
Después de meses de dudas y búsqueda, La Roja por fin respira un poco. Chile cerró su gira por Rusia con una señal potente: dos triunfos y tres en fila algo que no ocurría desde 2023, y que empieza a instalar una sensación que parecía perdida.
La ilusión de que el recambio puede asentarse antes del Mundial 2030. Los triunfos por 2-0 a Rusia y 2-1 a Perú, dejaron varias conclusiones. Pero, sobre todo, cinco nombres propios que se ganaron terreno en la gira.
La defensa se afirmó en Rusia
Si había una posición con discusiones abiertas, era la portería. Pero la gira terminó por despejar esa incógnita. Lawrence Vigouroux se mostró sólido, firme y con esa solidez que tanto se le pedía a un arquero del nuevo proceso.
En ambos encuentros, el guardameta del Swansea City fue exigido y respondió siempre con personalidad, salvando pelotas difíciles y transmitiendo seguridad a la línea defensiva. Hoy, el arco chileno comieza a tener dueño.
Otro que dio un salto gigantesco fue Benjamín Kuscevic. Titular en los dos compromisos, y rindió tanto en línea de tres como acompañando a Iván Román o Guillermo Maripán.
Lee tambiénCarrera letal y definición perfecta: el gol de Osorio a Perú que ilusiona a Chile para el futuroChile volvió a mostrar una defensa confiable, y gran parte de esa mejoría pasa por Kuscevic: ordenado, atento a los cruces y con salida limpia. Un defensor que empieza a transformarse en pilar del nuevo equipo de la Selección Chilena.
Francisco Salinas también destacó. El campeón con Coquimbo Unido vivió una gira inolvidable, debutó ante Rusia, pero fue contra Perú donde realmente mostró por qué su llamado estaba justificado.
Incisivo por la banda, con despliegue y valentía, participó directamente en el primer gol ante los incaicos y fue una amenaza constante en ataque. Un estreno que confirma que el fútbol chileno, especialmente el campeón, está produciendo alternativas.
Loyola y Osorio vuelven a brillar
Lo venía mostrando en Independiente y ahora lo ratificó con la Selección. Felipe Loyola fue otro gran ganador del viaje: intensidad, claridad y un despliegue que ordenó al equipo en el medioterreno.
Ante Perú fue uno de los más destacados. Marcó el gol del empate, manejó los tiempos y se entendió muy bien con Marcelino Núñez como eje. Uno de los mejores partidos del volante con La Roja, justo cuando más se necesitaba solidez en esa zona.
Y, quizás, el nombre más ilusionante para el futuro fue Darío Osorio. La Joya de Hijuelas jugó sus mejores partidos con la Selección.
Contra Rusia cumplió un rol táctico y disciplinado, pero ante Perú explotó: generó el primer gol, anotó el 2-1 definitivo y se transformó en el futbolista más desequilibrante de la cancha. Entre jugadas de peligro y centros venenosos, por fin asomó el Osorio que todos esperan ver.






