fútbol uruguayo
En Uruguay, el fútbol se debe entender como un duopolio. Por una parte, Peñarol; por la otra, Nacional. Son los dos gigantes, los dos más populares y ganadores, y cualquier análisis de la actividad en ese país comienza y termina en esos dos cuadros tan poderosos. Tanta es la supremacía de ambos elencos que, desde que se instaurara el profesionalismo en ese país, en 1932, solo Peñarol y Nacional fueron campeones hasta 1976, cuando Defensor les arrebató por primera vez la corona. De todos modos, desde entonces a la fecha, la gran mayoría de torneos han sido ganados por esas dos instituciones.
De hecho, la controversia es de nunca acabar en Uruguay. Peñarol tiene 52 títulos a lo largo de la historia, pero cinco de ellos los consiguió el CURC (Central Uruguay Railway Cricket Club); Nacional, 49 y siempre bajo el mismo nombre, por lo que se autoproclama como el cuadro más ganador de esa liga, desconociendo al cuadro predecesor.
A nivel internacional, qué se puede decir. Se trata del tercer equipo más ganador en la historia de la Copa Libertadores, con cinco coronas, solo superado por los argentinos Independiente de Avellaneda y Boca Juniors. Y si bien el último éxito Manya en el torneo más importante del continente data de hace casi cuatro décadas (1987), el equipo no ha estado ajeno de la pelea y viene de ser semifinalista de América en la edición 2024, en que cayó en esa ronda con Botafogo, a la postre el campeón.
Por otra parte, los Carboneros suman a su palmarés tres trofeos de la Copa Intercontinental (1961, 1966 y 1982), que sirven para certificarlos, además, como campeones del mundo.
En 2025, si bien comenzó no del todo firme la temporada del fútbol uruguayo, Peñarol sí ha estado a la altura de los pergaminos. En la nación oriental, el torneo se divide en tres partes y, luego, a final de temporada, se determina al campeón. En el Apertura, que ganó Liverpool, los aurinegros finalizaron cuartos. Un arranque muy pedregoso y que luego les pesó en demasía para luchar por el título.
Luego, lograron levantarse en el Intermedio, torneo que se juega por grupos a mitad de año y que entrega un cupo para la Copa Sudamericana; en esa instancia, el club se proclamó campeón, ganándole en penales en la final al rival de siempre, Nacional.
Un ídolo en la banca
El entrenador del primer equipo es una verdadera leyenda del club. En su época como jugador, Diego Aguirre marcó el tanto a los 120 minutos de juego ante América de Cali en el Estadio Nacional de Santiago, para ganar la Libertadores de 1987, la última que consiguió hasta la fecha Peñarol.
Aguirre es un DT con vasta trayectoria, con pasos por Ecuador, Perú, Qatar, Brasil, Argentina, México y Paraguay. Llegó en 2023 de regreso a la institución, donde ya había sido entrenador en las temporadas 2003, 2004, 2009/10 y 2010/11. En todos esos pasos consiguió al menos un título de Primera.

Este fin de semana, arrancó el torneo de Clausura y Peñarol venció a Progreso por 2 a 1, revirtiendo un marcador en contra en los últimos 13 minutos. El objetivo, como siempre en la historia de la institución, es el título.
De acuerdo con el formato de torneo, se jugará una semifinal entre los campeones del Apertura (Liverpool) y Clausura, para acceder a una final contra el club que más puntos sume en la tabla anual.
Mientras, a nivel internacional, Peñarol sigue muy vivo en el principal certamen del continente, la Copa Libertadores. El cuadro Manya ocupó el segundo lugar del Grupo H (por diferencia de goles), con lo que clasificó, junto al ganador de la llave, Vélez Sarsfield, a la ronda de octavos de final. En esa instancia, chocará con Racing de Avellaneda, en duelos programados para los días 12 y 19 de agosto próximos.
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Brayan Cortés a la pelea por el arco Mirasol
¿Contra quién pelearía por el arco de Peñarol el iquiqueño Brayan Cortés? Como en cualquier equipo grande, en Uruguay se dice que “el arco de Peñarol quema”. Pese a que el seleccionado chileno sabe de ese tipo de presión, ya que juega en Colo Colo, bien vale un dato para graficar cuán complicado es defender la portería del elenco aurinegro: en las últimas dos décadas, solo tres arqueros pasaron más de dos años en el arco Carbonero (Federico Elduayen, Gastón Gurruceaga y Kevin Dawson).
Hoy, el titular es el uruguayo Martín Campaña (jugó el viernes ante Progreso), de 36 años de edad. Comenzó la temporada junto con Guillermo de Amores, quien ahora partió a Millonarios de Colombia. Campaña, quien cuenta con pasos también por la Selección, volvió al país este año desde el fútbol saudí y es quien ha ocupado el puesto en 18 ocasiones en el año.
De todos modos, Campaña fue cuestionado en su momento, principalmente por algunas actuaciones poco convincentes que obligaron a la dirigencia a salir al mercado en busca de competencia (en algún momento de la temporada, se especuló con que el experimentado Fernando Muslera podía llegar).
Eso sí, en el último amistoso antes de arrancar el torneo, el experimentado guardavallas estuvo lesionado, por lo que la responsabilidad recayó un tiempo en Kevin Morgan (21 años) y otro en Leandro Díaz (19 años). La lógica indica que la disputa por el arco Manya sería entre Cortés y Campaña.
La historia de los porteros extranjeros en el arco de Peñarol en las últimas décadas tiene como referente al legendario paraguayo José Luis Chilavert, quien fue campeón uruguayo en 2003. Desde entonces a nuestros días, pasaron por el club los argentinos Pablo Cavallero, Enrique Bologna, Danilo Lerda y Pablo Migliore. El último foráneo fue el brasileño Neto Volpi, en 2022.
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Brayan Cortés, el cuarto chileno en jugar por Peñarol
Cuando se vista para defender el arco de Peñarol, Brayan Cortés se transformará en el cuarto chileno en lucir tan prestigiosa camiseta. Eso sí, si el afán es superar legados, el iquiqueño la tendrá más que complicada, ya que para esa institución Elías Ricardo Figueroa es una leyenda indiscutida.
Don Elías, para muchos el mejor futbolista chileno de todos los tiempos, es un figura histórica en Peñarol y constante integrante de los 11 ideales con las más importantes glorias del club.
El ex defensor jugó entre 1967 y 1971 en el gigante uruguayo y con una cosecha importante: campeón en 1967 y 1968, además de ser elegido el mejor futbolista del campeonato uruguayo en 1967, 68 y 71. Un crack.

Pero no fue el único y la historia arranca mucho antes, en los albores del siglo XX. Una gloria de Audax Italiano fue quien abrió el camino de los chilenos en Peñarol. Carlos Giudice fichó por Peñarol en 1930. Pese a que estuvo poco tiempo en la institución, se coronó campeón en esa temporada. Su aporte no fue de ninguna manera escaso: 14 goles en 17 partidos. A finales de año volvió a Audax y fue campeón con esos colores en 1936.
Finalmente, el delantero formado en Universidad de Chile Christian Bravo jugó 14 partidos en total con los Carboneros en 2020. Fue su segundo cuadro en Uruguay, luego de jugar también en Montevideo Wanderers.
Brayan Cortés va a un gigante del continente. Peñarol es, en Uruguay, más que un mero club de fútbol, sino una parte constituyente de la forma de vida de ese país. 52 títulos locales (aunque Nacional lo discuta), tres coronas mundiales y cinco del continente… Un grande entre los grandes.