
El sueño más grande de cualquier futbolista es jugar a nivel de selecciones, en donde están los mejores. Si bien siempre se espera hacerlo por el país de nacimiento, a veces surge la opción de defender los colores del lugar que te recibió con los brazos abiertos.
Este es el caso de Ramón Fernández, oriundo de Formosa, Argentina, pero que lleva en Chile cerca de quince años. Un tiempo que le permitió recibir la nacionalidad chilena mientras defendía los colores de O’Higgins en 2016, en uno de los mejores momentos de su carrera.

El volante, quien ahora defiende la tricota de San Marcos de Arica y lucha por llevar a los Bravos del Norte a Primera División, conversó con En Cancha y se refirió a la posibilidad de jugar en la Selección Chilena. Aclaró que nunca le llegó un llamado, pero si eso hubiera ocurrido habría aceptado inmediatamente.
Ramón Fernández y la Selección Chilena
“Llevo casi quince años en el país, por lo que ya tengo mis documentos chilenos. Mi intención era liberar un cupo en el club que me tocara defender, pero si se fijaban en mí desde la Selección Chilena, no hubiese tenido problemas con sumarme a los trabajos”, comenzó señalando Ramón Fernández.
Por aquel entonces, Chile era una de las selecciones más competitivas de Sudamérica y el mundo, con jugadores de talla mundial. Entendiendo aquello, el talentoso volante sabía que, pese a ser convocable, era sumamente difícil integrar alguna nómina.
“Me hubiese gustado jugar en la Selección Chilena, obviamente. Lo que pasa es que en mi mejor momento Chile tenía un equipo único, lleno de fenómenos, entonces no había chance. Y aparte, tener dos monstruos delante como Matías Fernández y Valdivia… era imposible jugar ajaja", señaló el volante.
Pese a las ganas que tenía de defender a La Roja, Ramón Fernández se quedó tranquilo, aceptando que no era su momento: “Obviamente, uno trabaja y vive para el fútbol, y me hubiese encantado. Igual estaba tranquilo en ese momento, porque Chile estaba muy bien”.






