La defensora central de Universidad Católica Fernanda Ramírez es una de las futbolistas más avezadas de nuestro medio, sobre todo en esa posición. A los 33 años de edad, domina la zaga y así lo ha demostrado en distintas canchas del medio chileno. Una privilegiada, además, ya que es de las pocas que ha defendido la camiseta de los tres grandes del Fútbol Femenino nacional, Colo Colo, Santiago Morning y la U.
Con una carrera impecable, que además la llevó a jugar a Estados Unidos, llama la atención que Ramírez haya llegado tan tarde a la Selección Chilena. Hasta la fecha, suma 21 apariciones con La Roja y, en el momento de debutar (ante Eslovaquia en un amistoso) tenía 28 años, nueve meses y 11 días; sin dudas, una irrupción tardía.
- Más de esta entrevista: “Los hinchas de la UC son muy del fútbol masculino, no como lo que pasa en Colo Colo o en la U”
Pero Fernanda Ramírez hoy ya está consolidada en la escuadra nacional. Suma dos copas América en el cuerpo, unos Juegos Olímpicos y se alista para el gran desafío que se le avecina a Chile: las Eliminatorias para Brasil 2017.
Fernanda Ramírez, una llegada tardía a La Roja
La zaguera recibió a En Cancha Prime para analizar la actualidad de la Selección Chilena. Demenuza el calendario de la Liga de Naciones Femenina, busca los motivos que llevaron a Chile a un descenso en su posicionamiento a nivel sudamericano y aboga por el regreso de Christiane Endler a La Roja, entre otros temas.
-Tú llegaste tarde a la Selección Chilena. ¿Cómo veías desde afuera el periodo más brillante del equipo, la Copa América de 2018, por ejemplo?
Todo ese periodo, en que Chile compitió en la Copa América y, luego, en que se preparó para el Mundial, lo seguí muy de cerca, porque iba a ver los partidos y estuve muy pendiente de la Selección. Lo veía tan lejano para mí como jugadora llegar a esas instancias, me daba un poquito de nostalgia, además, no haber podido llegar hasta ahí. Así que cuando tuve el primer llamado a la Selección, en 2020, en Pandemia, y habiéndolo visto tan lejano hacía solo unos años, fue súper importante para mí. Por eso yo digo hasta el día de hoy que estar es un tremendo privilegio para una como jugadora. Claro, hay algunas que han estado toda su vida en la Selección, desde que tienen 13 o 14 años, Yo llegué con 27, entonces es muy diferente. Lo he vivido de otro modo, respecto de otras jugadoras.
-¿En ese momento terminaste definitivamente de reencantarte con el fútbol?
Totalmente. Los años para atrás, que fueron de puro esfuerzo y sacrificio, estaban valiendo la pena. Jugaste, entrenaste durante años, sin recibir nada a cambio, en el tema monetario, y ahora se estaba pagando todo de cierta manera. Entonces, ese era el camino y eso me ha llevado a querer seguir cumpliendo sueños.
-De ahí, todo para arriba. Estuviste en los Juegos Olímpicos, que es el sueño de todo deportista…
Fue bastante especial. De partida, estábamos al otro lado del mundo, en una cultura totalmente diferente. Estábamos en plena Pandemia y, lamentablemente, no podía salir ni siquiera del piso de nuestro hotel, porque los japoneses eran tan estrictos en las medidas de seguridad, que teníamos un guardia fuera de cada pieza, para que no nos moviéramos de donde estábamos. Pero, sin duda que ha sido una de las experiencias más bonitas que me ha tocado vivir con el fútbol, a pesar de no haber jugado. Los estadios, espectaculares, el nivel de organización, la competencia; estar con las mejores jugadoras del mundo, entre los 12 mejores equipos del mundo, era algo soñado. Me hubiera gustado ver otras disciplinas, pero por las medidas de seguridad, no se pudo.
Un declive alarmante...
-Chile estaba entre los 12 mejores equipos del mundo y eso era en 2020. Entonces, es inevitable darse cuenta de que el nivel de la Selección ha ido en franco descenso. En la última Copa América, de hecho, ni siquiera se ganó el partido por el quinto puesto. ¿Qué está pasando?
Es una pregunta que me hago hace rato. El análisis lo tenemos que hacer todos, nosotras como jugadoras, el cuerpo técnico, a nivel de Federación. El éxito que tuvo la “Generación Dorada” fue producto de tanto sacrificio, trabajo y talento que se juntó en esa Selección, algo muy similar a lo que pasó con los hombres. Pero no se siguió trabajando a nivel de Federación para que el fútbol femenino fuera en crecimiento, como sí ha pasado en otros países, como Brasil, Colombia y ahora puedo nombrar a más, porque ni siquiera quedamos en el quinto lugar. La Liga Chilena, si bien ha mejorado en algunos ámbitos, igual es poco competitiva y pocas jugadoras se han ido afuera…
-Para el Mundial de Francia, de hecho, había 16 futbolistas de la nómina en el extranjero…
Me acuerdo que después de la Copa América, hubo un boom de jugadoras que se fueron al extranjero y eso permitió que se abriera el mercado. En ese momento, la mayoría de las jugadoras de la Selección estaba afuera. Ahora, son seis o siete. No sé la razón, puede ser un poquito de comodidad, de no salir de tu zona de confort. Hay equipos como Colo Colo o la U que te dan mejores condiciones y eso a ti te provoca tal vez algo de miedo de dejar lo que tiene acá, para salir a algo que no conozco. Quizás, hace unos cinco años, el sueño era tanto de querer salir, crecer, mejorar, que las jugadoras ni siquiera dudaron de tomar esas oportunidades.
-O sea, hoy no es tan obvia la opción de irse a jugar afuera…
Es lo que siento. No digo que todas estén en esa posición, pero puede estar influyendo. Hoy, del 11 titular de la Selección, ocho son de Colo Colo y yo sé, porque las conozco y sé del talento que tienen, que son jugadoras que podrían estar jugando afuera. Hay que atreverse un poquito más a salir, vivir nuevas experiencias. Te vas a Segunda División de España, pero bueno, es tu trampolín para después crecer, como lo hizo la Anto (Antonia Canales), Sonya (Keefe). En mi caso, voy a cumplir 33 años y también lo he pensado, pero ya estoy en otros proyectos…
-Pero igual la hiciste cuando eras más joven…
¡Claro! También viví la experiencia de estar afuera, cinco años, y sé lo que significa, pero hay que atreverse… eso por parte de las jugadoras, pero por parte de la Federación…
-¿Qué pasa por parte de la Federación?
Ha dejado muy de lado al fútbol femenino. Ha sido un punto clave la calidad de los rivales. Desde que se fue José Letelier y llega Luis Mena, todos los partidos que hemos tenido hasta ahora, excepto Nueva Zelandia y Brasil por ahí, han sido ante adversarios que no te exigen a tu máximo nivel, algo que sí sucedió post Copa América 2018, cuando el grupo se preparó para el Mundial. En ese periodo, todos los rivales eran top 10 del mundo y, después, para prepararse para el repechaje de los Juegos Olímpicos, fue lo mismo. Me toca jugar con Camerún, bueno, elijo a estos rivales que juegan de manera similar y me presentan un escenario en que me preparo bien. Imagínate que en este proceso, previo a la Copa América y sin desmerecer al rival, terminamos jugando con Bolivia, mientras Brasil y Colombia jugaban contra Francia. ¿Quién va a llegar mejor preparado? ¡Es obvio! Te preparas todo un año para llegar a una competición como Copa América, jugando con Perú, con Bolivia, con Uruguay... y perdemos con Uruguay, más encima. La preparación pudo haber sido mucho mejor y eso no es responsabilidad de las jugadoras.
-Mencionas a una “generación dorada” de la Selección. ¿Cómo ves lo que viene desde abajo? Sobre en el puesto en que juegas.
Veo chicas que están a muy buen nivel. Me alegra mucho que la Cata (Catalina Figueroa) haya dado el salto, de haberse atrevido a irse a España y la veo como una de las jugadoras que tiene condiciones en mi puesto. Va a ir ganando mucha experiencia, le va a servir y, probablemente, va a ser la central titular de Chile en un tiempo más. Está Montserrat Hernández (Santiago Morning), también, pero quizás la Liga Chilena no le favorece tanto para mostrarse. Los clubes tienen la responsabilidad de darles más minutos y más rodaje a esas jugadoras; como pasa en Católica, que la mitad de nuestro equipo titular son juveniles todavía. Pame (Pamela Cabezas), Vai (Vaitiare Pardo), Ámbar (Figueroa) podrían estar jugando en la Sub 19 y están siendo titulares, cosa que no pasa en otros equipos. Tienen que empezar a vivir el roce de la liga profesional, para que luego lleguen a la Selección y sepan cómo es jugar contra una adulta.
Las Eliminatorias Mundialistas, a la vuelta de la esquina
-Vienen las Eliminatorias. ¿Cómo ves este nuevo torneo?
¡Uf! Complicadísimo. Nos tenemos que jugar los puntos con los equipos que estamos peleando directo: Venezuela, Uruguay, Paraguay. A Perú y Bolivia deberíamos ganarles, pero nunca se sabe. Cada partido lo vas a pelar con todo; te tocará de local y luego de visita, en que vas a tener que viajar, tener un día de descanso entremedio en que no vas a poder entrenar. Habrá una fecha triple, en abril del próximo año… Muy, pero muy difícil…
-Tuvo cosas buenas y cosas malas el sorteo…
Por ejemplo, nos conviene jugar con Bolivia acá, porque si no, seguro nos tiraban a El Alto y hubiese sido terrible. O jugar otra vez con Ecuador en altura. Por ahí algunas cosas nos favorecen, pero los partidos de local son los que tenemos que asegurar. Hay que hacer valer la localía, porque todos los países tratarán de usar eso a su favor.
- Te podría interesar: La injusta culpa que carga Christiane Endler por el fiasco de los Panamericanos 2023
-Y el gran debate que se ha generado. ¿Tiene que volver Christiane Endler para las Eliminatorias?
Para mí, sí. Totalmente, si es que queremos competir…
-¿Crees que el medio ha sido, en cierta medida, injusto con Endler por lo que pasó en los Panamericanos?
Mucho. Y por cómo vivimos nosotras también, desde adentro. La gente siempre te va a criticar, porque sí y porque no, pero la forma en que se manejaron las cosas en ese momento fue terrible. Nadie en el plantel las juzgó por la decisión de no quedarse y volver a su club. Ni a Christiane ni a Anto (Canales), Karen (Araya) o Camila (Sáez), que también se tuvieron que ir. No era nuestra responsabilidad.
-Y ustedes, como plantel, sabían desde antes que eso iba a ser así, además…
Desde mucho antes, siempre se supo. No fue algo que haya pasado de última hora. Ella estaba en todo su derecho de dar un paso al costado; probablemente, no fue por eso nada más, sino que fue simplemente la gota que rebalsó el vaso. Se lo he dicho a algunas compañeras: yo llevo muy poco en la Selección; quizás si tuviera todos los años que lleva la Tiane y me hubiesen pasado muchas cosas, repetitivas, que hicieran que el nivel de estrés ya fuera insostenible, quizás también hubiera dado un paso al costado. Una, como jugadora más nueva en la Selección, por estar ahí igual aceptas cosas que no deberías, como fue esa competencia en que, imagínate, llegar a una final contra México y no tener una arquera. No sé si eso ha pasado en alguna otra parte del mundo.
-Entonces, la Selección Chilena necesita a Christiane Endler para las Eliminatorias…
Para mí, tiene que estar. Es la mejor en la historia de la Selección, en un buen momento, entonces no me explico por qué no tenga que estar en algo tan importante, como en la carrera por llevar a Chile nuevamente a un Mundial.