Luego de saltar al estrellato como un implacable goleador de Huachipato y tras un fugaz pero fructífero paso por Colo Colo, Héctor Mancilla dio el salto internacional en su carrera, al partir al fútbol mexicano, donde se ratificaría como leyenda.
Y no en cualquier parte, sino en dos de los cuadros más poderosos del circuito azteca. Por una parte, fue campeón y goleador del torneo con el Toluca. Y si brillar en el cuadro mexiquense que por la década de los 2000 era una potencia, no fuese suficiente, luego pasó a Tigres, donde también fue fundamental, para traer a casa una corona que el club no conquistaba hacía 29 años.
El purranquino guarda recuerdos de su expedición en Norteamérica. De hecho, hoy en día está radicado en Morelia, donde ubica su centro de operaciones. No le fue fácil llegar a un medio con tantas particularidades y así lo recuerda con En Cancha Prime: “¿Con qué me encuentro al llegar a México? ¡Uf! Con mucho calor, mucha humedad. Con el puerto de Veracruz, olvídate, una locura, con fiestas por todos lados. La comida, todo es una locura. Es otro mundo y lo tomé como un reto, como un objetivo poder triunfar en México. No regresar a los seis meses a Chile porque no me había ido bien. Costó al principio. Hubo momentos en que quise volver, pero la mente pudo más. Con goles, llegó luego la posibilidad de partir a Toluca…
-Y esa sí que era otra cosa. El equipo de Toluca de esos años era bravísimo…
Estuve tres torneos, es decir, un año y medio en Veracruz. Después paso a Coatzacoalco, que era la filial en Liga de Ascenso. Si contamos, habrán sido 23 goles en dos años, que no era una marca menor y ahí Toluca me saca del ascenso, con el Chepo (DT, José Manuel) de la Torre y (DT auxiliar) Sergio Lugo. Fue una bendición, llegar a una institución grande y ahí empieza otra historia.
Toluca: una potencia y un equipo que marcó época
-Jugar en el estadio Nemesio Diez en esa época era solo para valientes…
No es el estadio de ahora, que me hubiese gustado conocerlo, pero el antiguo pesaba mucho. A las 12 del día, con calor, el sol, la altura. A mí me costó mucho, pero como había tan buen equipo… Yo llego el primer torneo y campeón con Toluca y goleador del campeonato. Por eso digo que fue una bendición. Sacábamos mucha ventaja jugando en Toluca a las 12 del día. Sinha, Paulo da Silva, Hernán Cristante, Martín Romagnoli… equipazo. Salí goleador en 2008 y 2009. En 2008 fuimos campeones y al año siguiente quedamos en semis con Monterrey. Luego, en 2010 salimos campeones nuevamente y en el segundo torneo no entramos a Liguilla, en un campeonato malo que tuvimos. Después, el Chepo de la Torre se fue a la Selección y a mí me vendieron a Tigres.

-Llegó a un equipo que hacía tres décadas que no era campeón. ¿Cómo fue ese desafío?
Llego en diciembre de 2010, para preparar la pretemporada y en el primer torneo fuimos superlíderes y nos quedamos en semifinales contra Chivas. Al segundo torneo, terminamos definiendo en casa el título. Fue una locura. La gente estuvo una semana sin trabajar, olvídate. Ese título me ha marcado mucho, porque la gente me considera leyenda, aunque yo no lo crea así…
-¿Más leyenda en Tigres que en Toluca?
Cuando jugué contra Toluca por Tigres, un sector de la gente me abucheaba cuando tocaba la pelota… Yo creo que soy más ídolo de Tigres, pero a las dos instituciones las quiero mucho, porque en las dos dejé huellas. Pero, luego, cuando pertenecía a Monarcas Morelia fui a jugar contra Tigres y, apenas tocaba el balón, la gente me aplaudía. Hasta cuando les hice un gol, el público se paró a aplaudirme, entonces eso te dice algo…
-¿Cómo era el Tuca Ferretti como técnico?
Exigente y gruñón, pero un tipazo. Muy buena persona, de él aprendí mucho también, sobre todo la exigencia y eso es algo que pongo en práctica como entrenador. Siempre como DT va a estar en juego tu trabajo y es importante tener la exigencia y la disciplina alta para tener al grupo convencido de lo que quieres.

La eterna rivalidad entre Tigres y Rayados
-A ver, ¿le tocó jugar algún Superclásico Colo Colo-U. de Chile?
Sí, claro e hice un gol. Ganamos 3-1 en el Nacional…
-¿Y qué prefiere, un Superclásico de Chile o un Clásico Regio entre Rayados y Tigres?
Los dos son bravos, pero Tigres contra Monterrey es una locura. Tuve la fortuna de jugar los dos…
-Usted es muy recordado en Tigres y Chupete Suazo lo mismo, pero en Rayados…
No, Chupete es leyenda, leyenda. Admiración por él, por la calidad de jugador. Crack total. En Rayados, todo lo que hizo. Es un ídolo inmenso.
-¿Por qué cree que en Chile a veces se mira por sobre el hombro al fútbol mexicano?
No lo he entendido nunca. Yo que vine y jugué acá, veo el fútbol mexicano y veo el fútbol chileno, y el mexicano está muy por encima. Hoy en día, las Selecciones de Colombia, Paraguay, Uruguay, tienen futbolistas jugando en México y son constantemente llamados. No lo veo, como muchos dicen, que vengan a morir al fútbol mexicano. O si algún chileno tiene la posibilidad de venir a México le dicen que no venga, que será su perdición, que bajará el nivel. Con todo respeto, no lo veo así. Estoy inserto acá y veo el fútbol mexicano con grandes contrataciones, grandes espectáculos; es todo una fiesta. Está, sin lugar a dudas, por encima de Chile.
-¿Desconocimiento, tal vez?
Han venido estrellas. Vino a Tigres Ángel Correa, está James Rodríguez en León… El chileno es medio especial, por no decir otra palabra. El fútbol mexicano tiene buen nivel, es complicado, hay equipos fuertes, que invierten mucho. En Toluca está Paulinho, el portugués. Vienen jugadores muy importantes, así que no entiendo ese estigma de que los jugadores vienen a morir a México, pero el que sabe, con argumentos puede debatir esa postura.