Cada año, la promesa del recambio se repite en el fútbol chileno. Todos los actores parecen tener la solución adecuada al problema: los clubes anuncian proyectos formativos, la ANFP propone nuevas normas y los jugadores declaran convencidos que buscarán aprovechar las oportunidades.

Sin embargo, el resultado vuelve a ser el mismo: más allá de las palabras, los jóvenes siguen sin ser protagonistas, los equipos los ven como una carga y la Selección Chilena no encuentra en ellos el recambio generacional que tanto busca. A cuatro fechas del final del Campeonato Nacional 2025, la llamada regla Sub 21 vuelve a poner en evidencia ese círculo vicioso.

El inicio de una regla polémica

La norma, instaurada en 2015 con la intención de obligar a los clubes a entregar minutos a sus canteranos, exigía que cada institución acumulara 1.890 minutos por temporada con jugadores menores de 21 años.

El espíritu original apuntaba a integrar más rápido a los jugadores jóvenes al plantel adulto. Una década después, el balance es desalentador. En la práctica, la regla se ha transformado en un trámite administrativo que los clubes calculan con precisión, pero sin convicción deportiva.

Para este 2025, la ANFP decidió “mejorar” el sistema con una modificación polémica. Se creó una especie de bonus que duplicaba los minutos de los jugadores nacidos desde 2005, con el fin de potenciar a la generación que representaría a Chile en el Mundial Sub 20 disputado en el país.

Sobre el papel, la medida pretendía acelerar la madurez competitiva de los más jóvenes; en la realidad, distorsionó aún más la estadística.

Jugadores con menos de mil minutos reales aparecieron con registros inflados, y el balance final del torneo juvenil fue tan pobre como el experimento que intentó justificarlo: Chile fue eliminado en octavos de final tras una presentación decepcionante, sin que ese “roce” adicional marcara diferencia alguna.

A cuatro fechas del final, la regla queda en evidencia

Hoy, el diagnóstico es tan claro como incómodo. De los 16 equipos del Campeonato Nacional, apenas seis cumplen la regla Sub 21.

Unión Española (2.340 minutos) y O’Higgins (2.328) encabezan el ranking con holgura, seguidos por Universidad Católica (2.044), Deportes La Serena (2.020), Palestino (1.971) y Everton (1.914).

En todos esos casos, el cumplimiento se dio de forma natural. Los juveniles fueron titulares constantes o parte del esquema, no simples piezas de recambio utilizadas para cumplir con el reglamento.

En el otro extremo, once clubes llegan al tramo final del torneo con deuda o riesgo de sanción, lo que confirma que la norma se cumple por necesidad y no por convicción. Si los juveniles fueran parte importante del equipo, habrían obtenido minutos sin necesidad de llegar al final del torneo cumpliendo con la norma.

Unión Española, pese a sus complicaciones con el descenso, es el equipo que le ha dado mayor rodaje a sus jugadores juveniles.
Liga de Primera 2025.Unión Española, pese a sus complicaciones con el descenso, es el equipo que le ha dado mayor rodaje a sus jugadores juveniles.

La UC cumple; Colo Colo y la U cada vez más en deuda

El contraste se hace más evidente entre los clubes grandes. Son los que más recursos destinan a formación, los que invierten en infraestructura, los que exhiben canteras con planteles amplios. Sin embargo, son también los que más dificultades muestran para sostener juveniles en la cancha. Universidad de Chile, por ejemplo, acumula 1.807 minutos, quedando a 83 del mínimo requerido.

Un número engañoso si se analiza el contexto. Si sacamos a Lucas Assadi, quien tiene experiencia de sobra en Primera División, buena parte de ese tiempo pertenece a jugadores que sumaron debido a su presencia en la Selección Chilena, es decir, ni siquiera jugaron.

El caso del mediapunta azul también revela otro error de la regla. Assadi cumplió 21 años en enero, por lo que aporta al minutaje con una edad donde hace rato ya debió dejarde ser considerado “juvenil”.

Es quien ha sumado mayor cantidad de minutos sub-21 en la U. Foto: Felipe Escobedo
Lucas Assadi.Es quien ha sumado mayor cantidad de minutos sub-21 en la U. Foto: Felipe Escobedo

La situación de Colo Colo es aún más dramática. Con 1.685 minutos, está entre los cinco equipos más rezagados del torneo. El club, que supuestamente posee una de las mejores canteras de Chile, no logra sostener un ni siquiera Sub 21 titular desde hace varias temporadas.

Este año, por ejemplo, Francisco Marchant es quien ha sumado más minutos, sin embargo, no ha tenido la confianza para asentarse como titular, e incluso, por pasajes ni siquiera ha sido parte la rotación.

Francisco Marchant ha sido la gran apuesta del club para sumar minutos Sub-21.
Colo Colo.Francisco Marchant ha sido la gran apuesta del club para sumar minutos Sub-21.

En el caso de Universidad Católica, la historia es distinta. Con 2.044 minutos, es el único de los grandes que cumple con holgura. El modelo cruzado -que hace rato prioriza a las divisiones inferiores- se mantiene como una excepción dentro del panorama local.

Sebastián Arancibia, con 1.076 minutos, es uno de los Sub 21 con mayor regularidad del torneo y parte activa del plantel. Aunque la integración frenética del diestro también se debió a los malos rendimientos de Dylan Escobar y la necesidad de utilizar a Branco Ampuero como defensa central, su puesto natural.

Lateral de Universidad Católica. Foto: Felipe Escobedo
Sebastián Arancibia.Lateral de Universidad Católica. Foto: Felipe Escobedo

El saldo positivo

El mapa general del campeonato deja un patrón claro: los clubes medianos y de regiones son los que más y mejor han aprovechado la regla.

Unión Española y O’Higgins son los dos líderes en la tabla de minutos Sub 21. Dos equipos de realidad opuesta: los hispanos han convivido con la zona de descenso todo el año, mientras que los rancagüinos son una de las mayores revelaciones de la temporada.

En ambos casos, el aporte juvenil proviene de jugadores consolidados: Valentín Vidal, Bruno Jáuregui, Rodrigo Godoy y Felipe Faúndez, todos titulares recurrentes.

En tanto, equipos como La Serena, Palestino y Everton completaron el requisito con una combinación de canteranos más variable.

Más abajo, los clubes que pelean por escapar del fondo de la tabla de minutos repiten el mismo problema: improvisación, falta de continuidad y uso prácticamente simbólico de los juveniles.

Cobresal (1.781), Huachipato (1.757), Audax Italiano (1.721) y Deportes Iquique (1.739) llegan al límite, obligados a sumar lo máximo posible en las últimas fechas.

El caso más extraño es el de los acereros, que tienen a Maximiliano Gutiérrez, uno de los mejores jugadores del torneo, cumpliendo la regla. El problema en este caso, es que solo el extremo derecho ha cumplido con la exigencia.

Fernando Dinamarca, lateral de Deportes La Serena, es el futbolista sub-21 con más minutos jugados en la temporada.
Liga de Primera 2025.Fernando Dinamarca, lateral de Deportes La Serena, es el futbolista sub-21 con más minutos jugados en la temporada.

El extraño caso de Coquimbo Unido

Luego están los casos más críticos, donde resalta el vigente campeón Coquimbo Unido con 1.663 minutos. Aunque la temporada de Esteban González ha sido incuestionable, en materia juvenil solo encontró respuestas en Matías Zepeda y Martín Mundaca.

Los más complicados, eso sí, son La Calera (1.618), Ñublense (1.701) y Limache (1.548). Ambos lejos del mínimo y con un patrón similar: poco protagonismo en paralelo en el Fútbol Formativo.

Entre los nombres propios, el ranking Sub 21 de la temporada muestra tanto los aciertos como los vacíos del sistema.

En términos individuales, Fernando Dinamarca, de Deportes La Serena, lidera la lista con 1.720 minutos, seguido de cerca por Valentín Vidal, de Unión Española (1.710), y la dupla rancagüina de Rodrigo Godoy (1.595) y Felipe Faúndez (1.427). Maximiliano Gutiérrez, de Huachipato, completa el quinteto principal con 1.143 minutos.

Lateral de La Serena, es el jugador que ha cumplido más minutos en el torneo. Foto: Agencia Aton.
Fernando DinamarcaLateral de La Serena, es el jugador que ha cumplido más minutos en el torneo. Foto: Agencia Aton.

El “bono adicional” que no funcionó

El “bonus 2005” se convirtió en el símbolo perfecto de la distorsión de la regla. La intención de duplicar los minutos de los jugadores más jóvenes buscaba “rejuvenecer” la norma.

El resultado fue un espejismo estadístico. Jugadores con cifras de titularidades que nunca existieron, clubes que presumían su cumplimiento, mientras la presencia sigue siendo escasa con un rol lejos de los primeros planos.

La medida terminó mostrando exactamente lo contrario de lo que pretendía: que el problema del fútbol chileno no está en la cantidad de minutos, sino en la falta de convicción para convertirlos en opción real.

A cuatro fechas del final, el panorama es concluyente. La regla Sub 21 no ha servido para elevar el nivel competitivo ni para nutrir a la selección adulta ni juvenil. Hoy, no existen más jóvenes que sean titulares respecto hace tres años, y los pocos que destacan lo hacen pese al sistema, no gracias a él.

Los clubes que realmente cumplieron con la regla, como O’Higgins o Unión Española, lo podrían haber hecho en condiciones normales. Los grandes, por su parte, con más recursos y estructura, siguen sin consolidar un modelo sostenido.

La norma que alguna vez se presentó como motor de transformación se volvió un reflejo de las carencias del fútbol chileno, donde los números cuadran, pero el talento sigue sin crecer.

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