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Reina Isabel II manifestó su desilusión ante los fallidos matrimonios de sus hijjos

Tres de los cuatro hijos de la monarca se divorciaron de sus parejas, situación que será profundizada en una nueva biografía.

Pese al hermetismo propio de la Reina Isabel II, recientemente se reveló que, estuvo sumamente triste por los fallidos matrimonios de sus hijos. Esta confidencia sería abordada en una nueva biografía sobre su vida y la de la Familia Real, escrita por el biógrafo Robert Hardman, quien exploró el dolor privado de la soberana.

Serían tres de los cuatro hijos de la monarca se divorciaron de sus respectivas parejas y esto provocó una gran decepción para la monarca. Los matrimonios de sus hijos Carlos de Gales, Andrés de York y la Princesa Ana del Reino Unido llegaron a su fin en la década de los 90.

La revista People, publicó extractos de lo que será la próxima biografía real, "Queen of Our Times: The Life of Queen Elizabeth II", donde el experto real, Robert Hardman, expresó: "Aparentemente estoica, como siempre, la reina estaba encontrando las conversaciones de divorcio profundamente perturbadoras".

Un exfuncionario de la Casa Real, reveló al biógrafo que, de vez en cuando, se podía sentir la desesperación de la Reina Isabel II: "La angustiaba mucho más de lo que aparentaba", expresó un expersonal de la soberana. De esta manera, el hijo menor de monarca  Eduardo de Wessex, fue el único quien pudo mantener un matrimonio estable. 

La decepción de la Reina Isabel II, tras los fallidos matrimonios de tres de sus hijos

En conversaciones con la misma fuente que reveló el gran pesar de la Reina Isabell II, en la biografía investigativa de Robert Hardman, el extrabajador de la Familia Real dijo haber intentado poner en perspectiva a la soberana: "Le dije, 'Su señoría, parece que es algo que está pasando en todos lados. Casi es una práctica común', pero ella solo dijo, '¡Tres de cuatro!' con profunda tristeza. Uno simplemente no debería subestimar el dolor por el que ha pasado".

A pesar de lo que estaba pasando internamente, la monarca nunca perdió la calma durante su "año terrible", como ella misma definió en 1992. En dicho periodo la soberana, vivió un incendió que terminó por destruir parte del Castillo de Windsor y en paralelo se desprendió el colapso de los matrimonios de Carlos, Ana y Andrés, así como los escándalos de la Princesa Diana.

"Recuerdo una sola ocasión en la que fui a verla y ella exclamó: '¡No! ¿Qué sigue?'", contó el exsecretario de prensa de la Reina Isabel II, Charles Anson, al experto real que publicará el próximo 5 de abril su nueva biografía real: "Queen of Our Times: The Life of Queen Elizabeth II".

Finalmente, agregó que, a pesar de la exposición del divorcio de sus hijos, ella "nunca fue irritable, siempre se mantuvo completamente estable". Su Majestad eligió la "quietud" en medio del drama que rodeaba la separación del Príncipe Carlos y Lady Di, un enfoque que aprendió de su padre, el rey Jorge VI.

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