Este lunes el hijo de Raquel Argandoña, Nano Calderón, salió de la cárcel para dirigirse a un centro de salud mental en donde cumplirá arresto domiciliario. Tras la noticia, el rostro de Canal 13 dio declaraciones en el matinal "Bienvenidos".
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En el espacio, Raquel Argandoña se refirió al gran cambio que ha vivido su hijo, luego de pasar semanas en la cárcel. Además, la panelista del matinal contó cómo ha sido su experiencia dentro del recinto. "Yo prometí contar poco, pero ya que ustedes fueron tan deferentes en los momentos críticos míos...
Él me decía: 'Mamá, es terrible, ahora aprecio lo que es vivir.
Hay una ventana chiquitita que veo una luz, que una bola se ilumina y veo que hay vida'"
, fue el relató que Nano Calderón compartió con su madre. "Y yo decía: '¿Dónde hay una bola en gendarmería?'. Y una noche fui y vi una bola que se iluminaba y es la bola de Claro, que está frente a gendarmería. Y yo dije: 'Qué increíble, tantas veces que he pasado por ahí'. Todos vemos esos letreros luminosos día a día,
pero cuando estás privado de libertad, ahí le tomas importancia de lo que está en la calle
", reflexionó. Raquel Argandoña contó otra experiencia de su hijo dentro de prisión: "Me dice: 'Mamá, en mi habitación hay un hoyo en el techo. Yo lo tapé con un polerón porque me daba frío y después cuando cambió el clima saqué el polerón y yo
sacaba la mano por este hoyo y sentía el aire"
. Fue ahí cuando el rostro de Canal 13 aseguró que "
nosotros que muchas veces andamos en la calle y no nos damos cuenta de las cosas simples"
.
El gran cambio de Nano Calderón
La panelista de "Bienvenidos" se mostró convencida de que Nano Calderón ha progresado y aprendido durante su tiempo en Santiago 1.
"Fue muy bueno para él, fue una buena escuela. Duro para mí, duro para el entorno, pero eso nos hizo aterrizar y yo creo que ahora somos distintos"
, dijo entre lágrimas.
"Yo veo que él ha cambiado mucho, he visto que él quiere ser otra persona. 'Mamá', me dice, 'yo nunca fui malo, tu vas a ver que voy a ser tu orgullo'"
, comentó. Finalmente, Raquel Argandoña cerró haciendo un mea culpa.
"Todos los hijos son distintos, pero cada madre conoce a su hijo y mi hijo siempre fue bueno", dijo, para luego sentenciar: "Quizás le faltó afecto y estar pendiente de él y yo no voy a volver a fracasar".