“Tenía 15% de posibilidades de vivir”: Mauricio Flores revela el mal pronóstico de salud que tenía su hija, Danika

Mauricio Flores será uno de los invitados del nuevo episodio de “Podemos Hablar”, en donde se refirió al difícil momento que vivió junto a su hija, Danika, quien sufrió un accidente cerebrovascular (ACV) y que estuvo complicada de salud por 25 días.

Ante esto, el humorista se referirá a cómo fue el momento en el que se enteró de lo que le ocurrió a su retoña: “Me llama mi hijo Danko y me dice: ‘Papá vente a la clínica porque a la Danika le dio un ACV’. El trayecto de mi casa a la clínica se me hizo eterno”.

“Cuando yo llegue ya la habían ingresado. Cuando salió el médico a conversar con nosotros, nos dijo que mi hija tenía 15% de posibilidades de vivir”, agregó el comediante.

Posteriormente, Mauricio Flores indicó en “Podemos Hablar”: “Yo pensé: ‘¿Por qué a ella?’ Pensaba por qué no estoy yo en su lugar, pero Dios es grande, quiero agradecer a todas las personas que oraron por ella y nos apoyaron y escuchó nuestros ruegos y trajo a nuestra hija de vuelta”.

Mauricio Flores entrega detalles sobre lo ocurrido con su hija

Mauricio Flores, posteriormente, señaló en “Podemos Hablar” que la pareja de su retoña fue vital en el proceso: “Tengo que dar las gracias infinitas al pololo de mi hija, Danika está estudiando para ser matrona, y con los años estudiando ha adquirido conocimientos, ella ese día le dijo: ‘Benjamín llévame a la clínica porque me va a dar un ACV’”.

“Mi hija empezó con convulsiones en la casa, en el auto y luego en la clínica, Benjamín se demoró 7 minutos en un trayecto de 25 hasta la Clínica Alemana de Chicureo, cuando la estabilizaron la mandaron para la de Vitacura. Si no hubiera sido por la pronta reacción de Benjamín la historia hubiera sido diferente”, agregó.

Finalmente, Mauricio Flores comentó cómo fue ver a Danika en la clínica: “Era horrible entrar a la UCI, verla y que no estuviera, era un cuerpo en una cama, tomarle la mano y no sentir su calor, que no abriera los ojos, que no me hablara, lo peor era no saber qué va a pasar”.