Julio Barroso (40) se distingue por su discreción. Compañero de Lionel Messi en la Selección Sub 20 campeona del mundo en 2005, el ex zaguero de Colo Colo y actual jefe técnico de las series menores de Everton departió como uno más con jugadores que ya eran o se convirtieron en cracks de alcance mundial.
Un privilegio del que Barroso nunca se ha ufanado y que, por el contrario, prefiere atesorarlo como algo íntimo, aunque en ocasiones las anécdotas al respecto se filtren, como sucedió con el impensado reencuentro que tuvo con Messi.
-Fuiste a ver a Lionel Messi en alguna oportunidad cuando estuvo con la Selección de Argentina en Santiago. ¿Habían seguido dialogando desde el Mundial Sub 20 o se reencontraron en ese momento?
Me reencontré con él. No seguí hablando con Messi después de la Sub 20, además en nuestro tiempo no había whatsapp. No me gusta ser invasivo, nunca me tomé la labor de llamar o pedir teléfonos.
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-¿Qué puedes contar de cómo fuese ese mano a mano?
Fue más sorprendente de lo que esperé. Después de tantos años, él con su historia, el súper Messi del mejor Barcelona’, lo que menos espera uno es si se acordará de este tipo, ¿viste? Pero me sorprendió porque salió de la habitación y me dijo: ‘Hola, Julio, qué lindo verte, vení, pasá a la habitación que estamos con los chicos’. Y bueno, ahí estaban José Sosa, que fue al Mundial en su momento con nosotros, el Kun Agüero, estaba Pablito Zabaleta... Para mí fue como un ‘wow, no se olvidaron’.
-¿Y fuiste al hotel a lo que saliera?
No, no, no, no fue así. Fue porque Ramón Fernández tiene un hijo cuyo padrino es José Sosa. Estaba con él, no recuerdo si fue en O’Higgins o Colo Colo. Y me dice ‘Julito, me acompañás al hotel, así saludo a José’. Tenía una linda relación con él, eran de la misma categoría. ‘Vení, acompañame, me dijo. Y bueno, yo con vergüenza, porque no me gusta, fui. Y estábamos abajo en el hall del hotel, y Ramón me dice ‘bueno, vení Julito, vamos a saludar a los chicos que están arriba’. Yo con Ramón compartí en Chile, pero él no sabía mi historia de la Sub 20. Entonces, subimos al piso de la Selección, que estaba todo custodiado, con una seguridad extrema, y por ahí me saluda (Ángel) Di María, Fer (Gago), Mascherano, Pablito Zabaleta. Y Ramón me miraba y me decía ‘¿vos conocés a todos estos locos?...
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-Vaya impresión que se llevó Ramón Fernández contigo...
Claro, quedó más bien de lo que uno queda cuando habla de más. Definitivamente, me da piel de gallina lo que sucedió. Yo sabía que había estado con ellos, había tenido el privilegio en Argentina de jugar con Román (Riquelme), con la Bruja Verón, con el Cholo Simeone, que me llevó a Estudiantes... Gracias a Dios viví esos privilegios, aunque fueran cortitos. Me hubiese encantado que fueran más, pero fue extraordinario. La Selección de Bielsa, los entrenamientos con (Javier) Zanetti, con (Walter) Samuel, esos cracks que uno veía, (Ariel) Ortega, (Gabriel) Batistuta. Fui un privilegiado en ese sentido. Nunca lo saco (a la luz) porque no estoy contando lo que viví todo el tiempo; pero sé que lo viví. Pero no estoy todo el día haciendo este ejercicio de que conozco a tal o cual jugador. Fue lindo, fue demasiado lindo. Volviendo a Messi, fue lindo que él tuviera esa amabilidad de recibirme así y de invitarme, porque uno siempre en concentraciones es más celoso, invitar a la habitación es para pocos. Lo que representa Lío..., algunos lo conocen, otros no, pero él representa esa clase de persona.
-¿Te sacaste una foto con Messi?
Me la saqué. Fui con mi hija, que es la más grande. Y tuvimos la suerte de que justo fue con sus pañales, porque hizo la necesidad número dos y ¡Oh, no! Pero había que traer esa foto, porque la mamá obviamente se había quedado abajo y Lío se tuvo que aguantar ese perfume, pero yo deseaba sacar esa foto. Fue muy graciosa, la verdad. Pero bueno, fue linda, quedó ahí de recuerdo y ahí la conservo. (Junto) con la camiseta, porque también en su momento, cuando estaba la Selección, nos regaló la camiseta del Barcelona. Entonces tenemos el lindo recuerdo del hombre.
