Conciertos y los daños que pueden generar: ¿Cómo disfrutar de la música en vivo sin sufrir las consecuencias auditivas?

Según la OMS, más de mil millones de jóvenes adultos se arriesgan a sufrir una pérdida de audición que puede ser permanente y completamente evitable.

Conciertos en Chile. Se realizan más de 20.000 grandes presentaciones al año. (Nainoa Shizuru - Unsplash/Nainoa Shizuru - Unsplash)

En el mundo del entretenimiento, los conciertos en vivo se han convertido en uno de los fenómenos más valorados, ya que no solo nos permiten ver en directo a nuestros artistas favoritos, sino que también compartir nuestro fanatismo con otros asistentes, conectar con la música de una manera única, bailar y cantar sin parar y, siendo honestos, también ayudarnos a mejorar nuestra salud mental.

En Chile, esta industria, que tuvo su auge en la década de los ochenta, actualmente suma más de 20.000 espectáculos al año, según el último estudio de Caracterización de la Industria del Espectáculo.

Debido a la amplia variedad de eventos, son muchos quienes asisten a más de uno cada pocos meses para disfrutar de estas experiencias inolvidables. Sin embargo, es usual que, luego de este tipo de eventos, se presenten ciertas incomodidades con nuestra audición, tales como en típico “pitido” que, a veces, termina por estropear la jornada.

Se trata de un síntoma temporal que, aunque muchos crean que es normal, con el tiempo puede generarnos problemas permanentes y, por consecuencia, afectar nuestro oído y capacidad de deleitarnos con la música.

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), “debido a unas prácticas de audición poco seguras, más de 1.000 millones de jóvenes adultos corren el riesgo de sufrir una pérdida de audición evitable y permanente”. En este sentido, ¿cómo podemos disfrutar de los conciertos sin sufrir las consecuencias auditivas?, ¿es posible prevenir o revertir este tipo de síntomas?

No solo son instancias para conectar con nuestro artista favorito, sino que también son grandes oportunidades para hacer amistades.
Conciertos.No solo son instancias para conectar con nuestro artista favorito, sino que también son grandes oportunidades para hacer amistades.

Los efectos de los conciertos en nuestra audición

Francisco «Frank» Fernández es sonidista de Moral Distraída y, por su trabajo, constantemente está expuesto a un entorno con altos decibelios, ya sean grandes conciertos o recitales. Debido a que sus oídos son su principal fuente de trabajo, comenta que “ahora ya aprendí a tener más precaución”.

Explica que cuando era más joven solía frecuentar espacios pequeños y ruidosos donde, muchas veces, tenía un parlante muy cerca. Esto le generaba el “típico ‘pitido’ que queda sonando en el oído durante varias horas”.

Lo anterior se identifica como un trauma acústico donde”lo que ocurre es una lesión en el órgano de la audición (...) y genera la muerte de células”, sostiene el Otorrinolaringólogo del Hospital Clínico U. de Chile y de la Clínica Alemana, Fabián Rubio.

Rubio explica que, al principio, cuando uno va a un concierto, lo primero que generará si no ocupa protección adecuada es este tipo de síntomas. Esto provoca que al salir del evento escuchemos mal, algo que se subsana con el paso de algunos días. Sin embargo, la suma de varios shows de este tipo “finalmente termina ocasionando un daño acumulativo que puede ser permanente e irreversible”, agrega.

De hecho, añade que “muchas veces no existe conciencia”, porque los pacientes solo consultan tiempo después de los conciertos, cuando ya hay un impacto significativo.

¿Cómo los oídos se ven afectados durante los eventos de música en vivo?

Según el ingeniero en sonido y técnico en audio, Matías Abarzúa, cuando vamos a conciertos, estamos expuestos “a grandes niveles de presión sonora, tanto en recintos abiertos como cerrados, el rango de decibelios oscila entre 100 y 110, donde los primeros puestos del público son los más afectados”.

Según la OMS, es improbable que los sonidos inferiores a 80 decibelios causen daños a nuestra audición, sin embargo, intensidades mayores sí pueden afectar.

“Mientras más cerca del sistema de parlantes veas un concierto, estarás recibiendo una presión sonora mayor de la recomendada para el día a día (...), el público asistente que canta también se suma a la ecuación de ruido y eso es incontrolable en cualquier espacio”, comenta Frank.

A lo anterior, se suma que en espacios cerrados “tienes una mayor exposición, ya que hay una significativa acumulación de ondas directas y reflectadas, es decir, mayor reverberación y distorsión si es que el lugar no cuenta con acondicionamiento acústico. En cambio, en lugares abiertos, hay mayor pérdida de sonido que concentración del mismo”, a pesar de todo, en ambos espacios se deben mantener precauciones, agrega Abarzúa.

Las malas prácticas preventivas al asistir a conciertos puede generar un daño irreversible a largo plazo.
Audición.Las malas prácticas preventivas al asistir a conciertos puede generar un daño irreversible a largo plazo.

Prevención y cuidado de la salud auditiva

Según Rubio, debido a que en los conciertos se emite música a volúmenes altos y durante un tiempo significativo, es probable sufrir una pérdida de la audición, la cual podrá tratarse de manera inmediata, en las primeras 24 o 48 horas, con corticoides en dosis altas que pueden ser orales o inyectadas directamente al tímpano.

Este tratamiento tiene un valor de $100.000 aproximadamente según el recinto asistencial, y se requieren de al menos tres dosis y controles de audiometría para evaluar mejorías.

Ahora bien, cuando ya han pasado los días o al momento de generar un daño acumulativo, la pérdida es irreversible y el tratamiento no tiene una respuesta significativa.

Por lo anterior, el especialista explica que siempre la mejor opción será la prevención, “existe un montón de tipos de tapones auditivos, por ejemplo, los habituales de espuma que utilizan los trabajadores de la construcción” que son más accesibles, ya que tienen valores económicos y están disponibles en farmacias.

Y también hay otras opciones, que a diferencia de la anterior no atenúan demasiado algunas frecuencias de sonido, identificado comúnmente como “ruido apagado”, por lo tanto, no generan mayores molestias en los usuarios. Estos son los tapones con filtros de frecuencia, que permiten atenuar la música sin sacrificar la calidad de la misma.

Gracias a la toma de precauciones, Frank comenta que ya no sufre de mayores problemas auditivos, “casi siempre uso protectores cuando estoy de público, porque tengo que cuidar mis herramientas de trabajo (...) de todas formas trato también de no exponerme por jornadas demasiado largas a altos niveles de presión sonora sin protección, por ejemplo en el caso de festivales, trato de evitar sacarme los protectores, pero si lo hago, voy rotando las bandas que veo con protecciones y las que no, especialmente si veo a algunas más de cerca que a otras”.

Utilizar tapones con filtros de frecuencia permite cuidar nuestra audición sin sacrificar la calidad del sonido.
Medidas preventivas.Utilizar tapones con filtros de frecuencia permite cuidar nuestra audición sin sacrificar la calidad del sonido.