
Una insólita situación se vivió en el fútbol de Bélgica, pero no dentro de la cancha, sino que afuera. Un acto que sigue dando que hablar en ese país y en toda Europa.
Se trata de un hecho protagonizado por Didier Lamkel Zé, jugador camerunés del Royal Amberes que ha hecho de todo para forzar su salida al Panathinaikos de Grecia, club al que ya tiene decidido arribar para la siguiente temporada. ¿El problema? Los dirigentes no han autorizado su traspaso aún.
Por eso el jugador africano realizó una maniobra desesperada. Según publicó AS, luego de ser relegado al equipo "B" por estar públicamente en rebeldía, se presentó al entrenamiento con la camiseta del Anderlecht, uno de los más acérrimos rivales del Amberes en el fútbol belga.
Los guardias de seguridad, al verlo intentar ingresar con otra camiseta, le bloquearon el paso, sellando de inmediato la puerta de acceso. Lamkel Zé, enojado con los empleados, intentó forzar la puerta, dejando una de las imágenes más comentadas en Europa el día de hoy.
"Es simple, quiero ir a Grecia. He dado mi consentimiento. No jueguen con mi carrera", escribió desafiante en sus redes sociales, y los testigos del hecho aseguraron que adelantó que en los próximos días seguiría presentándose en los entrenamientos con camisetas rivales.
Eso sí, después echó pie atrás. "Quiero disculparme con el club y la afición de Amberes, son unos aficionados magníficos que siempre me han apoyado. Reaccioné así porque mi cabeza estaba en otro lugar. Tengo muchas ganas de disculparme. No me olvido ni de mis compañeros, ni del vestuario, ni del cuerpo técnico que me ha apoyado desde mi llegada. Estoy disponible para el club si el entrenador me necesita", señaló. ¿Cómo sigue esto?