¿Qué sabor dejó el estreno de la Sub 20? Seguro que satisfacción por el triunfo, apretado y espectacular. ¿Preocupación por la eficiencia de Japón? Como no sabemos hasta dónde llegará esta Juvenil, es oportuno darle un vistazo a lo que nos han dejado las seis anteriores aventuras mundiales de Chile.

La primera, la de 1987, inolvidable para nosotros porque se jugó en nuestras canchas (llegué hasta la sede de Concepción, enviado por un empresario radial amarrete, alojando en un motel hilachento en Talcahuano), porque vimos a figuras emergentes que serían astros de la entonces Yugoslavia (Robert Prosinečki, Davor Šuker, Zvonimir Boban) y porque su entrenador sería más tarde el DT de nuestro único campeón de Libertadores: Mirko Jozic con Colo Colo en 1991.

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Y por algo más, lo que realmente importa para esta columna: nos dejó una importante cantidad de jugadores para la Selección Adulta. Imagínese: de 17 juveniles ¡10 fueron seleccionados con la Roja grande! Realmente notable. Y anote la calidad: Javier Margas, Luis Musrri, Raimundo Tupper, Luka Tudor, Fabián Estay, Pedro González, Juan Carreño, Reinaldo Hoffmann, Camilo Pino (goleador del juvenil con 5 goles) y Miguel Latín (con paso breve por la Mayor (2 partidos). Es un grupo distinguido de jugadores chilenos, con grandes carreras nacionales y también internacionales.

Pudo haber otro, si Sandro Navarrete hubiese aprovechado las oportunidades que el fútbol le ofreció, pero la indisciplina le ganó al talento de este joven que con 18 años fue uno de los más aplaudidos del plantel que reunió el técnico Luis Ibarra para ganar el cuarto lugar del primer Mundial Sub 20 en que participó el país.

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La siguiente participación mundialista de nuestra Sub 20 fue en Qatar, en 1995, con un plantel seleccionado por Leonardo Véliz, jugador mundialista con la Roja (Alemania, 1974) y entrenador de la Sub 17 (tercera en el Mundial de Tokio, Japón). A Doha, Chile llegó tras clasificar en enero en Bolivia en el grupo B (buen triunfo sobre Brasil 3-2) y ganar sólo un punto en la ronda final, dejando en el último puesto a Ecuador con el mismo puntaje. No fue una brillante clasificación.

El paso por Doha tampoco fue bueno: los nuestros empataron con Japón (2-2) y con Burundi (1-1) para cerrar el grupo B cayendo estrepitosamente con España (6-3).

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Puede parecer un contrasentido, pero de ese plantel fueron 11 los juveniles que llegaron a la Roja adulta. Muchos, pero con menor brillo que la mayoría de los jóvenes del ’87. Con permanencia consistente en ella estuvieron Jorge Vargas, Rodrigo Valenzuela, Sebastián Rozental, Cristián Uribe, Héctor Tapia, Fernando Martel y Mauricio Aros. También estuvieron en la adulta, aunque sólo brevemente, Mauricio Donoso (2 amistosos), Francisco Fernández (2 amistosos) y Dante Poli (2 partidos: un amistoso contra Armenia y uno en la Copa América 1997).

En esta fecha se repiten nombres, pues varios estuvieron también en la sorprendente Sub 17 tercera en el Mundial de Japón. Son los casos de Nelson Garrido, Dion Valle (el australiano-chileno), Osorio, Frank Lobos, Rozental, Ariel Salas (Sub 17, 20 y 23), Héctor Tapia (las mismas tres) y Dante Poli. Todos, en distinta medida, hicieron un aporte. Algunos, además, fueron víctimas de lesiones, como Rozental y Poli.

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Lo que sigue es el Mundial de 2001, en Argentina. ¿Cómo llegamos? Con el cuarto puesto del Sudamericano jugado en Ecuador, después de 6 años sin figuración mundialista.

Esta Selección no hizo un aporte numeroso a la adulta, pero sí fue significativo. Por ejemplo: Johnny Herrera, que cuidó el arco en Ecuador, siguió su carrera en la adulta durante más de 15 años y compartió honores con la Generación Dorada, aunque la titularidad era propiedad de Claudio Bravo, que en menores sólo participó en el Preolímpico de 2004 con la Sub 23, de donde saltó a la mayor.

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También pasaron a la adulta Hugo Droguett (9 PJ), Eduardo Lobos (1), Joel Soto (algunos amistosos), Sebastián Pardo (1). Carreras consistentes tuvieron Rodrigo Millar, con participación en el Mundial de Sudáfrica (gol a España) y en las clasificatorias a Rusia 2018, y Jaime Valdés.

Este último fue la incorporación mayor de esta Sub 20 a la adulta. Pajarito, buen jugador, sólo protagonizó 3 partidos con la adulta y no marcó goles con su camiseta, pero no se debió a causas de rendimiento, sino que a su ausencia por jugar en Europa: desde 1998, con 19 años, a 2005.

Por último, el Mundial Sub 20 de 2005, en Países Bajos. De esto hace 20 años, pero aún hay jugadores en actividad; Marcelo Díaz, por ejemplo.

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Mucho tiempo, pero no tanto espacio, así es que resumo los que ascendieron a la adulta, como Díaz: Fernando Meneses, Nicolás Canales, Pedro Morales, Carlos Carmona, Carlos Villanueva. Y dos notables, como Gonzalo Jara, que jugó 115 partidos (con dos Copas del Mundo, 5 copas América y una Confederaciones en su bitácora). Y Matías Fernández, que también estuvo en todas y, abreviando para cerrar, de quien se dijo: “Chile tuvo en sus filas a un jugador distinto, de esos atrevidos que rompen con la monotonía, que piden el balón a sus compañeros sin miedo a equivocarse”. (Países Bajos, 2005) ¿Aparecerá alguien como él en estos días? Eso queremos.

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