Matías Almeyda es el actual entrenador de Alexis Sánchez y Gabriel Suazo en el Sevilla, que hoy tiene un partido clave ante Valencia para tratar de recuperar posiciones en LaLiga de España.
Hasta ahora la alianza entre el DT argentino y los jugadores chilenos ha sido positiva, pero pudo haberse producido mucho antes. Y es que Almeyda confesó lo que era un secreto a voces: hace poco estuvo muy cerca de ser el entrenador de la Selección Chilena.
Era plena época de la pandemia, con La Roja buscando entrenador para reemplazar a Reinaldo Rueda en la lucha por clasificar al Mundial de Qatar 2022.
Y ahí Almeyda, que por entonces dirigía al San Jose Earthquakes de la MLS, siempre estuvo entre los favoritos de la ANFP. Básicamente, por sus buenos resultados dirigiendo en Argentina y México, además de su conocimiento de los jugadores y del medio chileno. Una negociación que, sin embargo, no terminó llegando a buen puerto, abriéndole la puerta a Martín Lasarte como plan de emergencia.
“Sí, sí, es verdad. Yo hablé con la gente de la selección (chilena). Estaba muy entusiasmado, muy entusiasmado porque era un desafío muy lindo”, reconoció Almeyda en la conferencia previa al choque de hoy domingo. “Es una gran selección, con grandísimos jugadores que habían ganado lo que ya habían ganado”.
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¿Por qué no llegó a Juan Pinto Durán entonces? "El tema es que tenía una cláusula muy alta donde estaba. Y era imposible que pagaran una cláusula tan alta por un entrenador", apuntó sobre las trabas que le pusieron en Norteamérica para salir.
Obviamente, La Roja ahora una vez más está buscando DT, un puesto que Nicolás Córdova ha ocupado de forma interina en los últimos meses, y al que Manuel Pellegrini -su vecino y rival en Betis- parece ser el máximo favorito.
“El sueño quedó ahí”, señaló Almeyda sobre sus chances de retomar conversaciones, bajándose de la carrera, aunque reconociendo que fue algo que en su momento lo ilusionó mucho.
“Fue una de las últimas conversaciones que tuve con mi padre. Fue en época de pandemia. Salió la noticia y mi padre me dijo ‘Te tenés que venir, porque yo de Argentina a Chile me voy en auto y te veo todos los fines de semana. Paso por Mendoza y cruzo a Santiago. Cuando le dije que no se podía, fue una frustración familiar. Pero bueno, había un contrato firmado”, concluyó.
