
La situación que atraviesa WhatsApp con el cambio de sus condiciones ha hecho que los usuarios vuelquen la mirada en otra aplicación bastante popular: ¿Qué pasa con Instagram?
La duda surge porque, tal como se sabe, dicha red social también pertenece a Facebook, cuyo modelo de negocios es la unificación de sus plataformas.
La privacidad en Instagram y la fake news de la cámara
En ese sentido, en diciembre pasado ya se había informado (de manera errada) en los términos y condiciones de Instagram que los usuarios estaban dando permiso a que la compañía usara sin su consentimiento la cámara del móvil, lo que daba pie a que las personas fueran espiadas.
Lo anterior no tendría otra razón más que estudiar las reacciones de las personas ante anuncios publicitarios que estuvieran viendo en la pantalla del móvil, así como también para analizar la rapidez con que se da click en los anuncios o bien si se da pausa en algún detalle.
Ante las repercusiones que generó esta información imprecisa, Instagram salió con una aclaratoria, informando acerca de cómo funcionaria el reconocimiento facial.
"Si se activa esta función, usaremos la tecnología de reconocimiento facial para reconocerte en fotos, videos y experiencias de la cámara. Las plantillas de reconocimiento facial que creamos pueden constituir datos con protecciones especiales en virtud de la legislación de tu país. Puedes obtener más información sobre la manera en la que usamos esta tecnología o controlar cómo la empleamos en la configuración de Facebook. En caso de que introduzcamos tecnología de reconocimiento facial en tu experiencia de Instagram, te lo informaremos previamente y podrás decidir si quieres que la usemos para ti", señaló la marca.
Sin embargo, como Instagram es propiedad de Facebook, también toma datos de las cuentas, por lo que usa de parte de los usuarios: datos de los dispositivos y productos de la red social, información relacionada con sus ubicaciones, investigación y desarrollo de productos e interacción con terceros.