Eduardo Rubio (42) está satisfecho. Según dice, el fútbol le dio más de lo que imaginaba, lo que deja claro en conversación con En Cancha Prime.

“Pajarito”, como se le conocía cuando jugaba debido a su condición de hijo de Hugo, el popular “Pájaro”, hizo su propio camino: llegó a Primera División con la Universidad Católica, equipo donde fue capitán y campeón en 2005, jugó en México (Cruz Azul) y Basilea (Suiza), y hasta defendió la camiseta de Colo Colo -2007 y 2008-, donde su papá es considerado un ídolo.

Más encima, Rubio alcanzó el nivel de seleccionado chileno y, por si fuera poco, quedó afortunadamente “atrapado” en La Roja entre una camada de grandes futbolistas como Marcelo Salas y David Pizarro, y los miembros de la Generación Dorada, que comenzaban a moldearse bajo el alero de Marcelo Bielsa. Es decir, un privilegiado.

¿Le afectó que siempre se le comparara con su padre? ¿Qué diferencias vio entre Colo Colo y la UC? ¿Se ilusionó alguna vez con dirigir al Cacique tras su paso como DT en las divisiones inferiores albas? Aquí sus respuestas.

El "Pajarito" con la camiseta de Colo Colo. Foto: Old Photosport.
Eduardo RubioEl "Pajarito" con la camiseta de Colo Colo. Foto: Old Photosport.

-¿Quedaste conforme con la carrera que hiciste?

Yo logré todo lo que me propuse, todo lo que soñé cuando era niño. Vi que mi esfuerzo me llevó a lograr todos mis objetivos. ¿Jugué en un primer equipo? Jugué. ¿Fui capitán? Fui capitán. ¿Salí campeón? Salí. ¿Jugué Copa Libertadores y Sudamericana? Sí. ¿Clasificatorias? También. Jugué en el extranjero, jugué en Europa, jugué Champions (League)... O sea, todo lo que se me pasó por mi mente, lo logré y estoy muy orgulloso de eso.

-Te retiraste joven eso sí.

Sí, porque me corté el tendón de Aquiles. Volví, pero ese año de retorno me costó y ahí fue cuando me retiré a los 30 años. Pero, imagínate, toda la carrera que te repasé y a los 30 años ya estaba retirado. ¿Quedé conforme? Es que nunca quedo conforme con nada. No quedé conforme en Colo Colo con todo lo que hice hasta hace poco, pero es porque yo soy un inconformista. Siempre siento que puedo hacer más cosas. Eso es lo que me motiva y me mantiene activo. En base a mi visión, obviamente me hubiese gustado hacer un montón de cosas más, pero me siento orgulloso con todo lo que logré. Jugué 15 años fútbol y logré todo lo que me propuse. Si hubiera logrado más, te diría lo mismo, que me hubiese gustado ganar más, porque así soy. Si gané 2, quería 3; si gané 5, te diría 7, y si no, 10... Siempre uno puede más.

-¿Y alguna vez sentiste la mochila de ser comparado con tu papá?

A ver, cuando tú empiezas, eres chico y escuchas eso no entiendes mucho.

“Si duré doce años en Colo Colo, el club más grande de Chile, es porque algo de resultados obtuve”Más de esta entrevista:“Si duré doce años en Colo Colo, el club más grande de Chile, es porque algo de resultados obtuve”

-¿Qué escuchabas?

Que tú papá era mejor. Cuando jugaba en el colegio o con amigos aparecía un papá y decía eso, pero bueno, no pasaba nada, si con 8, 9 o 10 años no entiendes mucho, no pescas. Después, obviamente, vas entendiendo que ese comentario no iba por el lado positivo, porque era un modo de decirte: ‘Oye, tú no eres bueno’. Pero yo la verdad es que lo agradezco un montón, porque eso fue lo que me hizo fuerte. Eso a mí me ayudó a luchar más, a entrenar más, a ser más competitivo, porque estaban esas ganas de demostrar que yo podía ser mejor.

El padre de Eduardo, Matías y Diego.
Hugo RubioEl padre de Eduardo, Matías y Diego.

-Transformaste algo negativo en algo positivo...

Sí. Agradezco el impacto que tuvo ese “tu papá era mejor”, porque me motivaba, me ayudaba a estar enfocado, porque si ganábamos y yo hacía el gol era como: “¿Ah? ¿No que era mejor?“. Entonces yo lo veo como algo positivo en mi vida. Ese era mi caso. Sé que no para todos los hijos de exjugadores es algo positivo escuchar todos los días que el papá era mejor, pero para mí fue algo muy motivador. Tuve más ambiciones gracias a eso. Hoy eso me ha ayudado a que me dé lo mismo todo. No es que si me dicen algo me empiezo a cuestionar todo. No, me da lo mismo, me enfoco en el siguiente paso y nada más. Por eso agradezco más que nunca haber vivido esa situación. Soy una persona que camina y me pueden decir cualquier cosa, y yo sigo mi camino sin moverme ni un poco.

-¿Y fue tema con tus hermanos? Todos con carreras diferentes, pero me imagino que más de alguna vez ellos escucharon lo mismo también.

No, ni lo hablamos. Nuestro enfoque nunca fue eso. Yo creo que fui al que más compararon porque era el mayor, el más cercano en el tiempo. Mi papá se había retirado y yo ya empezaba a jugar, pero la verdad es que nunca fue tema en la casa. Nuestros temas siempre eran cómo podíamos hacer para ser mejores, no lo que decían los demás. Mi papá hizo que nos enfocáramos solo en un objetivo, en lograr lo que lo que nos propusiéramos y hacerlo de la mejor manera posible, siguiendo nuestro propio camino. Jamás fue tema, nunca se conversó. No nos afectaba.

Eduardo Rubio: entre Universidad Católica y Colo Colo

-Formado en Universidad Católica, fuiste campeón el 2005 ante la U, en ese equipo de Jorge Pellicer, y como capitán levantaste la copa en el Nacional. ¿Qué recuerdos tienes de esa época?

Yo estuve un año de cadetes en Colo Colo, y por un tema de colegio, que no me pude cambiar, me fui a probar a Católica. Hice dos años de formación, llegué a los 16 y a los 18 ya estaba debutando, y (tengo) los mejores recuerdos obviamente, de todos los lugares en los que estuve. Hasta el día de hoy siento el cariño del club cuando íbamos a jugar contra la UC por cadetes. Fue un paso muy importante en mi carrera, pasé de niño a adulto allí. Llegué a la Sub 20 siendo jugador de Católica, a la Adulta igual; salí campeón y me vendieron siendo jugador de Católica, entonces logré muchas cosas. Se formó un grupo humano espectacular. Cada vez que nos vemos con gente del club que sigue ahí, es como que el tiempo no ha pasado. Muy agradecido de mi paso ahí.

-¿Y por el hincha de la UC te sientes valorado? Jugaste 150 partidos, fuiste capitán, campeón...

La verdad, no tengo idea (ríe). Pasa que no tengo redes sociales y paso mucho tiempo enfocado en mi trabajo. Lo único que te puedo decir es que el hincha de Católica que es como de mi edad para arriba, siempre me saluda con mucho cariño. Los más chiquititos, obviamente, ni se deben acordar que jugué allí. Pero el más grande sí, se acuerda mucho, porque fueron épocas muy bonitas, no solo la del campeonato el 2005. Estuvimos mucho tiempo siendo el mejor equipo, siendo muy competitivos. El hincha de Católica de esa época me trata con mucho respeto, hay un reconocimiento, y eso es lo que más valoro.

El atacante en su paso por la Universidad Católica. En la foto junto a Francisco Arrué. Foto: Old Photosport.
Eduardo RubioEl atacante en su paso por la Universidad Católica. En la foto junto a Francisco Arrué. Foto: Old Photosport.

-Y después de tu retorno de México, ¿qué significó volver a Chile y firmar por Colo Colo?

Bueno, imagínate... Mi papá y toda mi familia siempre han sido hinchas de Colo Colo. Fue algo bonito. Yo tengo el recuerdo de ver a mi papá muy contento por ese paso. Todo lo que significa Colo Colo para nosotros, producto de mi padre, es algo lindo. Sentí que en el club cuando me veían a mí, veían a mi padre, y eso era lindo, siempre hubo mucho cariño, mucho respeto. Fue lindo jugar allí y compartir en un equipo siempre de muchas estrellas y mucha exigencia, una exigencia que te la hace sentir la gente, y por eso es el club más ganador y más grande de Chile. La presión se siente, por ser el mejor, por ganar siempre. Es algo que te queda de por vida. La presión de la gente te hace ser incluso más autoexigente contigo mismo. Eso es uno de los motivos de por qué Colo Colo es tan exitoso.

-Colo Colo siempre va a buscar un DT experimentado, pero imagino que estando en la Proyección tenías esas ganas de que algún día te dieran la oportunidad, ¿o no?

Mira, yo soy mucho de momentos. Cuando era el técnico de la 13, yo era el técnico de la 13 simplemente y no pensaba en otra cosa. Después en la Sub 21, era exactamente igual. Siempre me enfoqué en lo que tenía y vivía en ese momento, no en el “quizás” o el “tal vez”... No, porque si tú quieres hacer las cosas bien, no puedes andar dividiéndote al momento de pensar. No podía estar desviviéndome por llegar al primer equipo y pretender hacer bien mi pega en la Proyección. Yo siempre fui muy claro en mi objetivo. Si yo estaba en la 21, tenía que ser el mejor técnico para la 21 y nada más. La verdad es que no me daba el tiempo para pensar en otra cosa. Te mentiría si te digo que sí, que estaba pensando en el primer equipo. No, no era mi enfoque.

-No hace mucho Esteban Pavez dijo que la Universidad Católica era el mejor club de Chile. Tú estuviste en la UC y en Colo Colo, ¿qué me puedes decir?

Mira, yo te hablo en términos generales. Ambos clubes buscan la excelencia, ambos clubes buscan ser los mejores, ambos clubes tratan de ser los más grandes. Yo, como jugador de Católica y Colo Colo, siempre sentí que se buscó lo mismo en los dos equipos. La diferencia la puede hacer la cantidad de gente y títulos que tiene Colo Colo, que tiene más años además, pero después en la interna la exigencia siempre fue la misma. Nosotros en Católica queríamos salir campeones todos los años y en Colo Colo lo mismo. Después, a nivel institucional y organizacional, yo viví lo mismo en los dos clubes. Algunos pueden decir que Católica es mejor formador, pero puedes ver que Colo Colo a veces te forma más jugadores que Católica, y eso lo vez en la cantidad de jugadores de Colo Colo en los otros clubes de Chile. Después, unos pueden decir no, este es mejor aquí o allá, pero en mi época, siempre vi lo mismo, siempre iban por el mismo objetivo. Siempre vi cosas más parecidas que distintas. Vi competencia pareja en ambos clubes.

-¿Algún técnico te marcó?

Hugo Rubio (ríe), que es entrenador de fútbol también... No, a ver, de cada uno de los técnicos saqué lo mejor. No podría decir uno que con sus consejos me hizo clic, porque el que me hizo clic, efectivamente, fue mi papá, con todo lo que me decía. Después, de cada uno saqué lo mejor. De Juvenal (Olmos) me quedó marcada su intensidad, su agresividad, el tema de querer siempre ser el mejor; de (Jorge) Pellicer su manejo de grupo, su tranquilidad; (Marcelo) Bielsa, su perfeccionismo, su alto rendimiento, de estar siempre a tope y esforzarse al máximo. Siempre sumaba algo de ellos a mi juego.

-¿Mejor jugador con el que pudiste compartir?

Difícil, porque acuérdate que yo vengo de la generación que compartió con Arturo (Vidal), (Mauricio) Pinilla... Alcancé a jugar con el Matador (Marcelo Salas), Chupete (Humberto Suazo), Alexis (Sánchez), (Gary) Medel, (Claudio) Bravo...

-Un privilegiado.

Sí, y antes jugué con el Choro (Reinaldo) Navia, (David) Pizarro. Jugué con los mejores de Chile. Después, en México jugué con el Chelito (Marcelo) Delgado, que es una locura. En Suiza jugué con Yann Sommer, que después llegó al Bayern Múnich y ahora está en el Inter, con (Xherdan) Shaquiri, que con 17 años estaba en la Selección de Suiza, con el sucesor de Nani en Portugal también... No, si te dijera todos... Jugué con muchos jugadores buenos. El hecho de compartir con la Generación Dorada fue lo mejor. No sé si sean los mejores en la historia de Chile, pero cuando la gente se ponga a recordar, ellos van a estar ahí. Arturo, Alexis, Gary, Bravo, Chupete van a estar ahí. Y tuve un padre que fue de los mejores de Chile también, entonces imagínate, tuve mucha fortuna.

-¿La Dinastía Rubio continúa?

El Diego tiene dos niños y una niña que juegan fútbol, que juegan acá en la Academia (SG, en Austin, Texas, EE.UU.), y los tres tienen condiciones, así que ahí tenemos continuidad. Mis niñas hacen gimnasia, así que van por otro lado. No sé si más adelante pueda venir otro en camino, no lo puedo asegurar hoy (ríe). El Mati tiene dos niñas y no se van a ir por el lado del fútbol, así que hasta el momento tenemos tres solamente, pero van bien, muy bien. Son fanáticos del fútbol además, les encanta. Tenemos tres posibilidades para continuar con la dinastía.

-La última. Danos una pista de Diego Rubio. ¿Tiene ganas de volver al fútbol chileno o se nos queda por allá?

Mira, es una incógnita cuando uno termina contrato. Es una incógnita gigante. Me ha tocado vivirlo. Cuando terminas contrato y terminas bien, y jugando más encima, hay una infinidad de posibilidades que después te vas por el lado donde tengas mayor cosas que tú buscas, y también depende de la época en la que estás. Porque si tienes más edad, tienes que pensar en otras cosas. Es ilógico decirte que vuelve para Chile o no, porque hay muchos factores. Hasta el momento, la verdad, no sé qué irá a pasar con Diego.

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