Nicolás Córdova, Ian Garguez, Juan Francisco Rossel y Agustín Arce fueron solo algunos de los miembros de la Selección Chilena hablaron luego de la eliminación en el Mundial Sub 20 tras la goleada 1-4 ante México.
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El entrenador lo hizo varias veces en zona mixta, no eludió ninguna pregunta y dejó conceptos interesantes para el análisis. Los jóvenes, con pocas palabras, hicieron lo suyo: dieron la cara.
Sin embargo, una de las voces que más se esperaba tras el nuevo fracaso de un equipo nacional era la del presidente del fútbol chileno, Pablo Milad.
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Pablo Milad se “arrancó” del estadio para no enfrentarse a los medios
Increíblemente, el mandamás no compareció jamás con los medios. No se le vio en zona mixta, no fue enfocado por la transmisión oficial y se escabulló sigilosamente.
Incluso, según indica El Mercurio, el directivo salió del estadio Elías Figueroa Brander por un sector donde no había medios de comunicación que pudieran abordarlo.
Arriba de un vehículo polarizado salió rápidamente del recinto. Tan rápido, que ni siquiera los hinchas que deambulaban afuera del estadio lo vieron.
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Más increíble que el silencio stampa es que, según ADN, el apuro de Milad se debía a que tenía programada una cena con su par de la federación colombiana.
No hubo respaldos para Córdova ni explicaciones al público
No solo Milad guardó silencio. El gerente de selecciones, Felipe Correa, tampoco habló con los medios, pese a que es el gran respaldo del estratega.
No hubo explicaciones de ningún tipo, tampoco para una hinchada chilena que estuvo a la altura y llenó el Estadio Nacional en tres ocasiones con más de 40 mil personas, y anoche el Elías Figueroa con cerca de 20 mil.
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Córdova fue la única cara visible, pero fue dejado solo y debió enfrentar toda la presión de los medios, además de asumir los cánticos que en el estadio mismo pedían su salida.
En Quilín, nadie confirma si habrá alguna comunicación formal a modo de análisis de la participación de Chile. Lo cierto es que, en algún momento, se tendrá que dar la cara.
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