Si en la institucionalidad del fútbol chileno existiera el estado de emergencia, estaríamos en esa condición.
La dupla Pablo Milad-Jorge Yunge enfrenta otro complejo escenario que responde, primordialmente, a la inoperancia que han tenido como cabezas del directorio de la ANFP para remediar una crisis aguda: el litigio con Warner (TNT Sports).
La tardanza para adelantarse a un escenario previsiblemente desfavorable y la ausencia de una estrategia para disminuir el daño financiero, quedaron en evidencia en el cónclave de Viña del Mar que reunió -desde el martes y hasta el jueves- a los representantes de clubes de ambas divisiones profesionales.
Para muchos presidentes no fue sorpresa que el recurso de nulidad solicitado por la ANFP al fallo arbitral que le daba la razón a TNT Sports fuera rechazado por la Corte de Apelaciones. Lo que les llamó la atención fue que la dupla Milad-Yunge insistiera en la fórmula de la comisión “negociadora” con la cadena multinacional, como punto de arranque para liderar un rescate.
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“Pasó un año y lo único que se hizo fue formar una comisión que ni siquiera ha diseñado un documento para discutir y ofrecerle al canal”, afirma un presidente, pasmado por la liviandad con que el directorio abordó la crisis.

La agenda temática en Viña del Mar es una muestra de la displicencia generalizada que simboliza el gobierno de Milad y Yunge. El litigio con TNT Sports se iba a abordar de una manera oblicua: en un bloque de intercambio de opiniones sobre el sistema de campeonato que se titulaba “Análisis de torneos”. El segmento suponía una duración de 75 minutos de exposición y debate, antes de la cena del miércoles. Era como un aperitivo para calmar el apetito.
Los clubes confirman que perdieron hasta las pelotas
Pero el conflicto con TNT Sports se tomó el cónclave. Si hubo un tema que predominó en las charlas informales y bajativos entre los presidentes y personeros acompañantes, fue justamente el profundo alcance del dictamen de la Corte de Apelaciones, que confirmaba los 40 millones de dólares que deben pagar los clubes.
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La aplastante realidad del fallo, la férrea postura de la empresa propietaria de los derechos de televisión y lo acuciante de los plazos tuvieron contrapeso en la opinión de muy pocos, que siguen sosteniendo que a Warner no le conviene “estrangular” al fútbol porque también muere ahogado.
La altísima mayoría de presidentes asumió que la deuda era insoslayable y que tendrán que aceptar millonarios descuentos mensuales para empezar a saldar la compensación que fijó el centro de Arbitraje y Mediación, en julio de 2024, para el canal.
La propuesta que se presentó en el cónclave se ultimó recién el martes por la mañana, algunas horas antes del inicio del meeting, cuando la comisión ad hoc que estaba “analizando” el tema se reunió en conjunto con los estudios de abogados que representan a la ANFP en los casos del fallo arbitral y también por la sentencia del Tribunal de Defensa de la Libre Competencia, que multó al ex CDF (hoy TNT Sports) con 28 millones de dólares por abuso de posición dominante y prácticas comerciales anticompetitivas.
La tabla de montos mensuales escalonados que la comisión elaboró para presentárselas a los presidentes no encontró mayor oposición, por lo menos oficialmente. De esa manera, Colo Colo entregaría 41 millones; la U, 35; Católica, 31 y el resto de los clubes de Primera, 28 millones al mes durante ocho años. Los clubes de Primera B deberían cancelar 12 millones. Según un balance extraoficial, el total de estas devoluciones solo alcanza para cubrir los intereses de la multa con Warner.
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Jugar hasta que duela, no queda otra alternativa
Pero un asunto será empezar a pagar la deuda, y la otra será responder a las peticiones que desde un tiempo a esta parte el dueño de los derechos televisivos está haciendo al fútbol profesional chileno. Concesionario que, por lo demás, nunca incumplió los pagos mensuales que establece el contrato, incluso cuando los clubes decidieron no reanudar el campeonato tras el estallido social y la pandemia.
Tener que jugar más partidos en el año calendario es una suerte de imposición de la que los presidentes ya no hablan de un acuerdo transversal, como fue el tema del pago a TNT Sports.

Los clubes se han mal acostumbrado, porque les sienta bien a sus finanzas, a que se juegue poco y que haya un largo receso entre el final y el comienzo de una temporada. En 2024, la última fecha del Torneo Nacional se verificó el 10 de noviembre de 2024. La primera jornada de la Copa Chile comenzó el último fin de semana de enero de 2025. Dos meses y medio sin un certamen regular, fuera de todas las suspensiones que hubo durante el año pasado.
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En todo caso, para que quede bien claro, aumentar el número de encuentros al año es solo la partida para que el fútbol vuelva a relacionarse con su socio estratégico de una manera saludable. El “producto fútbol”, como lo ven los detentores de los derechos, tiene la obligación de mejorar su calidad en varios aspectos.
A modo de cuaderno de cargos, la exigencia para la ANFP es otorgar certezas con el cumplimiento de la calendarización y programación de los partidos, optimizar la producción y puesta en escena, es decir, tener estadios presentables, fijar días y horarios razonables para los espectáculo, exhibir canchas en buen estado, mejorar aspectos escenográficos, posibilitar mayor presencia de público y garantizar disponibilidad de los protagonistas para responder a las necesidades de la transmisión. Estas son algunas de las determinantes básicas que la televisión le ha remarcado a su socio que resuelva definitivamente. Pero en Quilín, hasta la semana pasada, las respuestas solo eran genéricas.
El riesgo de quedarse sin “ni uno”
Hoy es perentorio entregar soluciones convincentes para que, incluso, se pueda terminar el campeonato. El resumen del informe legal que se informó en el cónclave no deja espacio a una negociación con TNT Sports, y entre los clubes quedó meridianamente claro. Fuera de las diez mesas redondas que la ANFP dispuso para los dirigentes, “como si esto fuera un matrimonio”, comentó sarcásticamente un dirigente, el ambiente no era auspicioso.
Los presidentes de clubes tienen plena conciencia que una vez que TNT Sports sea notificado de la resolución de la Corte de Apelaciones, pueden ejecutoriar el fallo arbitral y, en una medida que sería extrema, hasta dejar de entregar los dineros que religiosamente depositan los días 5 de cada mes. Eso significaría el casi inmediato cese del torneo.
Desde TNT Sports no hacen comentarios al respecto. Hace mucho tiempo que advirtieron que se requiere formalizar un protocolo, que todo quede por escrito y, lo más importante, que los compromisos de este nuevo orden se cumplan. La formación de la comisión negociadora, donde graciosamente aparecen de nuevo integrándola Juan Tagle y Felipe Muñoz, dos que insistieron en judicializar hasta la última consecuencia este litigio, suena a película repetida. Mientras no haya una propuesta detallada de lo que ofrece el fútbol chileno para salir de esta crisis, en la multinacional televisiva no hay nada que dialogar.

Más que la cantidad de partidos, el formato del campeonato, el número de clubes participantes, los ascensos y los descensos, lo que busca el socio televisivo son CERTEZAS. Por ejemplo, de saber que la final de la Supercopa se jugará el día programado y no diez meses después en un estadio vacío; que un partido del principal campeonato no se realizará un lunes hábil al mediodía; que una cancha no tendrá una malla de kiwi detrás de un arco para tapar un basural; que un técnico concederá la entrevista que debe dar postpartido y no se escabullirá porque el entrevistador le trae mala suerte; que en un estadio habrá una cantidad de público razonable para fútbol profesional y no las 96 personas que hubo para un Santiago Morning-Recoleta y un largo largo etcétera. Es decir, todo lo que el liderazgo de la dupla Milad-Yunge no ha sido capaz de entregar hasta ahora.
La dupla Milad-Yunge “en acción”: pasaron con un cuatro
Mientras TNT Sports aspira a tener la mayor cantidad de semanas de campeonato para ofrecerle a sus abonados y hoy tiene la sartén por el mango, los clubes y el directorio tendrán esta semana que viene para afinar una propuesta. Eso es lo urgente y en lo que debiera haber luces los próximos días.

En lo que respecta al resto de lo conversado en el cónclave de mesas redondas, varios otros temas quedaron en observación. Se abordaron los temas eje, más alguna exposición secundaria. La Reforma a la Ley de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD), Selecciones nacionales, regla Sub 21 en cancha, división Federación-ANFP, fútbol formativo y seguridad en los estadios, fueron los ítemes centrales.
(Comentario al margen: A propósito de las mesas, apuntaba un director de un club de Primera División con muchísimos workshops dentro y fuera del país en el cuerpo, que si en la ANFP esperaban un debate de ideas, lo lógico era disponer de una mesa rectangular o en forma de U, donde todos se miraran la cara cuando expusieran. Esto de ir a una suerte de “matrimonio sin señoras”, reseñó un directivo sureño, donde los miembros del directorio se distribuyeron en las distintas mesas, “pareció más una forma de sapear lo que se comentaba y quiénes lo hacían, que un formato para debatir”, manifestó otro viajado directivo).
Más allá de tesis conspirativas, el ambiente en general fue distendido y bastante cordial, asegura la mayoría de los contactados. Como suele suceder, para los dirigentes de regiones el protagonismo de Aníbal Mosa y Juan Tagle, y en menor grado el de Michael Clark, quien solo estuvo hasta el mediodía del miércoles y regresó a Santiago (lo reemplazó el gerente Ignacio Asenjo), fue una prueba que los clubes grandes piensan más en ellos que en el colectivo. Fue el presidente de Cruzados el que exhibió un conocimiento más robusto de casi todos los temas que se abordaron, opacando por cierto a los anfitriones Milad y Yunge, que a veces se peleaban el micrófono.
Párrafo aparte para la dupla directiva de diamante del fútbol chileno. Fueron evidentes durante el cónclave las visiones dispares entre Milad y Yunge. Según participantes del encuentro, que por razones obvias no quieren que se les identifique, las interrupciones que Yunge hizo cuando Milad intervenía en dos temas fue porque disentían en la reforma a las SAD y lo que el fútbol debía aceptar de la nueva normativa, y los plazos a cumplir en la separación de la Federación de la ANFP. En ambas ocasiones, hubo matices y divergencias. El presidente de la ANFP se mostró más flexible; el secretario general, casi intransigente. Otrosí: quedó claro en comentarios de pasillo del hotel Pullman que Milad es “el rey del sentido común sin profundidad”, como lo denominó un gerente de club, y que Yunge “se queda sin repertorio de ideas después del minuto 3 del speech”, como agregó el mismo personero. (Ya habrá más tiempo y espacio para bucear en el dúo). De las elecciones de la ANFP no hubo ánimo ni espacio para conversar.
Córdova, Tobar y la solución insospechada del Sub 21
La exposición de Nicolás Córdova y la progresión de jugadores en las Selecciones dejó una sólida impresión. El debut en sociedad de Felipe Correa como gerente de Selecciones también convenció, “pero otra cosa es con guitarra”, le dijeron, aludiendo a que hay que esperar los resultados de la Roja en los estertores de las eliminatorias y el balance en el Mundial Sub 20 y Sub 17. “Ahí veremos cómo anda la mano”, subraya un presidente de club de Primera.
La intervención de Córdova, muy centrada en el modelo de jugador de alto rendimiento al que debe aspirar el fútbol chileno, motivó una participación colectiva. Un observador histórico de la evolución dirigencial en la ANFP se sorprendió que todos coincidieron en que el jugador chileno debe profesionalizarse desde pequeño, “pero de la cantidad de dirigentes argentinos que transitaron por Viña, solo unos pocos hacen un trabajo serio con las series menores”, dijo, apuntando directamente su dardo a Raúl Delgado, el presidente de Unión San Felipe, muy activo a la hora de opinar, y a Sebastián Pini, de Unión Calera, menos expansivo.

La exposición de Roberto Tobar fue una actualización reglamentaria y un adelanto de las normas que se van a activar para el 2026. Las preguntas más frecuentes al jefe del cuerpo arbitral, siempre muy bien dispuesto con los dirigentes, fue respecto de las atribuciones y procedimientos del VAR, sin embargo la incógnita quedó abierta sobre la implementación de la nueva versión del video asistente referil que está publicitando FIFA para “alivianar” el costo técnico de la operación.
La regla Sub 21 parece tener sus últimos minutos de existencia en este campeonato, a partir de los comentarios en el cónclave. Sin embargo, no hay nada concreto que garantice que tras su desaparición, los jugadores jóvenes van a poder surgir en los primeros equipos. Aunque una de las conclusiones latentes que quedaron, después de conocerse los pagos que deberán asumir los clubes por el litigio con TNT Sports, es que los planteles deberán economizar.
Y acá se viene la guinda de la torta, y quizás la gran consecuencia del impacto interno que tendrán los clubes: la baja del número de jugadores profesionales en los planteles y la disminución de los salarios de los futbolistas, donde todos entienden que están absolutamente inflados.
“Mire, yo voy a tener que dejar de pagar tres o cuatro sueldos para poder absorber los casi 30 millones de pesos mensuales que perderé por el juicio con el canal del fútbol. ¿Qué significa eso? Que el próximo año quizás voy a tener tres o cuatro jugadores profesionales menos en el equipo o tendré que hacer una rebaja general de los salarios de los jugadores. Pero eso se ve más difícil, porque ya estoy viendo que el Sifup va a llamar a paro. ¿Entonces cómo los voy a reemplazar? Con la promoción de juveniles al primer equipo. La regla del Sub en cancha ya no va a tener sentido, se va a dar por necesidad”, concluye un presidente, que reconoce que el cónclave fue una buena idea del directorio para ponerse al día. Pero no para salir más tranquilo.
Habrá entonces que seguir viendo cómo se gestiona en la ANFP todo el repertorio de opiniones que se interpretó en el cónclave. Milad y Yunge tienen mucho trabajo por delante. Juntemos miedo...