“El Campeonato Nacional es nuestro principal objetivo y tenemos todas las herramientas para ganarlo”

El defensor argentino Matías Zaldivia habló en exclusiva con En Cancha Prime. Las aspiraciones de la U, la mano de Gustavo Álvarez, las reflexiones sobre Copa Libertadores y, cómo no, la manera en que vive la paternidad, en esta charla con el zaguero de Universidad de Chile.

Universidad de Chile. Matías Zaldivia habló en exclusiva con En Cancha Prime, sobre su partenidad y las aspiraciones con la U en 2025, entre otros temas. (FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT/FELIPE ZANCA/PHOTOSPORT)

Matías Zaldivia vive un momento único en su carrera; en su vida, en realidad. El zaguero, nacido en San Isidro, Argentina, el 22 de enero de 1991, está consolidado como un futbolista indispensable en Universidad de Chile, pero junto con las preocupaciones inherentes a su trabajo como futbolista, ahora le suma otras muy específicas.

Hace cinco meses que Pili es el centro de atención, tanto para él como para su esposa, Rosario Molina. El nacimiento de su primera hija tiene al defensor en un estado de máxima felicidad y ese es el primer tema que aborda en una conversación en exclusiva con En Cancha Prime.

El futbolista cuenta cómo han sido estos muy singulares meses de paternidad, algo nuevo para él y que lo tienen, se nota, vuelto loco de alegría. “Me tocó ser padre en el momento justo de mi vida. Fue totalmente buscado, tardamos un tiempo, no fue fácil, así que cuando llegó fue un premio tanto para mí como para mi mujer. Qué decir, te cambia totalmente la vida, aunque sea una frase hecha. El estado emocional es importante para lo que después pasa en la cancha y estoy en lo personal en uno de los mejores estados de mi vida y eso se refleja. Estamos todos muy contentos, con la gorda, con mi familia”.

-¿Y cuáles son las partes de ser padre que más te gustan? Bueno y también esas que no te entusiasman tanto…

El cambio de pañales, al principio, tardaba como media hora con cada pañal y ahora ya la tengo un poco más clara. De las cosas que más me gustan están hacerla dormir, dormirme con ella, a veces abrazados, es de lo más hermoso. Y de lo que me cuesta, levantarme en las noches, que la verdad es que no lo hago. Mi mujer, ahí, es la que “se pone la 10″ y me salva, para que pueda descansar. Pero en los momentos en que estoy ayudo, porque somos dos extranjeros en otro país, y se complica si es que no ayudara; así que trato de estar siempre ahí.

-¿Cuánto de ese estado emocional te ayuda en la cancha?

Hace tiempo trabajo con un coach y él siempre me hace hincapié en la importancia del estado emocional. La cabeza es lo que maneja todo y cuando estás bien en lo personal, en la casa, con todo acomodado, después eso se traspasa a la cancha, al día a día. Luego, tener también un propósito. No es que tenga la imagen de mi hija todo el día en la cabeza, pero algunos detalles, como que por ejemplo, siempre antes de jugar le pido a mi señora que me mande una foto de mi hija. La miro y ahí salgo a la cancha; una nueva cábala. Si estás bien de la cabeza y te sientes bien, definitivamente se refleja en los partidos.

-¿Y ya va al estadio tu hija?

Es muy chiquita aún como para reconocerme, tiene apenas cinco meses, pero ya ha ido dos veces a la cancha. Estuvo con Botafogo en la primera fecha de la Copa Libertadores y, ahora, con O´Higgins en el Campeonato Nacional; tiene dos victorias, así que está en llamas… Además, el Flaquito (Lucas) di Yorio está pidiendo que Pili vaya, ya que cada vez que está en el estadio él moja ¡ja!

-¿Y se pone con algo Di Yorio? ¿Alguna ropita, algún chiche?

Está dura la negociación ¡Ja!... Le dije que es cuestión de números, que es una cifra en que nos pongamos de acuerdo y la nena va...

Matías Zaldivia.
Universidad de Chile.Matías Zaldivia.

Las tres etapas en la recuperación de la U

-¿Crees que superada la fase de estabilización del club, ahora es una exigencia latente salir campeón?

Hubo tres partes fundamentales para esto: primero la reconstrucción y ponerse de pie. En 2023, si bien el objetivo era meterse entre los siete para jugar la Sudamericana y no se logró, la campaña fue aceptable. Luego, llegó Gustavo (Álvarez) y ahí se revolucionaron muchas cosas, el equipo volvió a motivar a la gente, se veía día a día en los estadios, en el club, porque el equipo responde; el año pasado queríamos el campeonato y se nos escapó por nada. Y, ahora, este año, el objetivo es pelear todos los torneos que jugamos. Estuvimos muy cerca de pasar a octavos en Libertadores, lo que fue un golpe duro, pero ya pasamos página y sabemos que la Sudamericana es una gran oportunidad tenemos confianza en que podemos competir. El Campeonato Nacional, en tanto, sigue siendo nuestro principal objetivo y tenemos todas las herramientas para ganarlo. Será difícil y estamos un poco lejos de los punteros, pero el equipo ya demuestra que juega como campeón. Después, se pueden lograr o no los objetivos, pero ya tenemos un estilo que, juguemos donde juguemos, se nota.

-¿Y con qué equipos crees que la U hipotéticamente pelearía el campeonato?

Audax Italiano está muy bien. Coquimbo también es un equipo muy duro y que sabe a lo que juega. Y, claro, Colo Colo también va a pelar.

-¿Cómo describes a Gustavo Álvarez como entrenador?

Es un técnico que analiza mucho, tanto a nosotros como a los rivales. Trabajamos pensando en el equipo rival, cómo presiona, cómo nos marca, cómo podemos atacar. Gustavo es un obsesivo del fútbol y todos los grandes técnicos tienen un poquito de eso. Después, es muy simple en lo que pide y a todo futbolista le gusta jugar como él pide: ser protagonista, tener la pelota, tratar de no rifarla, buscar siempre el arco rival. Ese tipo de técnicos terminan gustando. Desde que llegó, el trabajo cambió muchísimo; el club está alineado con la agenda del trabajo.

-Este último tiempo estás explotando una nueva faceta en tu juego, la de goleador… ¿Cómo se explica que estés llegando tan habitualmente a la red?

Trabajo con coaching y una de las metas que pusimos fue elevar la cantidad de goles, entre otras cosas en porcentajes, como duelos ofensivos, defensivos, pases. El año pasado terminé con cinco goles y para este el objetivo eran siete. Hay trabajo mental, convicción y luego, obviamente, un poco de suerte de que te quede la pelota ahí en el momento justo. De todos modos, mucho tiene que ver con la convicción de ir a buscar el gol y creer que te va a caer.

-¿Y llegas a siete? Porque vas en cinco en estos momentos…

Ya me está matando el coach y me dice que me va a subir la barra a diez, porque siete es muy poco. ¡Ja! Hay que poner la vara alta y después se verá. Hay que tener metas.

El "goleador" Matías Zaldivia. Foto: Felipe Escobedo/En Cancha.
Universidad de Chile.El "goleador" Matías Zaldivia. Foto: Felipe Escobedo/En Cancha.

La Libertadores y la Copa Chile, dos traspiés para la U en 2025

-Respecto de la Copa Libertadores, en que estuvieron muy cerca de avanzar de ronda. ¿Fueron los partidos con Estudiantes los que definieron el grupo para la U?

El partido de visita fue muy intenso, especialmente para mí, porque mi familia fue al estadio y no estaba seguro si es que había podido entrar, porque creo que tres horas antes la gente de la U había llenado la tribuna y la policía había cerrado las puertas. Al principio, estaba un poco nervioso, hasta que me llegó un mensaje de que ya estaban adentro. Y ya en el partido, fue excelente. Cómo lo jugamos, me tocó marcar y ganamos en una cancha con una mística copera enorme. Hicimos un gran trabajo.

-El partido en Santiago, sin embargo, fue muy distinto…

Lamentablemente, no pudimos sacar como locales la diferencia que obtuvimos de visitantes. Se nos escapó el partido por errores personales, no estuvimos a la altura del partido y, ante ese tipo de rivales, te terminan pasando factura.

-Tan cerca que estuvieron de clasificar. ¿Falta de experiencia en Copa Libertadores, tal vez?

Hubo un poco de todo: de suerte, de jerarquía, de saber jugar este tipo de campeonatos. La Copa hay que saberla jugar y eso te lo da la experiencia. La clasificación se nos escapó en Venezuela, con el empate allá. En otro contexto, claro, habíamos sacado un punto como visitantes, pero sabíamos que era el equipo más débil. Estudiantes ya había ganado y era muy probable que Botafogo también lo hiciera. Después, en el partido con Botafogo como visitantes, estábamos mejor hasta la expulsión del jugador de ellos; nos terminó perjudicando, porque caímos en nerviosismo. Son rivales de jerarquía. Igor Jesús y Arthur hicieron un partido impresionante; son planteles millonarios que marcan diferencia, pero nos deja tranquilos que jugamos de igual a igual. Ahora viene la Sudamericana, donde también hay equipos durísimos, argentinos, brasileños. Nos toca Guaraní, que podría pensarse que es más sencillo, pero los cuadros paraguayos son durísimos en este tipo de competencia.

-Y en la Copa Chile, ¿sientes que fue injusta la crítica de que la U tenía un plantel corto para jugar tantos torneos, al quedar eliminada ante Curicó?

Me voy más al detalle del partido. No sé si Curicó pateó al arco más allá de las dos veces en que nos hizo los goles. En el primero, la clavó en un ángulo. Nosotros llegamos muchísimas veces y no pudimos concretar. Los partidos son detalles, hoy la diferencia entre equipos es muy poca. La intensidad en que juegan todos equipara a cualquiera y si no marcas la diferencia en las oportunidades de gol, se te complica y eso fue lo que nos pasó. Tuvimos también un desgaste por la cantidad de partidos que tuvimos en el semestre, pero también es una experiencia para todos que a veces jugar tres competencias te deja enseñanzas, a los jugadores, al cuerpo técnico, a los dirigentes. A veces, hay que reprogramar partidos, porque en algún minuto teníamos a 11 seleccionados nacionales; entonces, todos debemos aprender.