“El hincha de Coquimbo es muy pasional; yo estuve unos días allá y ves a la gente en la semana con camisetas en la calle”

Miguel Ángel Romero revive la emblemática temporada 2005 de Coquimbo Unido, habla de la pasión del hincha porteño, y comenta el duelo por el liderato con Universidad de Chile.

Miguel Ángel Romero

Miguel Ángel Romero (49), exfutbolista argentino que desarrolló gran parte de su carrera en Chile, es uno de los protagonistas inolvidables de la histórica campaña de Coquimbo Unido en 2005, cuando el equipo se acercó al título nacional tras una serie de inolvidables triunfos y una apasionada lucha en la final contra Unión Española.

Radicado en Santiago, yendo y viniendo de Coquimbo y Argentina, Romero repasa con detalle aquel camino, la vibrante pasión que se vivía en la ciudad puerto, y su mirada actual sobre el equipo que hoy nuevamente disputa la parte alta del torneo.

Entrevistado por En Cancha Prime, el exmediocampista pirata comparte su visión sobre la competencia con Universidad de Chile y recuerda sus orígenes futbolísticos en Argentina, su formación en Newell’s Old Boys y su adaptación a la vida en Chile, especialmente en la difícil, pero entrañable, etapa en Cobreloa, club que marcó un hito en su carrera.

-En Coquimbo fue protagonista de la histórica campaña 2005. ¿Qué recuerdos tienes de ese equipo y de esa final con Unión Española?

Llegué en 2004 y ese año sumamos muchos puntos para salvarnos del descenso. En 2005, ya más fortalecidos, formamos un gran equipo con referentes y jóvenes como Carlos Carmona, Nicolás Crovetto, Rodrigo Rivera y Mario Aravena. Eliminamos a Cobreloa, Huachipato, ganamos un repechaje a Everton. El camino fue hermoso.

-¿Qué les faltó para ser campeones?

La segunda final empezó bien, empatamos la serie a los 6 minutos, pero cometimos errores infantiles. Enfrentábamos jugadores como el Coto Sierra o Manolo Neira, y si fallas, te pasa la cuenta.

El exvolante de Coquimbo en la disputa del balón junto a Cristián Leiva  y Jorge Valdivia.
Miguel Ángel RomeroEl exvolante de Coquimbo en la disputa del balón junto a Cristián Leiva y Jorge Valdivia.

-¿Cómo se vivía el ambiente en Coquimbo ese año?

Fue impresionante. La ciudad entera hablaba del club. Desde el repechaje hasta la final, el estadio repleto, la gente apoyando toda la semana. Lástima que no pudimos darle la alegría del título, pero siempre nos reconocieron el esfuerzo.

La ilusión actual de Coquimbo Unido

-Hoy Coquimbo está líder del torneo. ¿Has seguido la campaña? ¿Cómo lo ves?

Sí, siempre veo fútbol. Mis hijos son muy fanáticos de Coquimbo, incluso el mayor nació allá. Conversamos mucho sobre el equipo. Lo veo bien, por algo está puntero. Quizás podría haberse reforzado un poco más para esta rueda.

-¿Qué zona ves más débil?

El mediocampo siempre es clave. Si se lesiona Matías Palavecino, por ejemplo, no hay un reemplazo similar. Ahora llegó Cristian Zavala, que es buen jugador; pero es importante cuidar al plantel, evitar expulsiones, lesiones y enfocarse en los detalles.

-¿Qué jugadores destacarías de este Coquimbo?

Matías Palavecino, por supuesto. Juan Cornejo también, con quien fui compañero en Magallanes. Tiene gran zurda y destaca en las pelotas detenidas. También el arquero, que te da tranquilidad. En general, se nota que hay un grupo unido, una familia.

Año 2012, el exvolante argentino de Colo Colo, Coquimbo, Cobreloa y Audax, entre otros, empieza a cerrar su carrera en Magallanes. En la fila de atrás, un joven Juan Cornejo, hoy lateral del equipo pirata.
Miguel Ángel Romero en MagallanesAño 2012, el exvolante argentino de Colo Colo, Coquimbo, Cobreloa y Audax, entre otros, empieza a cerrar su carrera en Magallanes. En la fila de atrás, un joven Juan Cornejo, hoy lateral del equipo pirata.

-¿Siente esa misma ilusión del hincha como la que se vivió en 2005?

Sí, ni hablar, totalmente. El hincha de Coquimbo es muy pasional, y ya desde ahora lo vive día a día. Yo estuve unos días allá y se nota: ves a la gente en la semana con camisetas en el centro, en las calles… Te lo hacen sentir. Esa complicidad con el hincha no deja de ser importante. La gente siempre es muy relevante para el plantel en cada partido.

Universidad de Chile y la lucha por el liderato

-Hoy Coquimbo pelea el liderato mano a mano con la U. ¿Cómo ves a la U? ¿Puede quitarle el primer lugar?

La U es el que está más firme de los grandes y va a dar pelea. Pero todavía queda mucho. El fútbol es de rachas, puedes perder tres o cuatro partidos seguidos y todo cambia. Coquimbo debe enfocarse, tener disciplina, vivir para el club cada día. La U, además, tiene Sudamericana y ese desgaste puede pasarles la cuenta. Cada partido será una final.

-Desde su punto de vista, ¿cuáles son las principales armas de la U?

La U tiene... A ver, no sé si hablar de “principales armas”, pero sí te puedo decir que está en competencia en Copa Sudamericana y a dos o tres puntos de Coquimbo, que está ahí peleando. Y cuando un equipo anda bien, generalmente es porque es parejo en todas sus líneas. Tiene una buena conexión en todas sus líneas. Además, ahora encontró en Lucas Assadi a un gran jugador que levantó mucho su nivel, y si sigue con esa regularidad, le va a hacer muy bien al equipo. También tiene un buen entrenador, que ha estado a la altura de lo que significa dirigir a la U. Pero bueno, uno sabe que esto no se trata de cómo empieza, sino de cómo termina. Es partido a partido. Hoy en día, parece que en el fútbol solo sirve ganar. Si no ganás, no sirve.

La figura de Coquimbo ante el rival pirata para el título, la U, según Romero. Foto: Aton.
Matías Palavecino.La figura de Coquimbo ante el rival pirata para el título, la U, según Romero. Foto: Aton.

Inicios y formación en Argentina

-Usted es argentino, pero prácticamente hizo toda su carrera en Chile. ¿Por qué decidió quedarse y no regresar a su país?

Yo me inicié en Julio Rosario, jugué en Tigre y en dos equipos más del ascenso. Ahí firmé mis primeros contratos profesionales. En 1999 llegué a Chile gracias a Arturo Salah, que me llevó a Cobreloa. Desde ahí, las circunstancias de la profesión me fueron manteniendo acá.

-En su formación futbolística pasó por Newell’s Old Boys. ¿Cómo recuerda esos primeros años?

Hermosa etapa. Newell’s está catalogado en Argentina como una potencia en la formación de jugadores. El recorrido fue muy completo, con mucha enseñanza como futbolista y como persona. Compartí con grandes jugadores, como Leo Scaloni, con quien fui compañero en la Reserva. Cada etapa de mi formación hasta el final de mi carrera fue maravillosa.

-En Chile se sigue mucho a los cinco grandes de Buenos Aires, pero ¿cómo es vivir el mundo de Newell’s en Rosario?

El fútbol argentino en general es pura pasión. La gente prefiere no alimentarse antes que dejar de ir a la cancha. En Rosario es algo especial por el clásico Rosario Central–Newell’s, que es uno de los más potentes de Argentina y del mundo. Newell’s ha dado figuras como Messi y Marcelo Bielsa, cuyo nombre lleva el estadio. Son recuerdos extraordinarios.

-¿Le quedó la espina de no haber jugado más en su país?

La verdad, no. Lo último en Argentina fue Tigre, un club muy pasional, con gran hinchada e infraestructura. Siempre viví el presente, disfruté cada momento y me concentré en progresar en cada equipo. Cumplí el sueño que tuve desde niño.

-Usted habla de pasión. ¿Cree que se vive diferente en Chile?

Sí, creo que acá es un poco más frío. En Argentina, incluso en la división más baja, las canchas están llenas. En Chile cuesta encontrar estadios llenos, incluso en Primera División. Obviamente en los tres grandes la pasión es mayor, pero en general hay menos intensidad. Igual, hay gente muy fanática que vive el fútbol con mucha entrega.

Cobreloa y el cariño del minero

-Su llegada a Chile fue a Cobreloa. ¿Cómo se dio ese paso y qué sabía del país en ese momento?

Fue todo muy rápido. Estaba en Tigre y en un fin de semana se resolvió. No tenía mucha información sobre Chile ni sobre el fútbol acá. Llegué a un club importante como Cobreloa y el cambio fue grande: era la primera vez que dejaba mi familia y afectos. Pero me adapté bien y fui conociendo la realidad del país día a día.

-¿Cómo fue vivir en Calama, en pleno desierto?

Cuando llegué no había tanto desarrollo como ahora. Hoy hay mall y más servicios, pero en ese tiempo era una ciudad pequeña y tranquila. No es Santiago ni la costa, pero tiene su encanto. La gente es muy fanática por Cobreloa y eso se siente. Yo estaba enfocado en entrenar y vivir para el fútbol, así que siempre le encontré el lado positivo.

-¿Qué recuerdos guarda de su paso por Cobreloa?

Los mejores. El cariño de la gente y el haber dejado una buena imagen como profesional. En lo futbolístico, en un campeonato largo salimos terceros y clasificamos a la Copa Libertadores. Además, conocí a grandes personas en el plantel, cuerpo técnico y funcionarios del club.