Esto comenzó hace poco más de una década. En 2014, tras volver de Italia, donde completó su preparación para ser entrenador, Nicolás Córdova llegó a la Selección Chilena, para ser el ayudante de Hugo Tocalli en la Sub-20.
El argentino, pese a sus pergaminos, fracasó rotundamente al mando de La Rojita, dejando al exvolante como su reemplazo de emergencia. Había una necesidad inmediata, ya que se debía competir en el prestigioso Torneo de L’Alcudia. En ese plantel había jugadores que luego harían su camino propio como adultos, como Francisco Sierralta y Jeisson Vargas, pero uno que captó la atención de Córdova fue Gabriel Suazo, a quien incluso eligió a dedo como capitán para ese campeonato, donde Chile fue campeón.
Formado en Colo Colo, el por entonces volante central no era muy vocal, pero sí ejercía otro tipo de liderazgo dentro de un grupo joven, más con acción que con palabras. Su profesionalismo, como un muchacho que no se volvía loco con la fama repentina, también era llamativo.
Si bien no son amigos, el vínculo se mantuvo, mientras Córdova hacía sus primeras armas como DT en el profesionalismo y Suazo despuntaba en su carrera, pasando de ser reserva a titular y capitán en el Cacique hasta dar el salto a Europa.
Hoy, en un contexto similar aunque en la Selección Mayor y no Juvenil, el reencuentro se volvió a dar de forma algo inesperada, tras la salida de Ricardo Gareca de La Roja. Pero si Córdova tenía algo claro es que ese muchacho al que conoció de mozalbete tenía todas las condiciones para ser su líder, dure lo que dure su período.
Suazo, el nuevo capitán
Tras ser anunciado como DT interino de la Selección Chilena, Córdova corría contra el tiempo para preparar la doble fecha eliminatoria que daría comienzo -y tal vez final- a su proceso. Visitó varios estadios del fútbol chileno (marcando una clara diferencia con su antecesor) y solo pudo organizar una gira a Argentina, para visitar a la gran colonia de jugadores nacionales al otro lado de la cordillera.
Con los “europeos” -cada vez menos, por cierto- fue una comunicación a distancia, pero un llamado clave en su agenda fue con Suazo. Cuando hablaron por primera vez, el ahora lateral izquierdo ni siquiera sabía en qué equipo jugaría, pero sí recibió el voto de confianza de su nuevo seleccionador, quien le comunicó que planeaba darle la jineta, según cuentan desde Juan Pinto Durán.
A esa altura Córdova ya tenía definido que en su nómina no habría integrantes de la Generación Dorada y que uno que para muchos podría reemplazarlos en cuanto a liderazgo intrínseco, Brayan Cortés, probablemente tampoco sería considerado.
Había otros candidatos, como Paulo Díaz y Guillermo Maripán, los “veteranos” de procesos anteriores que pasaron el corte, pero el DT no tenía tanta llegada con ellos. Ellos serían los vice-capitanes, por su dilatada trayectoria en el extranjero, pero el ahora jugador del Sevilla iba a ser el número 1 desde el comienzo.

Según fuentes de En Cancha, al momento que los nominados empezaron a llegar al país, se fueron dando cuenta poco a poco de la decisión de Córdova. Nunca hubo una charla formal, ni menos una votación, pero lo que sí quedó claro es que la gran mayoría estaba totalmente de acuerdo con la elección del nuevo capitán. Incluyendo a los zagueros de River Plate y el Torino, sus principales “rivales”.
Por eso, sin una notificación oficial, a nadie le sorprendió cuando este martes Córdova apareció con Suazo al lado. Sin decirlo, lo presentaba oficialmente como su capitán.
Sus primeras palabras como el nuevo líder, por cierto, confirmaron la misma visión que lo hizo acreedor del honor.
“Agradezco que me vean de esa forma, pero soy igual en mi casa y cuando entreno. Mi forma de ser no cambia ni estando primero o último. Trato de entregar mi personalidad y mis valores a mis compañeros“, señaló el carrilero, con evidente emoción en su rostro y su voz.
A los 28 años, este jueves ante Brasil Suazo será capitán por primera vez de la Selección Chilena, un honor que por más de una década perteneció a Claudio Bravo y que, en su reemplazo, tomaban nombres pesados como Gary Medel, Alexis Sánchez y Arturo Vidal.
Ahora le corresponderá a él, y la única duda es saber si Córdova seguirá o no para mantenerlo, o si quien llegue tendrá la misma evaluación que el DT y el plantel hicieron en esta ocasión.