Centenario

Si el año pasado resultó impropio y casi escandaloso que Colo Colo cumpliera in extremis con los minutos Sub 21, éste ya es inaceptable. Pero al entrenador del primer equipo no le parece importar nada la promoción de nuevos jugadores.

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Francisco MarchantDebutó a los 18 años en la goleada ante San Felipe. Pero Almirón no lo pone, salvo por obligación.
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Que Colo Colo sea el equipo de Primera División que menos jugadores Sub 21 haya utilizado en el torneo 2025 es un síntoma evidente del estado de las cosas en el club albo el año de su Centenario. La que fuera la mejor cantera del fútbol chileno, donde miles de niños se probaban cada año con el sueño de vestir su camiseta, hoy no es capaz de tener tres o cuatro jugadores emergentes para complementar y enriquecer el primer equipo. Esta temporada, sólo Francisco Marchant ha jugado por lo puntos. Claro que a regañadientes del entrenador que no confía en él y lo pone sin convicción alguna con el único objetivo de amortizar la deuda de minutos.

El 2019 Aníbal Mosa había lanzado un proyecto nada ambicioso, el 60-40: tener para los cien años del club un 60% de los jugadores formados en la cantera. Demás está señalar que la proyección quedó descartada al poco tiempo, pero no sólo eso, la falta de material proveniente de las canteras ha ido menguando cada temporada, hasta alcanzar hoy un punto crítico, inaceptable para el historial formador de Colo Colo. Ya en el campeonato 2024 Jorge Almirón debió traer el viñamarino Cristián Riquelme ante la necesidad de cumplir con el reglamento Sub 21. Curioso, al final Riquelme casi no fue usado y fue Daniel Gutiérrez quien terminó parchando. Además, Riquelme ya ni siquiera está en el club.

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Un palo de ciego. Propio de Jorge Almirón.

Este año las cosas pintan aun peor. Como señalamos, Jorge Almirón ha utilizado malamente a Francisco Marchant y, desde la fecha 18, Colo Colo debe promediar 74 minutos por partido para cumplir el reglamento para evitar la resta de tres puntos a final de temporada. Si el año pasado resultó impropio y casi escandaloso que el club albo cumpliera in extremis con los minutos Sub 21, éste ya es inaceptable. Nada más revelador de la indolencia en la banca colocolina: Almirón improvisa o le da lo mismo. Tal vez ambos. El señor pichanga. Y Aníbal Mosa no es capaz de rayarle la cancha.

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Seguramente en Colo Colo apuestan a los recovecos reglamentarios que permiten sumar “minutos fantasmas”, esto es, amortizar la deuda con nóminas de selecciones Sub 20 y Sub 17. Podrá zafar de esa manera, pero el problema de fondo continuará: el club es incapaz de formar jugadores profesionales competitivos. Y el entrenador del primer equipo tampoco gasta tiempo y energía en promover nuevas figuras. Cómodo, orondo y satisfecho, Almirón se refugia detrás de los veteranos y, si las cosas salen mal, la culpa es de la cancha, los árbitros, el clima o el Espíritu Santo.

Hablar del 60-40 a esta altura es casi una provocación. Sobre todo con la seguidilla de errores, horrores y desgracias que han espoloneado la ya triste celebración del Centenario. Pero se trata de un mínimo. Si Colo Colo no es capaz de sacar dos o tres jugadores por temporada desde la cantera, es que está todo mal. De fondo.

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