Reinaldo Navia fue uno de los delanteros chilenos más reconocidos en los inicios de siglo. Ahora radicado en México, el porteño habló en una entrevista con Prensa Fútbol, en donde compartió detalles de un recordado penal que le marcó a Brasil en las eliminatorias hacia Alemania 2006, y en donde David Pizarro fue protagonista.
El exseleccionado, recordado por episodios imborrables con La Roja, como el gol en Londrina o el tanto a Argentina en Buenos Aires, relató cómo se convirtió en el ejecutante del penal en el partido contra el campeón mundial vigente en ese entonces.
Navia reveló que no era el primer designado para ejecutar el penal. Según lo establecido por el técnico Juvenal Olmos, David Pizarro era el lanzador número 1 y él ocupaba el segundo lugar en la lista. Sin embargo, en un giro inesperado, Pizarro decidió pasarle la responsabilidad a Navia. “Era el minuto 43 del segundo tiempo y aparte el ‘Chico’ Pizarro no quiso patear el penal y me tiró la responsabilidad”, declaró el ex Wanderers.
“Es lógico que habían nervios, si ese día no cabía ni una aguja en las tribunas. Estaba llenísimo. Íbamos perdiendo, pero habíamos hecho un gran partido. Había tenido varias ocasiones que salvó Dida, entonces tú piensas que es de esos partidos que ya no sale el gol y las cosas no andan”, expresó.
En tono humorístico, el “Choro”reveló el motivo detrás del inesperado traspaso de la responsabilidad por parte de Pizarro: “Aparte el ‘Chico’ Pizarro me había pasado la pelota, me dice ‘pégale tú, yo no le quiero pegar’ (risas). Ahí yo le dije ‘cagón’, pero me respondió que Dida le había atajado un penal en la semana jugando por el Udinese y ya lo conocía. Así se la sacó”, advirtió.
Un grito que ilusionó a Chile
Ante el desafío de enfrentar a Dida, un arquero de gran estatura que parecía cubrir todo el arco, Navia describe cómo se preparó para el penal: “Puse la pelota, miré a la galería y pensé que si se me va el penal, dónde me voy a meter, porque acá me van a comer vivo. Y la verdad le pegué con el corazón, con el alma”.
El partido terminó 1 a 1 ante un equipo que estaba plagado de estrellas Ronaldo, Roberto Carlos o Kaká, lo que ilusionó a los fanáticos de la escuadra nacional. Pese a la ilusión, Chile quedó fuera de aquel Mundial a tres puntos del repechaje.