Con un fuerte acercamiento al cine documental y un especial interés en el trabajo con archivo, la joven cineasta Francina Carbonell creó su ópera prima, "El cielo está rojo". En la película, la cineasta recopila y relata el material de la trágica noche del 8 de diciembre de 2010, cuando un incendio en la cárcel San Miguel cobró la vida de 81 reos.

Este martes, "El cielo está rojo" resultó ser una de las producciones chilenas nominadas a los Premios Platino 2022 sumando un nuevo reconocimiento internacional.

Su directora, Francina Carbonell, habló previamente con TiempoX sobre las inquietudes que la motivaron a llevar adelante este trabajo y las dificultades que inevitablemente se pusieron en el camino a la hora de realizarlo.

En sus palabras, fue un extraño impulso hace 11 años el que se mantuvo constante en su mente y más tarde se materializó en esta obra, la que comenzó como su tesis para la carrera de cine en la Universidad de Chile.

"Tiene que ver con algo más físico que me pasó ese día del 2010. Estaba en el colegio, vi las noticias y me enfrenté a esas imágenes. Me pasó algo muy corporal de sentir que me estaba enfrentando a una escena muy infernal que estaba ocurriendo. Me quedó muchos años dando vueltas, como algo que no lograba dimensionar", confesó.

Fue ese impulso el que la llevó a investigar y "empezamos a ver que en cada uno de esos restos estaban las marcas de un país que tiene una diferencia de clases sociales brutales, donde hay una justicia para los pobres y una para los ricos". "Cuando me enteré que no había habido ningún culpable después de casi 4 años, sentimos todos una impotencia muy grande", relató como una de las grandes motivaciones para sacar adelante "El cielo está rojo".

Las cosas no iban a ser fáciles tras el trabajo de "El cielo está rojo"

"En términos de producción y de acceso fue todo muy difícil y era de esperar. Entramos en una especie de loop de insistencias", reveló Francini Carbonell en conversación con nuestro medio, asegurando que entre la mala voluntad de varias personas, los familiares de los 81 les entregaron su apoyo para guiar el trabajo.

"Nos costó muchísimo que nos entregaran la carpeta judicial, a pesar de que eran archivos públicos. Obviamente son archivos que dejan a las instituciones muy mal paradas y era obvio que iban a poner resistencia y obstáculo a que se mostraran", añadió.

Considerando que también les costó ingresar a la cárcel a grabar, la cineasta reveló que desde el principio dudaron si podrían terminar la película. Tras lograrlo fue otra inquietud la que apareció, la de mostrar el resultado a las familias afectadas.

La primera función de "El cielo está rojo" ante las familias de los 81 reos

"Tenía mucho miedo de cómo iban a ver la película. Cuando uno piensa en ir a ver imágenes de la noche en que perdiste un hijo, un hermano, una pareja, es una idea súper dura. Les advertí qué iban a ver e hicimos una función muy dolorosa pero muy hermosa. Estaban muy compuestos, sintiendo que valía la pena esa lucha que estaban dando", relató la directora.

"Me acuerdo de una de las mamás que se me acercó y me dijo ‘nunca había visto el relato completo’. Nadie le había explicado cómo pasó esto. Después de esa función sentí que tenía sentido lo que había hecho", concluyó Francina Carbonell.

Mira el tráiler de "El cielo está rojo"

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