
Este viernes 14 de noviembre, el mundo futbolero chileno despertó remecido por el fallecimiento del exentrenador de la Selección Chilena, el español Xabier Azkargorta, quien dejó de existir a los 72 años de edad.
Con su partida es imposible no recordar un periodo muy particular en el fútbol chileno. Una era especial, con expectativas, surgimiento de cuestionables líderes de opinión y, también, mucho show business con la época del dinero dulce en la televisión.
Chile volvía a las Eliminatorias Sudamericanas, luego del leonino castigo de la FIFA tras el escándalo del Maracaná de 1989. La Roja no había estado en el camino a Estados Unidos 94, por lo que, ahora, crecía el fervor por el camino clasificatorio a Francia 98.
Con eso en mente, llegó a ponerse el buzo de la Selección el español Xabier Azkargorta, quien había sorprendido al mundo entero al clasificar a Bolivia a la Copa del Mundo de 1994. Comenzaba entonces la era del Bigotón.
Así era el fútbol chileno (y Chile) cuando llegó Azkargorta
¿Cómo era Chile cuando arribó el vasco? Xabier Azkargorta comenzó su camino en la selección en enero de 1995 y el país futbolero que lo recibía tenía muchas particularidades.
De partida, como hacía ocho años que Chile no podía participar en eliminatorias, la expectación era cada vez más grande por ver partidos de La Roja que, en realidad, tenía pocos desafíos hasta entonces al estar castigada por la FIFA.
Lee también“Muerto el perro, se acaba la rabia”: La frase que inmortalizó Xabier Azkargorta en el fútbol chilenoEsa expectación, en un ambiente enfervorizado, fue el caldo de cultivo para que se levantara la figura del exfutbolista Eduardo Bonvallet como referente obligatorio de muchos quienes encontraban en él al que “decía las cosas por su nombre” en cuanto al fútbol chileno.
Un valiente, bienaventurado y quizás cuántos halagos más, para algunos; un racista, populista y violento para otros (Víctor Hugo Castañeda declaró alguna vez “habría que preguntarle a Bonvallet si sabe para qué lado se da la vuelta olímpica”). El asunto es que el mundialista chileno en España 82 era ”LA" referencia futbolera de moda en el dial y en la televisión en esos años.
Como Bonvallet “decía las cosas por su nombre”, según sus adoctrinados fieles, no tardó en tener roces con el entrenador español; más bien, se trataba de diatribas proferidas por el exfutbolista de manera gratuita hacia el Vasco. Azkargorta, por lo general, no respondía a los ataques, pero eso fue socavando notablemente la percepción de los hinchas hacia el DT.

En esa época, de dinero dulce en la televisión chilena, un panorama obligatorio era el programa Viva el Lunes. Un show televisivo animado por Cecilia Bolocco, Álvaro Salas y Kike Morandé en que los billetes verdes se tiraban literalmente por la ventana para traer a invitados de lujo. ¿De cuánto lujo? Algunos ejemplos: los actores Salma Hayek, Jean-Claude Van Damme y Anthony Quinn o el mago David Copperfield.
A ese espacio televisivo, comenzaron también a asistir con asiduidad algunos elementos de la Selección Chilena, entre ellos, Azkargorta, quien es recordado por una aparición en que se lució tocando la harmónica...
Sobre el fútbol en sí, el país que esperaba a Bigotón era uno de estelar nivel en cuanto a los clubes nacionales: Colo Colo campeón de la Libertadores en 1991; Univeridad Católica, finalista en 1993; Unión Española, cuartofinalista en 1994; Universidad de Chile, campeona nacional 94 en un inolvidable torneo que animó palmo a palmo con la UC de Beto Acosta y Gorosito.
Por el lado de las Selecciones, en tanto, un castigo doloroso. Xabier Azkargorta estuvo algo más de un año al frente de La Roja y dejó algunos hitos importantes. Aquí los enumeramos...
El debut de la dupla ZA-SA, una delantera brillante para Chile
El primer amistoso de Xabier Azkargorta como seleccionador nacional fue el 29 de marzo de 1995, en un amistoso ante México en Estados Unidos.
Chile ganó por 2-1 (auspicioso estreno para Bigotón), pero un hecho fue clave: ese día, alinearon como titulares los inolvidables Iván Zamorano y Marcelo Salas y, de hecho, marcaron un gol cada uno.
Es el estreno oficial de la dupla Za-Sa en propiedad. No el primer partido en que actuaron juntos, ya que eso ocurrió en mayo de 1994, en la era de Mirko Jozic, durante un amistoso ante Perú en que ambos astros coincidieron por 30 minutos en la cancha del Estadio Nacional; pero sí se considera el duelo en California como el nacimiento de una dupla letal.

Un bochorno inolvidable ante Perú en Lima
Es una de las presentaciones más horrorosas en la historia de las selecciones chilenas. El 19 de abril de 1995, es decir un mes después del triunfo sobre México, la Selección jugó un amistoso ante Perú, en el Estadio Nacional de Lima.
Un Clásico del Pacífico siempre capta miradas y en esta ocasión no fue distinto. Claro que pocos esperaban un desenlace tan catastrófico para Chile: 6-0.
Sí. Asombro total, ya que los incaicos vapulearon al equipo de Azkargorta por 6-0, con dos tripletes de jugadores que pasaron por el fútbol chileno: Flavio Maestri y Ronald Baroni.
Comenzaban las críticas hacia Azkargorta. Por parte de Bonvallet, de los hinchas en general y de parte de todos los que le cuestionaban que haya declarado que “Álex Varas era el arquero del futuro”: el guardavallas tuvo una actuación para el olvido.

Chile gana un título de la mano del Bigotón Azkargorta
No todo fue negro en el paso de Xabier Azkargorta por la Selección Chilena. De hecho, hasta La Roja ganó un título con el Vasco en la dirección técnica.
Sí, uno de un torneo amistoso y no de primerísimo primer nivel, pero título al fin: Chile derrotó a Irlanda del Norte por 2-1 y a Canadá por el mismo marcador, para imponerse en la Canada Cup 1995, jugada en mayo de ese año en Edmonton. No fue gran cosa, claro está, pero peor es nada...
La horrorosa experiencia de la Copa América 1995
Llegó, entonces, el primer torneo oficial de Chile al mando de Xabier Azkargorta. Y fue una verdadera pesailla: la Selección fue, lisa y llanamente, a dar la hora a Uruguay en la Copa América.
Jugó en Paysandú y perdió ante Estados Unidos y Argentina y empató con Bolivia. Última en su grupo, goleada por la Albiceleste (los trasandinos marcaron al minuto de partido) y llena de dudas.
Las críticas se multiplicaban. Dolía que Chile jugara tan mal y que, a la vez, las apariciones en Viva el Lunes sugerían que el foco no estaba en un 100 por ciento en la pelotita.
El estreno eliminatorio en Barinas y el fin de una era
Momento del estreno en el gran escenario. Para eso Chile había esperado ocho años: volver a las eliminatorias mundialistas, esta vez, rumbo a Francia 98.
El primer partido era ante Venezuela, en el Estadio La Carolina de Barinas. Tres puntos seguros, se pensó, ya que en esos años no se concebía que alguna selección de Conmebol perdiera puntos, ni como local ni como visitante, ante los Llaneros.

Chile estuvo a escasos segundos de perder ese partido. Venezuela estuvo en ventaja por 1-0 hasta el segundo minuto de descuento, cuando Javier Margas igualó la cuenta. Un empate que, sí, en definitiva, fue vital para clasificar al Mundial, pero que en ese momento fue considerado como algo imperdonable.
Hasta ahí llegó la era del Vasco en La Roja. Destituido y al otro partido, ante Ecuador en el Estadio Nacional (4-1 Chile), en la banca estuvo Nelson Acosta. El público en Ñuñoa cantaba: “Se fue, se fue, se fue, se fue Azkargorta; y ahora con Acosta, vamos a clasificar”...
El mítico adiós de Xabier Azkargorta a la Selección Chilena quedó inmortalizado con la frase que lanzó en la conferencia de prensa: “Muerto el perro, se acaba la rabia”.
No le fue del todo bien, pero no caben dudas: Xabier Azkargorta marcó una época en el fútbol chileno.







