Daniela Colett vive uno de sus mejores momentos profesionales tras su participación en Ganar o Servir y a su destacada plataforma de redes sociales donde habla sobre deporte y vida sana. Ahora, la modelo reveló una noticia que la mantiene bastante feliz: está pololeando hace tres meses con Kelvin, un atractivo brasileño de 30 años.
La influencer estuvo casada por casi cuatro años y tuvo tres hijos con el destacado futbolista, Eduardo Vargas. En el año 2020, la modelo confirmó la ruptura y se le vio coqueteando con Luis Mateucci, mientras que, el ex seleccionado nacional contrajo nuevamente matrimonio con Juliana Peixoto en 2024.
“Al principio me quedé unos meses sola para entender todo lo que estaba pasando, pero nunca me cerré al amor. Yo soy una mujer fría, pero cuando me entrego soy muy romántica y siempre estoy dispuesta a vivir el amor. No por separarme iba a perder el romanticismo”, partió señalando.

Daniela Colett presentó a su nuevo pololo
En conversación con LUN, la modelo brasilera confesó que está en pareja desde marzo del 2025 y que actualmente se encuentra muy feliz de su relación con Kelvin.
“Sí, de a poco nos estamos conociendo. Él vive en Río de Janeiro y yo acá en Santa Caterina, así que vamos muy lento. Estoy abierta a vivir esta relación sin prisa. La idea es encontrar a alguien que venga a sumar”, señaló al medio.
Frente a esto, Daniela Colett confesó que tenía muchas ganas de volver a enamorarse pero no era fácil. “Una mujer con tres hijos pequeños, divorciada, asusta muchísimo. Tenía esta noción, porque no cualquier hombre está preparado”, añadió.
Sin embargo, la influencer señaló que Kelvin tiene todo lo que necesita, es un hombre maduro y muy seguro de sí mismo. “Ya tengo casi 34 años, tres hijos muy buenos y quiero algo sano, que sume a mi vida, porque hay cosas que, ahora que estoy más empoderada, sé lo que no tolero”, señaló.
“Soy muy alfa, pero quiero serlo en mi casa, con mis hijos, con mi trabajo, cuando salga con alguien quiero que sea más alfa que yo. Con eso no quiero decir que quiero que se imponga, sino a sentirme segura y confortable con esa persona. Yo quiero que no me pregunte dónde salimos a cenar, ni a qué hora, sino que me lleve nomás y hasta ahora Kelvin se ha preocupado de eso”, cerró.