
Un gran remezón está presenciando la industria de los videojuegos. Y es que EA completó de manera formal la adquisición de Codemasters por nada más que 1.200 millones de dólares, todo un golpe para el mercado. Con esta operación, la empresa norteamericana no solo da la bienvenida al capital humano, sino que también se hace con las propiedades intelectuales de los principales títulos de la marca, tales como Dirt, Grid, Project Cars y Fórmula 1.
Asimismo, a estos nombres se le unen sagas propias de la compañía, la más importante de ellas Need for Speed. De esta manera, EA cuenta con una de las principales parrillas de videojuegos de conducción, teniendo la oportunidad de ofrecer a los fanáticos una cadencia regular de este tipo de títulos.
En un comunicado de prensa, Electronic Arts manifestó que esta combinación representa "una nueva era emocionante en el entretenimiento de los juegos de carreras". Además, agregaron que este "es el comienzo de una etapa emocionante para los juegos y el contenido de carreras".
Mientras que por su parte, Frank Sagnier, CEO de Codemarters subrayó que este "es un hito importante en la historia" de su compañía, calificando el día de "emocionante" para los empleados y jugadores. "La asociación con EA permitirá a nuestros equipos llevar nuestras aclamadas licencias a nuevas cotas y llegar a una enorme audiencia global a través de su red de jugadores. Juntos podemos redefinir el panorama de los videojuegos de conducción para crear experiencias aún más atractivas para los aficionados a las carreras de todo el mundo", añadió.
Hay que recordar que el propietario de Rockstar Game, Take-Two, también intentó adquirir Codemarsters. Para esto presentó una oferta que fue aceptada inicialmente, pero que fue dejada de lado cuando EA realizó una propuesta más convenientes para los vendedores.