En su época como futbolista profesional, Jorge Coke Contreras (65) exhibió dotes técnicas sobresalientes, las que desarrolló tanto en equipos chilenos (Palestino, Regional Atacama, Universidad Católica, Colo Colo, Deportes Concepción y Santiago Wanderers), como en escuadras extranjeras (Unión Deportiva Las Palmas, de España, y Tampico Madero, de México) y en la Selección Nacional (subcampeón de la Copa América 1987).
Era lo que se conoce como un ’10′ clásico, filtrador de pelotas y con una exquisita técnica y colocación para los tiros libres, aunque también fue ‘9’ y goleador, denominaciones y funciones que hoy Contreras dice que están extraviadas y que él, como DT formativo, se niega a dejar en el olvido.
“A mí modo de ver, uno de los errores más graves que se está cometiendo en los trabajos formativos en Chile es el abandono del proceso técnico de los chicos. Hoy existe una marcada tendencia a hacer mediciones físicas, porque la idea es tener jugadores lo más parecido a los atletas. Y surgen varios así que corren mucho, pero que no saben parar la pelota”.
-Los entrenadores formativos más jóvenes parecen tener más arraigada esa idea de aumentar las capacidades físicas que la técnica. ¿Se puede decir que usted representa a una postura, quizás, menos moderna, más tradicionalista?
Puede verse de esa forma y, la verdad, me da lo mismo que no sea visto como moderno. Lo físico no lo menosprecio para nada, pero lo que a mí me preocupa como entrenador es que el tema técnico ha sido dejado de lado. Lo físico se está comiendo a lo técnico. Hoy parece que a algunos colegas les importa más el kilometraje que recorren sus jugadores que la cantidad de buenos pases que dan en un partido. Yo, de futbolista, por cierto que estaba lejos de ser un atleta, pero sabía posicionarme para encontrar los espacios y generar peligro.

Jorge Coke Contreras y el invento del ‘9 y medio’
-Otra cosa que se dice de los trabajos de las menores es que se apunta más a formar jugadores multifuncionales y no especialistas…
Es verdad. Hoy esa parece ser la norma a aplicar. Y yo me rebelo a eso. Hay que seguir buscando y formando, por ejemplo, a los ‘9’ y a los ’10′ en las divisiones menores, porque son puestos muy específicos y cuando no están en un equipo, se les echa de menos. Y como no los hay, se empiezan a hacer inventos como eso del ‘9 y medio’. El centrodelantero actual se aburre y empieza a salir del área para tener contacto con la pelota y con ello se pierde al atacante que teóricamente es el más goleador. Lo mismo pasa con los volantes que ahora son todos mixtos. A los jugadores hay que enseñarles a jugar en puestos específicos porque si no, no rinden cuando llegan a la elite.
-¿La tendencia a no formar especialistas está extendida en los clubes chilenos?
Desgraciadamente, sí. Y hablo de los clubes donde más y mejor se trabaja, como son Colo Colo y Universidad Católica. Y le doy ejemplos en cada uno de ellos. Damián Pizarro, jugando en las series menores, era un portento. Con el físico que tenía, le alcanzaba para ser goleador y figura. Sin embargo, ya al llegar al primer equipo por necesidades de Gustavo Quinteros, se le empezaron a notar sus falencias técnicas. A él le cuesta el mano a mano, sacarse a un rival, buscar su mejor perfil. Y eso le está pasando hoy la cuenta en Europa. Otro caso: Gonzalo Tapia. Por velocidad, le ganaba a todos cuando estaba en las inferiores de la UC. Era cosa de echársela a correr para que ganara. Pero siempre le faltó finiquito. Corría, centraba y listo. Y se fue a River Plate y eso se notó. Hay que trabajar en eso más que en los kilometrajes.
-¿Es difícil cambiar los dogmas? Parece no haber mucho diálogo para conversar de estos temas entre los entrenadores.
Así es, por desgracia. No tenemos o quizás no nos preocupamos de juntarnos a hablar sobre estos temas. Y hay cosas bien interesantes que se podrían hablar. Por ejemplo, el caso de los famosos aleros que juegan hoy con pierna cambiada. Hay una obsesión hoy porque los jugadores hagan diagonales. Y así nos quedamos sin punteros, sin aleros que puedan mandar buenos centros. Claro, si yo tengo a un tipo como Arjen Robben para hacer diagonales y convertir como él lo hacía, está bien. Para qué decir un tipo como Lamine Yamal, pero no todos pueden hacer lo que hacen ellos y tampoco, al tenerlo, vamos a renunciar a punteros zurdos que jueguen por la izquierda.
-Lo paradojal es que parecemos ir a contramano de lo que pasa en el mundo. Los europeos ahora aprecian más la técnica que antaño...
Claro, es cosa de ver a los ingleses. Antes uno los veía tirando pelotazos para arriba para que sus delanteros ganaran en velocidad. Hoy juegan, construyen. Lo mismo los alemanes y qué decir de los españoles. Cuando yo jugaba en Las Palmas se decía que para que la selección española ganara había que meter, por eso hablaban de la ‘Furia Roja’. Hoy son campeones europeos y fueron campeones del mundo jugando, con jugadores en extremo técnicos. Por eso hay que tener cuidado cuando se habla de modernidad.