Américo estuvo de invitado en Nada Que Perder, el podcast de Roberto Cox y Nico Cabargas que trae a una distendida conversación a varios rostros del espectáculo nacional.
En él, el cantante explicó sin complicaciones sus primeros pasos con su ahora pareja, Yamila Reyna, y su decisión de transparentar su relación en la Gala de Viña.
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El relato de Américo sobre sus salidas con Yamila Reyna
La historia de amor entre Américo y Yamila Reyna comenzó con un acercamiento debido al padre de la animadora, quien fue un importante músico argentino.
“Yo tengo 47, yo no figuraba en los planes de Yamila por ninguna parte y seguramente ella tampoco en los míos. Fue algo causal. Habíamos conversado, compartido. Es más, de niño grabé canciones con su padre, el gran Sebastián ‘El Monstruo Cordobés’ , famosísimo en Argentina”, aclaró el cantante, quien se acercó por primera vez a la animadora para contarle que compartió con el artista.
A pesar de que su primer encuentro dejó una buena impresión, harían falta más salidas para que se generara la romántica conexión, una que fue impulsada por las amigas de la comediante de stand up.
“Fue por un evento, una cosa casual, que nos vinimos a reencontrar y ahí quedó esta cosa de grupo de ‘oye salgamos’, porque estaba con unas amigas, de hecho, justamente llegó con unas amigas al evento. Ni siquiera por mí, porque a las amigas les gustaba mi música, venían de Argentina. ‘Oye, pero antes de que tus amigas vuelvan a Argentina nos juntamos a comer‘, por ahí como que empezó a ver onda”, añadió, agregando que recién al segundo o tercer encuentro empezó a haber química entre ellos.
“Pasó el tiempo, salí de conquistar y todo, yo tradicional para conquistar. Comida, salir, lavé el auto. Me bañé, ropa impecable, el buen perfume, el buen shampoo”, contó entre risas.
El músico aseguró que su primera cita fue una salida a comer, y que en sus apariciones públicas con ella, como la vez en la que cantó en su cumpleaños, ya estaban emparejados.
Finalmente su relación salió al mundo de forma oficial en la Gala de Viña de este año, una decisión que el músico aclaró que se basó en su sentido de la caballerosidad, y que no cree que sea correcto ir a escondidas del público.
“Lo encuentro medio tramposo eso de ocultar quién. Nunca voy a saber si es un tiempo prudente con respecto a mi relación con mi esposa (ex pareja), madre de mis hijos. Había pasado tiempo y nunca voy a saber si es necesario o no, porque además es un paso tremendamente importante”, opinó.
“Lo dije en la gala, que para mi era algo no común, pero sí vivía el presente, sí hacia lo que un hombre desde lo correcto, no desde lo bueno, sino que de lo correcto, debe hacer”, concluyó.