¿Cómo sobrevivir a los conciertos en Chile y no terminar en la quiebra?

Solo esta semana se anunciaron cinco recitales masivos que se suman a una larga lista de shows musicales. ¿Se puede ir a todos sin que nuestra billetera sufra más de la cuenta?

Conciertos en Chile y cómo disfrutarlos sin culpa financiera. (Unsplash)

Un test rápido, no seas tramposo ni uses inteligencia artificial para contestar: intenta pensar en un artista de renombre, influyente y/o histórico que siga en actividad y que nunca haya tocado en Chile. Si respondiste Taylor Swift o Adele, ¡enhorabuena, pasaste! Si se te ocurrieron más músicos como Portishead o Joe Hisaishi, ¡bravo, vemos que sabes mucho! Ahora, si dices que se te vino a la mente una decena de nombres, lo siento, pero estás mintiendo descaradamente.

Desde hace un buen tiempo que nuestro país es plaza fija para las giras latinoamericanas de las bandas más importantes del momento, a tal punto que, sin tapujo alguno, se podría decir que si un grupo decide no tocar acá, es porque no quieren presentarse ante un estadio repleto de fanáticos ni tampoco llenar sus arcas financieras.

Muchos aún tienen en la retina la noticia de que, durante febrero de 2022, más de 800 mil personas hicieron fila virtual con la nula esperanza de alcanzar un ticket para Bad Bunny en el Estadio Nacional. O incluso, más reciente en diciembre de 2024, cuando la productora Lotus tuvo que cambiar la ticketera para el concierto de System of a Down, puesto que sus servidores no resistieron la marejada de fans que agotó todo en un abrir y cerrar de ojos.

Las ganas por ver música en vivo están más vivas que nunca. Para qué hablar de la extensa oferta de recitales que, solo esta semana, confirmó a My Chemical Romance, Prince Royce, Imagine Dragons, Kendrick Lamar y el festival Fauna Primavera. La verdadera pregunta es, ¿hay alguna billetera melómana que resista esto?

Que festivales como Lollapalooza lleven más de 10 ediciones seguidas en Chile habla muy bien del consumo musical del país.
Lollapalooza 2025Que festivales como Lollapalooza lleven más de 10 ediciones seguidas en Chile habla muy bien del consumo musical del país.

Chile, país de poetas y de conciertos

En 1989, Rod Stewart abrió el camino para los grandes conciertos luego de décadas de dictadura, uno que, actualmente, está pavimentado, optimizado y con estándares envidiables por otros países de la región.

Así mismo lo cree Rafaella Fornazzari, directora de comunicaciones de la productora DG Medios, la encargada de traer a Chile espectáculos como Roger Waters, Iron Maiden, Metallica, Dua Lipa, The Cure y un sinfín de otros nombres que dan para largo.

Chile es un país muy melómano, que le gusta ver música en vivo, algo que se demuestra con la venta de tickets que se venden de inmediato. Creo que se debe a la estabilidad económica del país. También, acá vemos estos espectáculos como una necesidad de salir de la realidad, una catarsis. Nosotros no dejaremos de ver a nuestros artistas favoritos, y los músicos lo saben", comentó, recalcando la diferencia con “otros países cercanos donde la economía y los conflictos internos no son de lo mejor”.

La directora de comunicaciones de DG Medio asegura que Chile es un país sin igual en materia musical comparado con el resto de la región.
Rafaella FornazzariLa directora de comunicaciones de DG Medio asegura que Chile es un país sin igual en materia musical comparado con el resto de la región.

Pese a que las ganas están, hay veces en que no se puede ir a los eventos que uno quisiera, principalmente por el valor de los boletos en la actualidad. “Todo ha subido, los precios de los conciertos no son los de antes, pero el pan y la micro tampoco. No es que Chile sea más caro, Sudamérica es cara porque cuesta mucho llegar. Cuando las bandas traen sus producciones, hay que considerar que tienen que bajar, literalmente, al último lugar del mundo, lo más lejano de sus salas de ensayo”, recalcó la periodista, quien comparó nuestra situación con el viejo mundo. “En Europa puedes moverte un mismo día de país en país. Además de que la técnica es más grande. Acá los proveedores son más limitados. Eso claramente encarece los tours”, cerró.

¿Cómo hacer frente a la avalancha de recitales sin morir en el intento?

Si uno piensa detenidamente las cosas, sin caer en los entusiasmos relacionados con los anuncios de algún show en vivo, existen varias formas de poder disfrutar de este adrenalínico pasatiempo sin sufrir consecuencias. Para ello, lo primordial siempre es la organización, planificación e, incluso, ser sincero con los eventos que realmente quieres ir.

Para esto, se puede considerar el concepto económico del costo beneficio. Explicado en simple, “¿qué tanto me ayudará pagar “X” cantidad de dinero por ver “Y” show?“, “¿El precio que desembolsaré es acorde a mis ganas?“, o, más al grano: ¿Quiero ir de verdad?

En esa línea también se destaca analizar bien las ubicaciones disponibles para cada espectáculo y cuáles se acomodan a lo que necesitamos (y lo que tenemos ahorrado). Es un hecho que todos quisieran estar lo más adelante posible, es donde se ve mejor e, incluso, donde se pueden tomar mejores fotos, pero también es lo más costoso.

Uno de los consejos más sabios es saber qué ubicación elegir.
ConciertosUno de los consejos más sabios es saber qué ubicación elegir.

Pongamos el ejemplo del Movistar Arena, uno de los recintos más importantes de Chile que, más abajo, podemos ver con un mapa genérico. Si es que queremos presenciar el show en calma, pagaremos por la comodidad, por lo que el sector deberá tener butacas (cualquiera menos cancha). Ahora, ¿me afectará verlo de lejos? Si la respuesta es no, podemos privilegiar la Platea Alta (azul) y pagar menos que quienes van a Platea Baja (verde).

Renato Herrera, economista, plantea justamente estos puntos, agregando que “una persona que no le da la billetera para estos shows, puede buscar alternativas como promociones o concursos, pero claro, eso no garantiza la asistencia. Por lo mismo, lo clave para ir sí o sí a los que te gustan es planificar lo más que puedas”.

Mapa genérico de un concierto en el recinto del Parque O'Higgins.
Movistar ArenaMapa genérico de un concierto en el recinto del Parque O'Higgins.

“También uno puede recortar gastos en cosas que no son tan necesarias: ahorrar en esa salida con los amigos, no ir a ese asado. Estos son los más fáciles, porque claro, uno no puede sacar de la comida, gas, agua o transporte. Si te gusta el panorama musical, ahorra en otros panoramas”, agregó.

De igual forma, el economista recalca que todo pasatiempo también puede traer consecuencias negativas. “Todo quien que tenga un hobby debe ser realista, tener ojo cuando no puede pagarlo, y más cuando este, quizás, no sea tan necesario. Si no estoy estable, y por más que venga el mejor músico del mundo, si no me gusta, es mejor no ir. Así, ahorras para un evento que sí te beneficie. Cuando la tarjeta no aguanta, ya no puedes y tienes que parar”, finalizó.

El impacto de los recitales en la billetera del melómano nacional

Matías Palavecino, más conocido en redes sociales como @MatiasinRitalin, es un publicista que se dedica a generar contenido sobre música y, especialmente, recitales, tanto en Chile como el extranjero, razón por la cual gran parte de sus ingresos los dedica a los espectáculos en vivo.

Si bien lo comido y lo bailado no se lo quitará nadie, él mismo asegura que tuvo que aplicar técnicas de organización en sus finanzas con tal de poder seguir con su pasión, pero sin dolores de cabeza a la hora de revisar su saldo bancario. “Para mí los conciertos son prioritarios, son mi vicio, mi entretención. Literal es mi ‘para eso trabajo’”, expresó.

@matiasinritalin

Con un poquito de atraso, dejo lo que fue un sueño cumplido: #RiotFest en Chicago, Illinois, EEUU. 🔥🔥🔥🔥 #RiotFest #RiotFestChicago #RiotFest2024 #RiotFestSucks @Riot Fest

♬ sonido original - Chapu 🎫 Hablamos de shows

Pero tanto Palavecino como todos quienes van a recitales saben que estos no se pagan con aire, por más que muchos lo quisiéramos así. Por lo mismo, el influencer musical llevó a cabo una estrategia que le trajo rédito. “Primero que todo, recomiendo reordenar las finanzas. Eso me costó harto. Hace muy poco tenía una deuda súper grande por ir a conciertos”, dijo referente a un monto que siete dígitos que le apareció en su estado de cuenta.

“Otro consejo es anotar los shows en calendarios. Yo uso Google Calendar donde, por ejemplo, puedo ver que en noviembre tengo lleno de shows. ¿Qué hago acá? Bueno, junto plata para llegar bien a ese mes. Piénsalo como cuando te vas de vacaciones y ahorras para viajar lo más tranquilo posible. Acá es lo mismo”, recalcó.

Local o visitante: ¿dónde es mejor ver a tu banda favorita en vivo?

Uno de los comentarios más recurrentes cuando se anuncia un concierto en Chile, y específicamente el precio de sus entradas, es que acá son mucho más caras que en otros países. Una idea que tienen tanto adherentes como detractores.

Por ejemplo, Thomas Valdés, productor de Radio Pudahuel y periodista de Casa Parlante, recordó cuando fue a ver a Bad Bunny a Paraguay el año 2022 comprando la entrada más cara que costaba 570.000 guaraníes, equivalente a poco más de $65.000 en moneda chilena. Ese mismo boleto, pero acá, costaba $250.000.

“Ese año Bad Bunny se posicionó aún más en el mainstream con el disco Un Verano Sin Ti, amplificando muchos sus oyentes, y de ahí el precio excesivo de las entradas. Sacando cálculos con unos amigos, la entrada más cara acá costaba igual a sacar pasajes y tener el ticket VIP de Paraguay. Nos organizamos y aprovechamos de tomar unas vacaciones de una semana en torno al show", comentó.

Ver conciertos en el extranjero es una opción, para muchos, muy rentable.
ConciertosVer conciertos en el extranjero es una opción, para muchos, muy rentable.

Por otra parte, el ya mencionado Matías Palavecino aseguró que casos como el anterior son muy puntuales y, actualmente, escasos. “Hace un buen rato, se acabó ese paradigma de que los shows acá son más caros. Actualmente, los conciertos en el extranjero están siendo igual o, incluso, más costosos que acá. En Estados Unidos, por ejemplo, las entradas más baratas siempre están rondando los 100 dólares. Recientemente, coticé valores para ver a Green Day en otros países y noté que Chile era el segundo país más barato, solo después de Perú, pero por una diferencia de $10.000, no más que eso”, contó.

“Ahora, la experiencia es totalmente distinta, sea en el lugar que sea. Yo he ido a Argentina, Brasil, Estados Unidos, República Checa, Holanda… lo considero una experiencia que vale la pena”, agregó Palavecino.

Esas mismas ganas de vivir la experiencia fue lo que motivó a Franco Acevedo a fundar, en 2018, la agencia de viajes Concert Pal, la cual se encarga de organizar viajes a los más prestigiosos festivales del mundo con todos los gastos pagados. “La idea de crear esto era simple, pero potente: que los verdaderos fans pudieran cumplir el sueño de ver a sus bandas favoritas en vivo, en el extranjero, sin tener que preocuparse de nada más que disfrutar”, aseguró el oriundo de Iquique, quien, cuando joven, tenía que viajar desde el norte hasta Santiago para ver a bandas como Deftones (2001) o Korn (2002).

Específicamente, este servicio ofrece pasajes aéreos ida y vuelta, entrada al recital, alojamiento en casas 100% equipadas, transporte en camionetas SUV, tour personalizado, además de la opción de extender el viaje por 2 a 3 días para aprovechar aún más la experiencia por 2.000 dólares, un valor que, según asegura su director, resulta ser más económico que pagando todo por separado.

La agencia ayuda a los melómanos a ir a los festivales musicales que deseen.
Concert PalLa agencia ayuda a los melómanos a ir a los festivales musicales que deseen.

“El ahorro de tiempo y de dinero es brutal. Lo digo por experiencia propia, con ese presupuesto puedes perfectamente viajar solo, pero te vas a quedar en un hostal compartiendo pieza con 12 personas y no en un hotel que son carísimos, menos en una casa cómoda, porque probablemente no tendrás ni cocina ni comodidades. Arrendar un auto por tu cuenta tampoco es conveniente, entre el arriendo, los peajes, la bencina y el seguro, se dispara el precio. Y si optas por Uber o aplicaciones similares, prepárate para pagar mínimo $50 dólares solo por un traslado, porque Estados Unidos puede ser un país desarrollado, pero el transporte público no abarca lo enorme que son las ciudades. Todo suma”, comentó Acevedo.

“Para ese fan melómano que quiere combinar conciertos y vacaciones, esta opción es ideal. Y no lo digo solo yo, ya son más de 40 personas de Chile y otros países de Sudamérica que han viajado con Concert Pal y que, hasta hoy, siguen agradeciendo la experiencia y la gestión”, puntualizó.