El hecho fue denunciado por "Defendamos Chiloé", una agrupación medioambiental de la zona que acusó que los sujetos habrían amarrado por la cola a los tiburones, para luego apedrearlos en el cráneo.
Tras solo ocho partidos, en los que no consiguió victorias, el cuadro azteca tomó la decisión de finalizar el vínculo.